Regadíos y Abastecimientos

Los agricultores afrontarán una campaña de riego casi normal, pero ajustarán el consumo, según Fenacore

lunes, 9 de abril de 2018


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Las reservas de los embalses rozan ya el 64 por ciento, ligeramente por encima de las cifras del pasado año, y las perspectivas de los agricultores han cambiado drásticamente en este último mes y medio: de temer restricciones a afrontar una campaña de riego casi normal, aunque ajustarán el consumo: la sequía continúa.


El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), Andrés del Campo, ha explicado a Efeagro que la campaña de riego (aproximadamente de abril a octubre) se retrasará, en líneas generales, entre uno y dos meses, ya que gracias a las últimas nieves y lluvias la tierra está saturada de agua.


No obstante, Del Campo ha señalado que, con el fin de contar con agua suficiente tanto para la actual campaña como para la siguiente, los regantes ajustarán sus dotaciones de agua para asegurarse "dos campañas" y sembrarán cultivos de ciclo más corto, con menos necesidades hídricas.


Además, el hecho de que en algunas zonas el riego se pueda retrasar uno o incluso dos meses incidirá en un menor consumo de agua para este año.


Por otra parte, ha incidido en la necesidad de continuar con la modernización de regadíos, así como con las obras de regulación que "no han pasado de moda"; a su juicio, son una de las mejores medidas para hacer frente y mitigar el cambio climático.


En este sentido, ha apuntado que en la cuenca del Guadalquivir este 2018 hubiera sido el quinto de sequía pluviométrica, pero gracias a los embalses no habría sido hasta este año cuando los regantes habrían tenido que hacer frente a fuertes restricciones (que debido a las últimas lluvias se han disipado).


A pesar de que defiende continuar con una política de obras hidráulicas en las zonas donde sea necesario, Del Campo ha hecho hincapié en que se debe seguir con líneas de investigación y de desarrollo para aumentar el porcentaje de agua reutilizada, así como desalada, y que sean "viables económicamente".


Por ello, apuesta por energías renovables para abaratar los costes y pone como ejemplo que, en la desalación, "un 60 % del coste se corresponde a la energía eléctrica.


Ha valorado el anuncio esta semana de que se continuará aplicando el coeficiente corrector a los agricultores que usan electricidad para el riego sobre el rendimiento neto de los cultivos regados y que supone una reducción de un 20 % del mismo.


El Gobierno adoptó esta medida, junto con la exención parcial del 85% del Impuesto sobre la Electricidad para los regantes, para compensar el efecto sobre ellos de la subida de las tarifas eléctricas del verano de 2013.


Según Del Campo, es una medida favorable, porque el año pasado hubo muchas limitaciones al riego en la mayoría de las cuencas y beneficiará a los "regantes de menos recursos, con unos ingresos brutos más reducidos".

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