La agroalimentaria es la segunda actividad con mayor peso dentro de la industria de la Región de Murcia, con un 36%

La industria alimentaria ha registrado un crecimiento medio del 3 por ciento a lo largo de los cinco últimos años hasta situarse, con un 36 por ciento, como la segunda rama de actividad con mayor peso dentro de la industria de la Región de Murcia. Este sector factura de media 5.866 millones de euros al año y da empleo a cerca de 21.000 trabajadores.

Además, la Región de Murcia lidera la producción nacional de plántulas o plantones de hortícolas con una producción aproximada a los 5.000 millones, entre las que destacan la lechuga, con 2.000 millones de plantas, seguidas del bróculi, con 1.000 millones, hasta completar más de 20 especies.

Así se dio a conocer, por un lado, en un encuentro de trabajo entre el consejero de Empleo, Universidades y Empresa, Juan Hernández, y representantes de la Agrupación de Empresas de Alimentación (Agrupal); y por otro, durante la visita que el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Francisco Jódar, realiazó a las instalaciones de la empresa Semilleros La Sala.

El Instituto de Fomento (Info) ha destinado 10.056.032 euros a impulsar un total de 286 proyectos empresariales en el sector de la industria alimentaria en los cinco últimos años. Estas ayudas a este sector estratégico movilizaron a su vez una inversión por parte de las empresas de 94.147.158 euros y contribuyeron a la creación de 431 nuevos puestos de trabajo y al mantenimiento de otros 9.636 empleos.

"Este crecimiento ha ido acompañado de una importante apuesta por la innovación, que ha desembocado en una mejora de la competitividad de este sector y, a su vez, en un incremento de las exportaciones hasta alcanzar los 2.000 millones de euros que representan el 7 por ciento de esta industria a nivel nacional”, señaló Hernández.

Los 47 expedientes de financiación suman a su vez la gran mayoría de las ayudas concedidas a esta industria, 7,5 de los 10 millones de euros, y han movilizado 91,3 de los 94,1 millones de euros invertidos por las empresas del sector. En cuanto a los 46 proyectos innovadores, las ayudas alcanzaron los 486.026 euros y generaron una inversión empresarial de 2.062.990 euros, además de ayudar a la creación o mantenimiento de 1.991 puestos de trabajo.

Además de estas ayudas propias del Info, las empresas de la industria de la alimentación han obtenido fondos de otros organismos con los que la agencia de desarrollo regional mantiene acuerdos de colaboración, como los programas de impulso a la innovación del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). 

Esta entidad, dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, ha concedido ayudas por valor de 28,2 millones de euros entre los años 2012 y 2018 que, a su vez, han estimulado una inversión de 37 millones de euros por parte de la industria alimentaria.

PYMES Y GRANDES EMPRESAS

En la actualidad, este sector está integrado por un total de 1.073 empresas, de las que cerca del 73 por ciento son micro pymes de menos de diez trabajadores, en torno al 25 por ciento son pymes de hasta 200 empleados y el resto son empresas de gran tamaño, como AMC, El Pozo, Hero, Fini Golosinas o García Carrión, que ocupan posiciones de liderazgo, tanto a nivel nacional como internacional.

Durante el encuentro con los representantes de Agrupal, fuentes del Gobierno regional indicaron que el consejero de Empleo incidió en la importancia de potenciar la colaboración entre estas grandes empresas tractoras y las pymes de menor tamaño, uno de los ejes de la Agenda para el Impulso Industrial y Tecnológico. 

LÍDER NACIONAL EN PLÁNTULAS

A su vez, la Región de Murcia lidera la producción nacional de plántulas o plantones de hortícolas con una producción aproximada a los 5.000 millones, entre las que destacan la lechuga, con 2.000 millones de plantas, seguidas del bróculi, con 1.000 millones, hasta completar más de 20 especies.

Esta producción se realiza en invernaderos, conocidos como semilleros, altamente tecnificados donde se produce la siembra, germinación de la semilla y crecimiento de las plántulas en bandejas, en unas condiciones de atmosfera controlada y con un máximo aprovechamiento del agua empleada.

En la Región existen 60 empresas que se dedican a esta actividad, la mayoría de ellas instaladas en el Campo de Cartagena, con un volumen de negocio superior a los 80 millones de euros y que generan más de 7.000 puestos de trabajo. Esta producción no solamente se emplea para realizar plantaciones en la Región, sino que también se envía a otras comunidades autónomas.

El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Francisco Jódar, visitó hoy las instalaciones de la empresa Semilleros La Sala, pionera en la Región en la producción de plantas hortícolas, fundada en 1989 y que cuenta con 14.000 metros cuadrados de invernaderos, que pueden albergar hasta 160.000 bandejas, con una capacidad para sembrar 1.500 bandejas por hora y lograr una producción diaria de 2 millones de plantas. La Sala está especializada en planta injerta, con una producción de 20 millones.

Francisco Jódar destacó “el alto nivel de tecnificación de este sector que nos convierte en un referente nacional y mundial”. Al respecto, explicó que “la Región de Murcia ha sido pionera en la producción de planta injerta de sandía, melón y pimiento, utilizando una porción de una planta resistente de gran vigor, que contiene las raíces en la que personal altamente cualificado inserta con precisión quirúrgica una pequeñísima porción de otra variedad de la que saldrán los frutos a recolectar. Así, producimos actualmente más de 200 millones de plantas”.

La Consejería de Agricultura, de la mano del sector productor, y especialmente de los semilleristas, ha ido trabajando e investigando en los problemas fitosanitarios, fisiológicos o, incluso, relacionados con la falta de agua, para la adecuación de sus instalaciones y procesos productivos.

Paralelamente, la administración tiene establecido un sistema de inspecciones y control para asegurar que el material vegetal producido llega a los agricultores en perfectas condiciones sanitarias y fisiológicas, para asegurar el crecimiento durante las primeras fases de cultivo. Jódar señaló que “de esta manera se ahorra en el empleo de agua y fertilizantes respecto a las prácticas tradicionales de cultivo en las que se realizaba una siembra directa en campo, que no aseguraba la viabilidad de las plantaciones”.