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La recta final del 'brexit' abre un año cargado de desafíos para la UE

viernes, 4 de enero de 2019


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Las instituciones de la Unión Europea (UE) han vuelto al trabajo tras el parón navideño con la perspectiva de un 2019 lleno de retos, el primero de los cuales será la recta final hasta la salida del Reino Unido, que llegará en plena campaña para los comicios clave de mayo.


El "brexit" debe consumarse el 29 de marzo y la amenaza de que esa fecha llegue sin un acuerdo que garantice una retirada ordenada del país se hace cada vez más plausible ante la falta de respaldo entre los diputados británicos al pacto sellado en noviembre entre Londres y Bruselas.


La primera ministra británica, Theresa May, ha mantenido contactos durante las navidades con algunos líderes europeos y prevé proseguir en esta primera semana del año con el fin de obtener garantías legales y políticas adicionales sobre el mecanismo de salvaguarda para evitar una frontera en Irlanda del Norte, que le permitan asegurar el apoyo parlamentario.


Su objetivo es tenerlas para el 9 de enero, cuando el Parlamento británico empezará a debatir de nuevo el acuerdo con vistas a votarlo en la tercera semana de enero, después de que May aplazase el voto en diciembre para evitar una derrota segura.


Por el momento, la "premier" no ha hablado con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, aunque este "siempre está disponible" para hacerlo, explicó hoy la portavoz de la institución Mina Andreeva, quien añadió que tampoco hay ninguna reunión prevista estos días entre los equipos negociadores británico y comunitario "porque las negociaciones han concluido".


"Estamos listos para escuchar, pero en este momento no hay ninguna reunión más y los líderes de los Veintisiete han sido muy claros en que no se renegociará lo que está sobre la mesa", añadió la portavoz, en referencia a un acuerdo que según Bruselas es el mejor y único posible.


Así las cosas, la pelota está ahora en el tejado de Londres, cuyo proceso de ratificación del tratado será "seguido de cerca" por la UE, mientras que los Veintisiete aceleran sus preparativos para un "brexit" sin acuerdo.


En diciembre la Comisión publicó un plan de contingencia para diferentes sectores que irá aplicándose, mientras "en las próximas semanas se vigila la necesidad de acciones adicionales", indicó la portavoz comunitaria.


Con este incierto telón de fondo, la UE deberá encarar además la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo del próximo mayo, que se prevén marcadas por el auge de las formaciones euroescépticas, populistas y de extrema derecha en detrimento de los partidos tradicionales, que han dominado hasta ahora la Eurocámara.


Algunos de estos partidos forman ya parte de Gobiernos nacionales como el austríaco, el italiano o el finlandés, mientras que otros no han logrado entrar en los Ejecutivos centrales pero han ganado apoyos desde los comicios de 2014, como Agrupación Nacional en Francia, Alternativa por Alemania (Afd) o el PVV holandés.


En Bruselas preocupa además el euroescepticismo creciente en algunos países del Este, en particular Polonia y Hungría, cuyos Gobiernos desafían abiertamente a Bruselas, que duda de su estado de Derecho, pero también en Rumanía, que asume la presidencia rotatoria de la UE en este semestre crucial.


Sobre la cita electoral planea también el temor a posibles injerencias de Rusia o China, algo para lo que "no estamos suficientemente preparados en Europa", según dijo Juncker en una reciente entrevista.


En el plano económico, tras superar diez años de crisis, el crecimiento en la UE se ralentizará en un entorno marcado por el "brexit" y la guerra comercial entre China y Estados Unidos.


Aunque los Veintiocho lograron quedar exentos de los aranceles al acero y aluminio impuestos por Washington en verano, esto no ha parado los ataques de Donald Trump a Europa, especialmente a Alemania, y la imprevisibilidad de su Administración hace que la amenaza de tensiones comerciales persista.


Internamente, en 2019 será clave la normalización de la política de estímulos monetarios del Banco Central Europeo, que contribuyó enormemente a la recuperación en la eurozona, así como el relevo de Mario Draghi al frente de la institución en octubre.


Persistirán asimismo las dudas por las políticas presupuestarias de Italia, según analistas.


Apremiada por el escenario de desaceleración económica, la UE logró pactar en diciembre medidas para completar su Unión Económica y Monetaria, pero en los primeros meses del año los países deberán poner ya en marcha algunas de ellas y seguir desarrollando otras, como un instrumento presupuestario para la eurozona.


La cuestión genera divisiones por defecto y el contexto electoral no va a facilitar la tarea.


Como colofón, la UE debe pactar su primer presupuesto plurianual (2021-2027) sin el Reino Unido, algo que los países ya han descartado vaya a ocurrir antes de que termine el mandato de la actual Eurocámara, el 18 de abril. 

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