Un laboratorio pionero y único en el ámbito universitario combina las ciencias agroalimentarias con la inteligencia artificial en una sala de catas que mide la calidad de alimentos y bebidas, una herramienta que pretende además favorecer el conocimiento nutricional y la alimentación saludable.
La sala de catas del Seminario de Estudios Gastronómicos y Enológicos de la Universidad de Granada clasifica la calidad de todo tipo de alimentos y bebidas para favorecer el conocimiento nutricional y la alimentación saludable de las personas.
Por este laboratorio, único en el ámbito universitario, pasan multitud de alimentos y bebidas, "aunque la verdadera estrella es el aceite de oliva virgen", según ha explicado la investigadora jefa del panel de catas que se realiza en la Facultad de Farmacia de la UGR, María Luisa Lorenzo Tovar.
"Nuestro personal analiza sensorialmente el aceite con el fin de validar sus cualidades. Gracias a este trabajo se realiza un etiquetado adecuado, según se trate de aceite de oliva virgen o de aceite de oliva virgen extra", ha añadido Tovar.
La catedrática del departamento de Fisiología Vegetal de la Universidad de Granada Vanessa Martos ha aclarado que el panel de catas sirve a diferentes proyectos de investigación y une las ciencias agroalimentarias y nuevas tecnologías como la IA, que ayudan a catar y determinar la calidad de los alimentos.
Los estudios que se llevan a cabo desde este laboratorio contribuyen a algunos de los objetivos prioritarios de la Unión Europea en materia de alimentación: el seguimiento completo de los alimentos, el análisis de la producción y la mejora de la resistencia a la sequía y al cambio climático.
"Es necesario incrementar la producción de los alimentos, pero deben tener calidad, valor nutritivo y buenas características organolépticas", ha apuntado Martos, que ha añadido que los alimentos llegan a la mesa de catas lo hacen en las condiciones óptimas para su consumo, tras un estudio desde el campo a la mesa.