Organizaciones agrarias y de productores

La Unión dice que agricultores España son los que más cara pagan electricidad, que ha subido un 42% desde 2013

viernes, 3 de junio de 2016


La organización agraria La Unión Extremadura ha denunciado hoy que España es el país de la Unión Europea donde más caro se paga la luz de uso agrario y donde más ha subido en los últimos años, concretamente un 42 por ciento desde 2013, según los informes de Eurostat y del propio Ministerio de Agricultura.


En un comunicado, La Unión, ante el inicio de la campaña de riego, indica también que en Extremadura el consumo de electricidad de uso agrario supone un 8,2 por ciento.


De acuerdo con los datos facilitados por esta organización agraria, si se toman los datos mensuales de enero de 2013 a diciembre de 2015, el aumento del precio de la electricidad para los agricultores españoles es todavía mayor, del 53,5 %, lo que supone la subida de los países de la UE de los que Eurostat proporciona datos (23 de los 28).


Por otro lado, la Oficina Europea de Estadística también proporciona datos acerca del precio medio de la electricidad por tipos de consumo, antes y después de impuestos, en el segundo semestre de 2015.


En ambos casos, y para consumos por debajo de los 20 MWh, la agencia estadística europea arroja un precio medio en España de 0,2566 ?/KWh antes de impuestos y de 0,3364 ?/KWh con impuestos y tasas, cifras que están muy por encima -concretamente un 74 % sin impuestos y un 38 % con impuestos- de los precios medios en la UE.


Los afectados por este alto coste de la energía en el sector agrario en Extremadura estarían en el entorno a los 8.280 usuarios, muchos de ellos con regadíos alimentados con electricidad o ganaderías de diversas aptitudes para instalaciones de ordeño, calefacciones u otros equipos, precisa La Unión en su nota.


La organización agraria considera que la liberalización del sector, que debería haber supuesto beneficios para el consumidor, ha ocasionado "el perverso efecto contrario" y, junto con la desaparición de las tarifas especiales de riego, ha provocado un incremento exagerado del coste de la energía eléctrica en las explotaciones agrarias.


Por ello, La Unión ha pedido, y lo reiterará al futuro Gobierno, una auditoría de los costes de la energía para averiguar si existen prácticas anticompetitivas en el mercado eléctrico que elevan artificialmente los precios al consumidor.


Igualmente, insiste que el sector agrario, y particularmente el regadío, necesitan de unos modelos de contratación de suministro que se adecúe a su estacionalidad y unas tarifas que no supongan por su alto coste una merma de competitividad de las explotaciones españolas. 

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