Naturaleza

Adelantan los trabajos contra los perforadores tras detectar varios focos y un comportamiento anónomalo

domingo, 30 de octubre de 2016


La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente ha adelantado los trabajos de control de insectos perforadores en las masas forestales de la Región, tras detectar en las últimas semanas diversos focos de Orthotomicus erosus en los parajes de El Cerrillar, Cresta del Gallo y El Bojal, en el parque regional El Valle y Carrascoy, con el fin de evitar su propagación.


La mayor actividad de esta especie de plaga corresponde al periodo comprendido entre los meses de mayo y noviembre, coincidiendo con temperaturas suaves. Desde el Gobierno regional explicaron que "generalmente sus ataques no provocan la muerte de los árboles, pero los resultados que se están observando en este monte manifiestan claramente que esta especie ha adoptado un comportamiento anómalo, llegando a ocasionar la muerte de los árboles en determinadas situaciones de debilidad".


La Dirección General de Desarrollo Rural y Forestal lleva a cabo trabajos urgentes para la eliminación de árboles afectados, mediante corta, descortezado y trozado, con el fin de reducir también la población de adultos que se mantienen durante el invierno en las grietas de la corteza, a la espera de iniciar su actividad con la subida de la temperatura durante la primavera. Los adultos son voladores fuertes, capaces de cubrir varios kilómetros en busca de material huésped adecuado, por lo que urge su control.


También se realizan trabajos de seguimiento de la plaga Tomicus destruens, que inicia en estas fechas su reproducción, coincidiendo con la bajada de temperaturas. Aquellos pies que muestren síntomas de ataque por esta especie serán tratados urgentemente mediante corta, descortezado y desramado.


Tanto Orthotomicus erosus como Tomicus destruens son perforadores que atacan árboles sometidos a estrés hídrico o fisiológico, y sus larvas se alimentan del floema, que es un tejido ubicado en la corteza interna de los troncos de las coníferas, generando galerías larvarias que impiden la conducción de recursos hídricos desde el sistema radicular a las copas. Como consecuencia de este ataque las copas de los árboles adquieren un color amarillento y rojizo, que es un síntoma inequívoco de la muerte del árbol.


Al dilatado periodo de sequía iniciado durante el año hidrológico 2013/2014, que fue clasificado como el más seco desde que se dispone de registros, le han seguido otros también clasificados como muy secos y con una precipitación claramente deficiente para el funcionamiento biológico de los sistemas forestales. El año hidrológico 2015/2016 se ha cerrado en las estaciones próximas al monte del Valle y Carrascoy con 120 mm en Corvera, 137 mm en La Alberca y 163 mm en Cabezo de la Plata. Se trata de una precipitación muy limitante para el desarrollo fisiológico de la vegetación forestal.


PROCESIONARIA


A la delicada situación meteorológica por déficit de lluvias de la Región se suma en las masas forestales de pinar (Pinus halepensis) otro elemento claramente debilitador: la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa), que durante el pasado invierno provocó una elevada defoliación en los pinares de una buena parte de la Región, los cuales no han recuperado totalmente el follaje perdido, con lo cual han reducido significativamente la actividad fotosintética y en consecuencia el almacenaje de hidratos de carbono en los árboles.


La procesionaria es una plaga endémica que además está estabilizada, lo que significa que no puede ser erradicada por muchos medios que se utilicen. Los ataques de procesionaria provocan la debilidad de los árboles, facilitando así la entrada de otros agentes como los perforadores

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