COAG pide a la UE que endurezca controles a las importaciones de Marruecos
MADRID Efe Agro jueves, 22 de diciembre de 2016
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha pedido a la Unión Europea (UE) un "endurecimiento" de los controles en frontera, para evitar la introducción de productos agrícolas del Sáhara como si fueran marroquíes.
La organización agraria ha reaccionado así, en un comunicado, ante la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, que dictaminó que el acuerdo comercial de los Veintiocho con el país magrebí nunca fue aplicable al Sáhara Occidental, ya que esa región no forma parte del territorio de Marruecos.
COAG ha recordado que en 2012 denunció que el convenio "vulneraba" la legislación europea sobre comercialización de frutas y hortalizas frescas, al limitar la capacidad de los consumidores para "discernir" si un producto etiquetado como originario de Marruecos procede de este país o del Sahara occidental.
Ha recalcado que hasta el momento se han estado introduciendo en la UE productos cultivados en el Sáhara Occidental como si fueran marroquíes.
"La sentencia publicada hoy reconoce que los territorios del Sáhara occidental están fuera del acuerdo comercial, porque el Derecho Internacional no reconoce la soberanía de Marruecos sobre los mismos", según el comunicado.
"De esta manera, sería ilegal que las producciones del Sahara entraran en la UE bajo las condiciones del acuerdo", ha añadido COAG.
No obstante, ha apuntado que la sentencia "va en la línea" de las declaraciones realizadas recientemente por la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, en las que se mostraba favorable a "mantener las relaciones comerciales" con ese país.
El responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora, ha lamentado esa postura, ya que a su juicio se da prioridad a los acuerdos "que dañan seriamente los intereses de los agricultores españoles y dificultan la libre elección de los consumidores europeos".
Según la organización agraria, el protocolo con Marruecos supuso un "duro mazazo" para la economía y el empleo y solamente el contingente de importación de tomate con trato preferente implicó una pérdida de 350.000 jornales anuales en España.
