El Senado insta al Gobierno a vigilar el acuerdo UE-África Sur y el impacto en los cítricos

Todos los grupos políticos con representación en el Senado, a excepción de Compromís (Grupo Mixto), cuyos dos senadores se han abstenido, han suscrito y votado a favor de una moción en la que se insta al Gobierno a vigilar el cumplimiento del Acuerdo comunitario con África del Sur (UE-SADC).

La moción, propuesta por el Grupo Parlamentario Esquerra Republicana (GPER), ha contado en su votación con 253 síes y dos abstenciones, que corresponden a los citados dos senadores de Compromís.

Tras la votación, GPER ha enviado a la Presidencia del Senado una propuesta de modificación a la moción presentada inicialmente, ya que ha habido acuerdos transaccionales que han incorporado al texto final tres enmiendas, una del Grupo Popular (GPP) y otras del Socialista (GPS) y de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea (GUP).

Las cuatro enmiendas de Compromís no incluidas en la moción final defendían que el Gobierno no ratifique el Acuerdo de Asociación Económica (AAEE) entre la Unión Europea (UE) y los estados de Botsuana, Lesoto, Mozambique, Sudáfrica y Suazilandia (grupo SADC), aprobado en septiembre por Bruselas.

Compromís también proponía que el puerto de Castellón fuera el único autorizado en la UE para la entrada de cítricos de Sudáfrica y el establecimiento de contingentes de importación regresivos para que la entrada de naranja sudafricana descienda a partir de octubre, mes en el que comienza la campaña citrícola en Europa.

La moción aprobada por GPER, GPP, GPS, GUP, el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV) y las fuerzas políticas del Grupo Mixto (excepto Compromís) insta al Gobierno a vigilar el cumplimiento estricto del pacto y a solicitar, si es el caso, la cláusula de salvaguarda para preservar los intereses citrícolas españoles.

En la defensa de la moción, Miguel José Aubà i Fleix, del GPER, ha recordado que los agricultores están "muy preocupados por las consecuencias del acuerdo", ya que amplía hasta el 30 de noviembre el periodo de importación de cítricos de Sudáfrica, en los que se ha detectado "la temida plaga fungicida de la mancha negra".

El Senado también demanda que el Gobierno solicite a la Comisión Europea (CE) que realice "un estudio de evaluación del impacto del acuerdo" en el sector citrícola comunitario" y adopta "medidas compensatorias" en el caso de que sean perjudicados los productores.

La moción pide que se refuercen los programas de vigilancia y que la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) realice un "control exhaustivo" sobre los contratos escritos obligatorios.

También insta al Gobierno a pedir en Bruselas la exigencia a los países afectados por plagas endémicas "garantías sobre el control de la sanidad de sus producciones, el refuerzo de la vigilancia en las fronteras comunitarias" así como de los "instrumentos de control fitosanitario ante la entrada de cítricos".

En su intervención, Aubà i Fleix ha calculado que la introducción y propagación de la mancha negra entre los cítricos europeos podría elevar los costes de producción, sobre todo por mayor uso de fitosanitarios, hasta en un 20 %.

El senador del EAJ-PNV José María Cazalis se ha mostrado a favor de acuerdos internacionales, "siempre que favorezcan el intercambio comercial y las mejoras sociolaborales de los países de origen", y no ocurra como con "la importación de conservas de pescado procedentes de Asia, que en un 80 % no cumple ninguna normativa europea".

María Vanessa Angustia, de Unidos Podemos, ha rechazado que se haya firmado el acuerdo "sin un estudio previo del impacto" y ha mencionado que su contenido puede responder a "intereses de las grandes corporaciones y no de los campesinos africanos".

Desde el GPS, el senador Amaro Huelva ha hecho hincapié en la posibilidad de que se produzcan "perturbaciones continuadas en el mercado citrícola" y ha criticado que la CE no haya tenido en cuenta la advertencia de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre la mancha negra.

Carlos Manuel Cotillas, del GPP, ha defendido como "prioritario" que se "proteja tanto al sector económico" citrícola como al consumidor, y aunque se ha mostrado "preocupado" por ambos aspectos ha recordado que hay una cláusula de salvaguardia en el tratado y una directiva europea sobre sanidad alimentaria.

Para Carlos Mulet (Compromís-Grupo Mixto), los cítricos, y en concreto la "naranja como símbolo de la Comunidad Valenciana", han sido "la moneda de cambio" en este acuerdo, cuyas condiciones nunca se habrían aprobado para sectores como el de la leche o la vid.