OPINIÓN

El 2017 será clave para reforzar la competitividad mundial del vino español

lunes, 16 de enero de 2017

El sector del vino afronta un año crucial para mejorar el deprimido consumo interior y mejorar los ingresos por la comercialización exterior, ya que los precios de venta son aún muy inferiores a sus competidores internacionales.


El director gerente de la Interprofesional del Vino de España (OIVE), Jaime Palafox, señala que nuestro país "está en la senda correcta" para reforzar su competitividad mundial.


En los últimos 10 o 15 años, Francia ha liderado el ránking de las exportaciones en valor, pero Italia es la que más ha crecido en términos porcentuales, aunque España ha superado a ésta última gracias a una evolución muy positiva, si se computa sólo el período 2010-2015.


Entre las mayores bazas competitivas, España tiene en los vinos de precio medio o medio-bajo su mayor fortaleza y es líder en graneles, aunque sus precios son muy inferiores a Francia o Italia, y "una posición importante" en vinos con valor añadido (con DO).


El reto pasa, a su juicio, por incrementar el valor de las ventas en ambos segmentos, más aún cuando la calidad es "muy alta".


"¿Cómo se consigue eso. Es una carrera de fondo, de medio y largo plazo, ya que no se puede lograr de la noche a la mañana", añade, porque se necesita una mejor vertebración y ordenación del sector para dar estabilidad tanto a las producciones como a los precios, ya que bruscas oscilaciones de precios pueden provocar la pérdida de clientes y que éstos se decanten por otros proveedores.


Y, además, el sector debe continuar con las campañas de promoción en terceros países (o extra-comunitarios), gracias a los fondos europeos que aporta la OCM del vino, sin olvidar las acciones de divulgación en España, como las que la Interprofesional prepara.


Aumentar el consumo nacional será clave -subraya Palafox-, porque las bodegas tendrían unas rentas aseguradas en este mercado interior y mayor fortaleza financiera para abordar la comercialización internacional después, y aumentar las cifras de las exportaciones.


Mientras tanto, una mirada a la evolución de los precios en origen de los vinos a granel (sin Denominación de Origen, ni Indicación Geográfica Protegida) constata el dispar comportamiento, entre el 2 y el 8 de enero frente a la semana anterior: los blancos suben un 0,45 %, mientras que el tinto desciende el -0,18 %.


Por lonjas, el vino blanco se ha pagado estos días, a granel y salida de bodega, a 2,26 euros por hectogrado en Albacete; 2,64 en Badajoz; 2,81 en Ciudad Real; 2,52 en Cuenca y 2,01 en Toledo, según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama).


Mientras tanto, los vinos tintos lo hacen a 3,07 euros/hgdo en Albacete; 3,16 en Ciudad Real; 3,43 en Cuenca; 3,02 en Badajoz; 3,18 en Murcia; 3,25 en Toledo y 3 euros/hgdo en Valencia.


En cuanto a otros países productores, el instituto italiano Ismea refiere valores en origen en ese país -entre el 2 y el 8 de enero- de 3,25 euros por hectogrado para el vino blanco común, en los mismos niveles de la semana anterior, pero un 6 % más frente a igual período del año anterior.


Por su parte, los tintos italianos acumulan una devaluación del 7,5 % interanual, aunque no han variado en los últimos días.


Ismea recuerda que España cerró diciembre con subidas de precios mensuales de entre el 5 y el 7 % -para blancos y tintos, respectivamente-; e incrementos todavía mayores en tasa interanual, al ganar el 20 % en el primer caso y el 7,6 % en el segundo.


Los vinos franceses despidieron diciembre con una caída del 3-8 % en comparación con el mismo mes de 2015.  

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