Salud

Los fabricantes de alimentos defienden que el aceite de palma es un ingrediente "seguro"

lunes, 10 de abril de 2017


El aceite de palma se encuentra en el punto de mira y todos los focos se dirigen hacia la industria alimentaria, que defiende el uso de un producto "seguro", permitido por las autoridades sanitarias, y destaca sus propiedades. Representantes del sector en España han salido en defensa de un ingrediente que se ha visto envuelto en una intensa polémica esta semana, después de que grandes cadenas de supermercados hayan solicitado a sus proveedores que dejen de utilizarlo.


Frente a las críticas emitidas por diferentes expertos y nutricionistas al aceite de palma por su elevado contenido en grasas saturadas, desde la propia industria aseguran que su consumo "no entraña riesgos específicos en la aparición de enfermedades cardiovasculares en personas sanas", siempre que se enmarque dentro de "una dieta variada y equilibrada".


En este sentido, las autoridades sanitarias coinciden en considerar el aceite de palma un ingrediente seguro, aunque recomiendan tomar con moderación los productos que lo contengan debido precisamente a que también es rico en grasas saturadas.


"Entre otras propiedades, el aceite de palma contribuye a alargar la vida útil de los alimentos, permitiendo su disponibilidad durante todo el año y manteniendo intacta su calidad. Además, contribuye a la palatabilidad -es decir, a que sea apetecible-, la estabilidad térmica, la resistencia a la oxidación, la textura y la suavidad", han explicado estas mismas fuentes.


Este ingrediente suele ser utilizado para fabricar cremas, salsas, pasteles, bollos, galletas, precocinados y aperitivos, pero también por la industria cosmética.


Su uso se extendió a nivel mundial con la entrada en el siglo XXI, cuando las críticas a las grasas hidrogenadas por motivos nutricionales llevaron a los fabricantes a ver en el aceite de palma una alternativa idónea.


De hecho, las principales multinacionales dedicadas a la producción de esta grasa estiman que el consumo mundial pasó de 14 millones de toneladas en 1995 a superar los 61 millones de toneladas en 2015, aunque una parte se debe también a su uso en el sector de los biocombustibles.


La producción del aceite de palma se concentra en países tropicales -sobre todo Malasia e Indonesia-, donde su cultivo ha provocado problemas medioambientales y daños a especies locales.


En los últimos años han surgido certificados de sostenibilidad en esta industria, otorgados a aquellas empresas cumplan con una serie de compromisos para no perjudicar el medio ambiente. 

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