Regadíos y Abastecimientos

Los regantes se manifestarán otra vez en breve si no obtienen garantías de agua

miércoles, 10 de mayo de 2017


El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura se movilizará si en el plazo de dos semanas no obtiene garantías de agua para poder afrontar la campaña agraria, según avanzó el presidente del Scrats, Lucas Jiménez, tras reunirse en el Palacio de San Esteban con el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, quien en un guiño hacia el sector ha decidido abrir la ronda de contactos con las organizaciones del sector primario recibiendo a los regantes del trasvase.


Jiménez, quien advirtió que se espera un verano "caliente y seco" al estar los pantanos de la cabecera del Tajo a 5 hm3 de lo que se conoce como 'trasvase cero' (almacenan en la actualidad 373 hm3), explicó al nuevo jefe del Ejecutivo murciano la situación actual, pidiéndole que medie con la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, para prorrogar el decreto de sequía.


Asimismo, le solicitó agilizar una serie de trámites para que el regadío disponga de algo de agua este verano mediante recursos alternativos al trasvase, todos ellos procedentes de la propia cuenca del Segura y cesión de derechos de regantes madrileños.


En concreto, serían entre 21 hectómetros de la desaladora de Torrevieja (Alicante), 25 hectómetros de los pozos de Calasparra y disponer de unos 8 hectómetros de regantes del canal de Estremera y La Poveda (Madrid), entre otros.

Tras más de una hora de reunión en la que también ha estado el nuevo consejero de Agricultura y exalcalde de Lorca, Francisco Jódar, se logró, según éste, "un avance importante" para que haya "una voz única" en torno a un tema endémico como es el de la falta de agua para el levante.

Jódar aprovechó para anunciar que el grupo popular había presentado en el Congreso, a petición de López Miras, una enmienda a los presupuestos del Estado para que se incluya una partida de 4 millones de euros que permitan abaratar el agua desalada para riego, de lo contrario su precio sería inviable para estos agricultores.

Jiménez lamentó que "los vientos que soplan en el resto del país no conduzcan a una paz romana en un bien tan escaso como es el agua", y añadió que un pacto del agua sin inversiones e infraestructuras es "un canto de sirenas".

El representante de los regantes, en tono mas pesimista, auguró un mal futuro no sólo para el regadío, sino también para el abastecimiento humano en el Levante.  


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