El Laboratorio Agroalimentario y de Sanidad Animal de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, unidad responsable de realizar los controles fitopatológicos en la Región de Murcia, analizó el pasado año más de 15.000 muestras pertenecientes a los diferentes programas de control fitosanitarios, incluyendo el control de 60 patógenos diferentes entre virus, viroides, bacterias, hongos y nematodos.
En 2017, entre otros patógenos se ha incluido dentro de los citados programas la detección de ‘Xylella fastidiosa’, empleando técnicas de análisis molecular, según la información facilitada por el Gobierno regional.
El plan de prospecciones incrementará este año el número de muestras analizadas. En el muestreo se incluirán plantas asintomáticas junto al análisis de material vegetal con lesiones compatibles con las producidas por esta bacteria. El análisis de laboratorio complementa la detección precoz que realizan los inspectores del Servicio de Sanidad Vegetal en ámbitos en los que puede desarrollarse esta plaga.
Por otra parte, técnicos de la Consejería participarán hoy y mañana en el curso de ‘Detección de ‘Xylella fastidiosa’ en material vegetal’, dirigido a los laboratorios de diagnóstico fitopatológico de las diferentes comunidades autónomas, impartido por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). El curso se celebrará en las instalaciones que dicho organismo tiene en Moncada (Valencia) como sede del Laboratorio Nacional de Referencia para el diagnóstico de enfermedades en cultivos producidas por bacterias.
El objetivo de este encuentro nacional es el de difusión los métodos de diagnóstico rápidos y sensibles basados en técnicas de biología molecular como el PCR en tiempo real, en aplicación de los protocolos de diagnóstico que marca la European and Mediterranean Plant Protection Organization (EPPO).
‘Xylella fastidiosa’ es uno de los principales patógenos de cuarentena de la UE (Directiva 2000/29/CE). Aunque no está presente en la península, si se está en especial alerta para evitar su propagación desde zonas afectadas, como es el caso de las Islas Baleares, ya que su erradicación una vez implantada es muy difícil. Por ello, resulta imprescindible la detección precoz mediante el control de material vegetal empleando protocolos de prospección adecuados y técnicas de análisis rápidas y sensibles como las que se mostrarán en el curso.
