Récord en la entrada de vencejos en el centro de recuperación con 200 en 15 días por el calor

El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘El Valle’ de la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente ha registrado en los últimos 15 días un ingreso récord de más de 200 ejemplares de vencejo común (‘Apus apus’) y vencejo pálido (‘Apus pallidus’), principalmente pollos en distintas fases de crecimiento.

Estas aves se encuentra en plena fase reproductiva y muy probablemente se han visto afectadas por las altas temperaturas registradas estos días en la Región de Murcia, lo que favorece que muchas de estas crías salten precipitadamente de los nidos por la incomodidad que genera el calor en los mismos, al ubicarse generalmente en agujeros bajo los tejados de casas.

La directora general del Medio Natural, Consuelo Rosauro, resaltó “la importancia de la colaboración ciudadana, para evitar el fallecimiento de estas aves y el trabajo que realizan los profesionales del Centro de Recuperación, ya que la mayoría de estas aves serán devueltas a su medio natural cuando se complete su crecimiento”.

Así, la colaboración ciudadana ha permitido que en el Centro se haya duplicado la entrega de vencejos por parte de particulares con respecto a años anteriores. La directora del Medio Natural se recuerda que “si se encuentra una de estas aves, lo mejor es depositarla en una caja de cartón, no dar de comer ni de beber al polluelo y acercarla al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘El Valle’ en la mayor brevedad, para poder prestarle una atención temprana y adecuada que le salvarle la vida”.

Cuando un ejemplar llega al centro es examinado para determinar su estado y se comienza su tratamiento. Dependiendo de su estado y grado de desarrollo, la estancia media de recuperación se sitúa entre una y cuatro semanas. Además, antes de ser puestos en libertad son anillados para el seguimiento científico de estas aves migratorias.

Los vencejos, por su anatomía, son incapaces de levantar el vuelo por sí mismos cuando se encuentran en el suelo, por lo que son una presa fácil para los depredadores y tienen muchas posibilidades de morir por inanición. Además, son aves estrictamente insectívoras que ingieren cada día miles de mosquitos, lo que las convierte en altamente beneficiosas para las personas y los cultivos.