OPINIÓN

La agricultura de regadío, a la palestra en épocas de sequía

lunes, 2 de octubre de 2017

La agricultura usa entre un 70-75 % del consumo total de agua, uso que, en épocas de sequía como la actual y con los embalses por debajo del 40 %, suscita debates sobre si la gestión de los recursos hídricos es la adecuada.


Desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) se defiende la agricultura de regadío, que es un modelo que "crea empleo y frena el despoblamiento", según la directora de Desarrollo Rural y Política Forestal del Mapama, Esperanza Orellana.


Orellana remarca que "el regadío moderno es perfectamente sostenible" y eficiente, y que la política de modernización de regadíos es uno de los elementos más importantes del Departamento.


Sin embargo, desde el sector ecologista, se apunta a pesar de que España es el país con más embalses "per capita" del mundo, 1.300, "en las últimas dos décadas se han construido y puesto en explotación 214 presas más y, aún así, siguen los problemas de abastecimiento en cuanto el régimen de precipitaciones desciende".


Así lo señala Greenpeace, para quien "la sequía es un fenómeno propio de nuestra situación geográfica", pero "el cambio climático y la mala gestión de los recursos hídricos están haciendo que la escasez de agua se convierta en crónica en buena parte de la península".


De hecho, hay cuencas que esta semana, según el Boletín Hidrológico del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, estaban por debajo o rozando el 30 %, como la del Júcar, con un problema ya endémico, al 26,5 %; la del Duero, al 32,7 %; o la del Guadalquivir, al 33 %, y cuyos regantes se enfrentarán al próximo año con toda seguridad a restricciones.


Desde la Fundación Nueva Cultura del Agua, su vicepresidente, Joan Corominas, cree que "el consumo medio para regadío es superior a las disponibilidades que tenemos" y que "no caben más regadíos".


A su juicio, en España "hemos tenido la tendencia" de resolver todo "con más embalses" y se ha seguido incrementando regadíos, pero que "esto no posible mantener; hemos explotado los recursos a tope".


En esa situación, según los expertos, es "fundamental" una correcta gestión de riego, optimizar las infraestructuras y canalizaciones, tanto desde el embalse a la finca, como en la propia explotación para lograr una mayor eficiencia en el uso del agua, explica el director de Operaciones y Negocios Smart Agro de Suez-Fundación Aquae, Antonio Diaz Vendrell.


Hace referencia a estudios internacionales (como los de la FAO) que revelan que la pérdida de agua desde que sale del embalse hasta que llega a la finca es de en torno a un 50-60 % y que en el mundo el 82 % aún se riega a manta y solo un 18 % usa la tecnología que supone un ahorro de agua como goteo, aspersión o microaspersión.


En España, recuerda Esperanza Orellana, la modernización de regadíos ha sido importante en los últimos años, ya que desde el año 2000 se han invertido unos 2.000 millones de euros para hacerlo en más de 500.000 hectáreas y "esa es la vía".


El presidentes de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore), Andrés del Campo, resalta que en España el riego a manta, también denominado por gravedad o superficie, apenas supone el 25,8 %, descenso importante si se compara con el 59 % del 2000.


Recalca que se han hecho grandes inversiones en mejorar y apostar por el regadío localizado o por goteo, que ya supone más de la mitad de los 3,7 millones de hectáreas de regadío y que es importante continuar en esta línea; destaca, además, que una hectárea de regadío produce seis veces más que una de secano y genera una renta cuatro veces superior.


Para Orellana, el uso de la tecnología y la modernización de regadíos son "imprescindibles" en un escenario como el actual de sequía, consecuencia del cambio climático, "en el que es necesario adaptarse a una mayor irregularidad en las precipitaciones".


En España la superficie puesta en riego ronda los 3,7 millones de hectáreas, lo que representa alrededor del 13 % de la Superficie Agraria Útil (SAU) y casi un 60 % de la producción final agrícola.


Vendrell, por su parte, hace hincapié en que la mayor demanda de agua viene de la agricultura, pero ésta es la responsable de proveer de alimentos a la población y mueve en el total del sector unos 120.000 millones de euros, por lo que es "clave para el país".


De ahí, insiste, la importancia de "modernizar los regadíos" y lo "aconsejable medioambientalmente" para un recurso cada vez más limitado.

PUBLICIDAD

SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER

ESTUDIO

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD