Fitosanitarios, biotecnología, fertilizantes, semillas y piensos

El Plan balear de reestructuración de frutales afectados por la 'Xylella' prevé plantar 4.000 hectáreas

miércoles, 25 de octubre de 2017


El Govern ha remitido a las organizaciones agrarias un borrador de las medidas de fomento al sector para minimizar los daños por la plaga de 'Xylella', entre las que figura un Plan de Reestructuración de las Plantaciones de Frutales que busca conseguir entre 4.000 y 6.000 hectáreas nuevas en diez años.


Entre las medidas de fomento planteadas para minimizar los efectos de la bacteria se prevén también la modificación del Programa de Desarrollo Rural (PDR), una mayor aportación autonómica a la prima de frutos secos de cáscara y planes anuales de choque con tratamientos fitosanitarios, ha informado la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca en un comunicado.


Las propuestas han surgido de la Mesa de Seguimiento de xylella y de las mesas sectoriales de viña, frutos secos y olivar y se han remitido a las organizaciones agrarias para que se puedan acabar de consensuar.


Asimismo, la Conselleria ha comunicado de manera formal de la decisión de la Unión Europa, que el 19 de octubre aprobó la Decisión de Ejecución de la Comisión sobre medidas para evitar la introducción y la propagación de Xylella fastidiosa, que reconoce como infectado todo el territorio de Baleares y que supone que se tienen que aplicar las medidas de contención y que España, de acuerdo con las propuestas de la Comunidad Autónoma, tiene que definir las especies aceptadas para la plantación.


El Plan de Reestructuración de las Plantaciones de Frutales (de almendro, algarrobo, albaricoquero, higuera y olivo), recoge una ayuda anual para 2018 de un millón de euros, proveniente del impuesto del turismo sostenible, aunque esta cantidad se puede ampliar según la demanda, para alcanzar entre 4.000 y 6.000 hectáreas de nuevas plantaciones.


El plan, con el objetivo principal de conseguir una reestructuración ordenada y gradual de las plantaciones de frutales, se define a diez años y tiene en cuenta la necesidad de abastecer la demanda y de haber generado en ese plazo los conocimientos suficientes sobre la bacteria y las variedades resistentes a la misma, de manera que se tome la mejor decisión posible en cada caso.


Las ayudas se tienen que vincular al cumplimiento de la "Guía de buenas prácticas agronómicas para la prevención de Xylella fastidiosa", publicada por la Conselleria.


Con respecto a grandes inversiones en frutos secos que se puedan llevar a cabo en explotaciones, se modificarán la intensidad y los criterios de selección que define el Programa de Desarrollo Rural.


Se permitirá que las inversiones relacionadas con nuevas plantaciones de frutos secos puedan llegar al 60 % de intensidad en la financiación y que los criterios de selección de proyectos consideren prioritarias estas inversiones.


En cuanto a la ayuda de la PAC a los frutos secos, que era cofinanciada los últimos años por la UE (unos 53 ?/ha, con 1 millón de euros en total), el Gobierno central (con unos 9 ?/ha hasta 170.000) y la Comunidad Autónoma (unos 18 ?/ha, 380.000 ?); el mes pasado el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente comunicó a la Conselleria que no pagaría su parte de la PAC de 2016.


Ante el contexto actual de debilidad del sector y los problemas derivados de la xylella, la Conselleria se hará cargo de la parte de la ayuda de frutos secos que hasta ahora correspondía al Ministerio, unos 170.000 euros, además de los 380.000 euros que ya asume con presupuesto propio.


Los planes anuales de choque para tratamientos fitosanitarios contra los vectores para la protección de los cultivos son otra de las medidas que prevé la Consellería para la primavera de 2018, con un presupuesto de 168.532 euros 

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