Adolfo Peña es Doctor Ingeniero Agrónomo por la ETSIAM - Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes - de la Universidad de Córdoba y profesor en la misma.
Peña es responsable del proyecto CARCAVA, “Influencia Climática y Agronómica en la formación y evolución de la Red de CArcaVas en la campiña Andaluza”. Sobre este ha querido destacar especialmente: "Conscientes de que los primeros perjudicados son ellos mismos, los agricultores andaluces están realizando enormes esfuerzos por mejorar la salud de su suelo y frenar la pérdida que provocan las condiciones adversas en las que se desarrollan sus cultivos. El sector olivarero, especialmente, lleva tiempo apostando por la implantación y mantenimiento de cubiertas vegetales y por el mínimo laboreo, impulsados por el reconocimiento de estas medidas a través de los eco-regímenes de la nueva PAC y por la innovación que desde proyectos como CARCAVA pone a su disposición nuevas herramientas para luchar contra ese fenómeno". Todo en nuestra sección ‘En nombre propio’, de Agrodiario.
1.- Una pista de su interés por las cárcavas es la dirección de la tesis doctoral “Análisis y modelización de la contribución de la erosión por cárcavas a la producción de sedimentos en la cuenca del Guadalquivir” (2019). ¿Cuál es el estado del suelo de la campiña andaluza actualmente?
El grupo de investigación “Hidrología e Hidráulica Agrícola” de la Universidad de Córdoba al que pertenezco, lleva más de 30 años trabajando en el estudio de los procesos erosivos en fincas agrícolas bajo la dirección del profesor Juan Vicente Giráldez. El interés por este problema no es casual, ya que el largo y cálido estiaje de las zonas agrícolas mediterráneas dificulta la supervivencia de la vegetación herbácea dejando al suelo desprotegido ante las primeras lluvias del otoño, lo que se agrava con las elevadas pendientes, favoreciendo la erosión de la capa superficial y la erosión en cárcavas que son surcos o canales profundos de gran tamaño que llegan a ser permanentes y en muchos casos irrecuperables.
La pérdida de suelo por la erosión en cárcavas, que es el tipo de erosión más importante, no sólo supone la merma de la capacidad de producir alimentos y otros servicios, como la diversidad de la vida en el planeta, sino también la rápida dispersión de los sedimentos y de los productos agroquímicos adsorbidos en ellos y constituye una grave amenaza agraria y ambiental en todo el planeta.
Por ello, entre los múltiples trabajos de nuestro grupo de investigación, entre 2015 y 2019 estudiamos el problema de la cuenca del Guadalquivir, donde la pérdida de suelo y el problema de la existencia de cárcavas es especialmente grave, destacándose, lamentablemente, como la zona de Europa que sufre la mayor amenaza frente a un recurso vital no renovable como es el suelo.
Los datos son irrefutables. A partir de 12 toneladas de suelo perdido por hectárea y año, se considera que un suelo empieza a presentar problemas de erosión. Según la tesis doctoral del Dr. Antonio Hayas que presentamos en 2019, el 40 % de la superficie de Andalucía tiene pérdidas de suelo altas o muy altas según datos de la REDIAM andaluza que coincide con los estudios europeos del Joint Research Centre, esto es, superiores a 50 toneladas por hectárea y año, y esta condición corresponde a la campiña y fundamentalmente al olivar y al cereal.
Si nos fijamos en las cárcavas, en nuestro estudio nos llegamos a encontrar pérdidas de hasta 591 toneladas por hectárea y año, una cantidad de suelo perdido realmente impactante. Para valorar la envergadura del problema, este último dato supone perder de media hasta 5 centímetros de suelo en un solo año, cuando la formación de un centímetro de suelo fértil puede tardar entre 1.000 y 10.000 años en condiciones climáticas favorables para ello.
2.- Actualmente usted participa en el proyecto CARCAVA, que estudia la erosión del suelo en la campiña andaluza. ¿Cuáles son los objetivos de este proyecto?
El proyecto CARCAVA, “Influencia Climática y Agronómica en la formación y evolución de la Red de CArcaVas en la campiña Andaluza”, pertenece a la convocatoria de Proyectos de investigación orientados a los retos de la sociedad financiado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía para el periodo 2023-2025, y aborda precisamente el análisis de los procesos de formación y corrección de cárcavas que están presentes de manera intensa a lo largo y ancho de la geografía andaluza, especialmente en las zonas de campiña.
Efectivamente, a la falta de protección de suelo y a prácticas agrícolas que movilizan la tierra de forma importante, ha de sumarse la concurrencia de fuertes precipitaciones para que la formación de cárcavas se convierta en un problema de grandes dimensiones y generalizado. Y, precisamente, si se analizan las precipitaciones anuales en olivares de la campiña andaluza en los últimos 70 años, éstas oscilaron entre 180 mm en los años hidrológicos 2004/2005 y 973 mm en 2009/2010, con un valor medio de 546 mm. Cabe destacar precisamente, entre los lapsos entre el conjunto de datos de ortofotos aéreas, los periodos 1984-1999 y 2009-2011 que concentraron el mayor número de eventos de precipitación anual extrema positiva. Especialmente intenso fue el periodo 2009-2011, registrándose cantidades de precipitación anual muy superiores a la media, por lo que pueden considerarse periodos anómalos de precipitaciones severas y provocaron la aparición de numerosísimas cárcavas en fincas donde nunca habían existido.
Con el proyecto CARCAVA abordamos el estudio diferencial de cárcavas en cuatro paisajes distintos del olivar andaluz: valles, vegas y marismas, campiñas alomadas, acolinadas y sobre cerros, campiñas de piedemonte y serranías de montañas media, con diferencias notables entre ellos, no solo por los tipos de olivar y suelos que las caracterizan, sino por el régimen pluviométrico. Por ejemplo, en el citado periodo de intensas precipitaciones 2009-2011, encontramos diferencias en la lluvia máxima en un solo día, desde 52 a 213 mm según las zonas.
Precisamente, con el proyecto CARCAVA abordamos esta situación y, gracias a la tesis de la ingeniera Paula González contratada por el proyecto, estamos identificando la dinámica de las cárcavas en cada paisaje. A ello se suma el ritmo acelerado del cambio de cultivos en Andalucía, influenciado por factores como la rentabilidad de los diferentes cultivos en un mercado global, pasando de las 790 mil ha de cereal en 2006 a poco más de 600 mil ha actualmente; y del millón 318 mil ha de olivar en 2006 a casi un millón 600 mil ha actuales, muchas de ellas provenientes de fincas de cereal que se han transformado.
Con este panorama, el proyecto CARCAVA persigue tres objetivos. El primer objetivo se centra en la geometría de las cárcavas desde la unidad elemental, una cabecera y un canal, hasta un conjunto de ellas que interactúan formando una red similar a las redes fluviales, usando sobre todo técnicas fotogramétricas adquiridas con imágenes de satélites y UAV (drones). Se determinarán los patrones de evolución que permitirán desarrollar métodos de conservación más precisos, a diferentes escalas.
El segundo objetivo está motivado por el recrudecimiento de la erosión por cárcavas como consecuencia de los chubascos persistentes del invierno de 2010 en la campiña andaluza. El suelo se saturó de agua y la escorrentía socavó cabeceras y lechos de cárcavas mientras sus paredes colapsaban. Necesitamos saber cómo evoluciona la humedad del suelo y cómo se inducen las cárcavas en estas circunstancias.
El último objetivo es la evaluación de los métodos y prácticas de conservación iniciados en el proyecto de innovación previo. Esas medidas se instalarán en otras fincas incluyendo las dedicadas a cultivos herbáceos. Los resultados deben servir para mejorar la protección del suelo.
3.- ¿Cómo afecta este fenómeno a la productividad agrícola y el medio ambiente atendiendo a los conocimientos actuales sobre la cuestión?
La pérdida de suelo entre las calles de un olivar desnudo o una finca de cultivo extensivo del periodo entre la cosecha y la nueva siembra, no solo implica la pérdida del propio suelo y de los nutrientes que alimentan a la planta, sino que sus efectos se van propagando e intensificando aguas abajo, cuando el flujo concentrado pasa de unas explotaciones a otras hasta que, si se dan las condiciones adecuadas, puede acabar provocando cárcavas o barrancos que no sólo es una forma más agresiva de erosión, sino que genera dificultades de manejo de las explotaciones, llegando a engullir, literalmente, los olivos que encuentra a su paso restando tierra de cultivo y degradando la que queda disponible. Los efectos de colmatación de embalses al final de toda esta cadena son bien conocidos, y generan problemas de colmatación o regulación frente a inundaciones, trasladando un problema original del medio rural al medio urbano.
Evidentemente, la erosión, es uno de los procesos del ciclo geológico y, consecuentemente, un proceso natural. El problema ocurre cuando este proceso se acelera por la intervención humana, como han estimado muchos colectivos científicos, para quienes la intensidad media de denudación del planeta ascendió desde los 16 hasta unos 62 m por millón de años desde la aparición del hombre.
La erosión en cárcavas destaca por su extensión superficial y por el volumen de suelo que movilizan y por eso se le presta una especial atención en este proyecto. La capacidad productiva de gran parte de la campiña está seriamente amenazada por diferentes procesos de degradación del suelo entre los que destaca por su generalización, intensidad e irreversibilidad, la pérdida de suelo por erosión hídrica. Los datos científicos que ya se han comentado corroboran esta amenaza.
En muchas ocasiones desconocemos la cantidad y calidad del suelo que tenemos. Este desconocimiento plantea un problema severo pues la humanidad se alimenta con lo que se produce usando este recurso. Debemos, pues, mantener lo que Virgilio denominaba el ‘genio del suelo’, y lo que en la actualidad se conoce como la ‘salud’ del suelo . Para ello es preciso estimular la formación del mismo, y eliminar, o, al menos, reducir los procesos de pérdida, o de deterioro de su calidad, provocados entre otros por la erosión.
4.- ¿Qué papel juegan las tecnologías avanzadas, como drones y satélites, en el proyecto CÁRCAVA?
El primer objetivo se centra en la geometría de las cárcavas desde la unidad elemental, una cabecera y un canal, hasta un conjunto de ellas que interactúan formando una red similar a las redes fluviales, usando sobre todo técnicas fotogramétricas adquiridas con imágenes de satélites y UAV (drones). Con estas tecnologías se determinarán los patrones de evolución que permitirán desarrollar métodos de conservación más precisos, a diferentes escalas.
En diversas cárcavas de varias fincas con cárcavas desarrolladas con cultivos herbáceos, olivar de secano, y transición de cultivos herbáceos a leñosos, se efectuará un análisis detallado a partir de datos obtenidos con sensores embarcados en UAV (drones) y se instalarán sensores de humedad y medidas de protección para al menos frenar el avance de las zonas erosionadas.
En las cárcavas seleccionadas en las fincas de estudio se realizará una campaña de vuelos UAV a lo largo de los tres años de duración del proyecto para la generación de ortomosaicos y Modelos Digitales de Elevación (MDE) de las zonas de estudio con equipos propios del equipo de investigación de los grupos de Hidrología y Geomática, con la participación del Profesor Francisco Javier Mesas.
Con la información recogida por los sensores embarcados, se explorarán algunos de los índices morfométricos desarrollados en la literatura, y otros nuevos, con el fin de encontrar los que mejor caractericen la dinámica de las cárcavas.
La repetición de las visitas de campo y de los vuelos UAV, sobre todo tras episodios importantes de lluvia, permitirá examinar con detalle la dinámica de las cárcavas, tanto en longitud como en profundidad y anchura.
Respecto al uso de satélites, un conjunto de imágenes es utilizado para georreferenciar cabeceras de cárcavas a lo largo de la cuenca del Guadalquivir, mediante imágenes del Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (PNOA) analizadas a lo largo del tiempo, determinando con ello también no solo la ubicación de las cabeceras actuales identificadas, más de 3000, sino cómo ha ido aumentando la densidad de la red de cárcavas en los últimos 15 años. Por otro lado, los vuelos UAV con sensor LiDAR identificarán con precisión centimétrica las cárcavas de las parcelas piloto seleccionadas en el proyecto, obteniendo modelos digitales del terreno propios y calculando a partir de ellos las características de la cárcava, como anchura y longitud o pendiente de los taludes.
Estos vuelos se repetirán y se comprobará sobre todo después de eventos de precipitaciones severos la evolución de dichas cárcavas, lo que ayudará a comprender la dinámica de las mismas con una gran resolución y detalle y por lo tanto su control a partir de las técnicas previstas en el proyecto, permitiendo así mismo el seguimiento de la efectividad de las medidas de corrección adoptadas.
5.- ¿Qué medidas de conservación implementa el proyecto CÁRCAVA para la protección del suelo?
Entre las medidas de conservación y protección del suelo, el proyecto CARCAVA plantea, fundamentalmente, la instalación de diques modulares para atajar el flujo del sedimento y amainar el flujo del agua en la cárcava, aprovechando los desarrollos efectuados en el transcurso del Proyecto Innolivar, así como la implantación de cultivos de cubierta en calles de olivar y en los aledaños de las propias cárcavas.
Respecto a los diques modulares, se usarán las piezas desarrolladas por la Universidad de Córdoba en el proyecto Innolivar junto a las empresas Agresta y Vialca, compuestas por un conjunto de tres troncos de cono abiertos fijados por la parte inferior a un plato pequeño. El dique deja espacios abiertos para el movimiento del agua, reteniendo el sedimento. Ya se han instalado numerosos diques modulares para el control de cárcavas en varias fincas en Andalucía, con más de 50 actuaciones en 12 explotaciones, muchas de ellas demandadas por los agricultores. Una vez que los diques de contención estén rellenos de sedimentos y consolidados, se incrementará la trabajabilidad de las fincas, debido a la eliminación de los obstáculos de las cárcavas para la circulación de personas y maquinaria agrícola y se detiene el proceso de crecimiento de la propia cárcava evitando su evolución a grandes barrancos del todo incontrolables.
Las mezclas de semillas que se usan para la protección del suelo incluyen más de 10 especies de plantas herbáceas gramíneas y leguminosas. Las especies gramíneas, como el ballica de invierno (Lolium perenne L.), serán muy útiles para proteger y regenerar lentamente la estructura del suelo. Las plantas leguminosas, como la alfalfa, (Medicago spp.) aumentarán el contenido de nitrógeno del suelo estimulando el crecimiento de la población microbiana. Otras plantas, como la mostaza blanca (Sinapis alba L.) potenciarán la biodiversidad de flora y fauna, como insectos polinizadores, como abejas, avispas, mariposas; reptiles, como el lagarto ocelado, (Timon Lepidus), serpientes de la familia de los colúbridos; y en las parcelas experimentales han aparecido pequeños mamíferos como conejos, lirones de jardín (Eliomys quercinus L.) y topos de la familia de los tálpidos. Varias especies arbustivas, como el madroño (Arbutus unedo L.), retamas (del género Genista), y otras, serán muy efectivas para la estabilización de las paredes de las cárcavas.
Nuestra confianza en continuar con las medidas que desarrollamos en el proyecto Innolivar se ve reforzada por el reconocimiento internacional que la European Landowners' Organization (ELO) otorgó en 2023 a la línea 5 denominada ‘Actuaciones de lucha contra la erosión’ que lideró nuestro grupo de investigación. Un reconocimiento que forma parte de los Premios a la Gestión Tierras y Suelos con los que la organización europea, que representa a los propietarios de tierras, fomenta las prácticas de uso y gestión que mitigan las amenazas para los suelos, y del que nos sentimos muy orgullosos.
6.- ¿Cómo cree que influyen las escorrentías por saturación del perfil del suelo sobre la formación y evolución de cárcavas?
Cuando los chubascos aparecen de forma persistente, aunque no sean muy intensos, el perfil del suelo se va humedeciendo progresivamente, alcanzando la saturación total del perfil. En estas condiciones, se puede originar también un exceso de infiltración que se convertirá en escorrentía, conocido como exceso por saturación del perfil, o exceso dunneano, lo que provoca el desplome de taludes por saturación del suelo. Estos últimos procesos son más lentos, pero más duraderos. A diferencia de lluvias cortas torrenciales que, fundamentalmente provocan la aparición de cárcavas y su extensión aguas arriba, los procesos dunneanos o por saturación del perfil provocan el desplome de los taludes por el colapso del terreno situado en el borde de la cárcava. Este tipo de desplomes ocasionan el ensanchamiento de las cárcavas y, por ejemplo, la desaparición de filas enteras de olivos en un fenómeno poco conocido pero muy frecuente en la campiña andaluza.
El caso de finales de 2010 en la campiña andaluza, durante el cual, sin que apareciesen chubascos que descargaran grandes precipitaciones al principio del invierno, su persistencia fue tal que indujo un estado prolongado de saturación de los perfiles de suelo. Esto contribuyó, además, al colapso de las paredes de las cárcavas, existentes o iniciadas en este periodo, como detectamos en trabajos anteriores del grupo de investigación.
En este proyecto se prevé estudiar este tipo de fenómenos. Para ello, en las fincas de estudio seleccionadas, se instalarán sensores de humedad en las proximidades de ambos taludes de una cárcava elegida como piloto (ubicados sin comprometer su estabilidad), más un quinto en la cabecera, todos ellos a tres profundidades que se conectarán con el datalogger que será alimentado mediante placa solar apoyado por una pequeña batería. Se dispondrá en una caja de intemperie que trasmitirá en tiempo real al servidor que se dispondrá al efecto, a través de tarjeta SIM. Esta información permitirá establecer umbrales de colapso de taludes vinculados al resto de parámetros topográficos, de vegetación y climáticos que se recopilarán.
7.- ¿En qué consiste la identificación de cárcavas mediante ortofotogrametría, uno de los resultados esperados en el proyecto?
La ortofotogrametría es la representación fotográfica del terreno. Con esta técnica se consigue aprovechar el contenido informativo de la fotografía aérea y realizar las mismas medidas que en un plano gráfico. Actualmente, tanto los sensores disponibles en satélites como en vehículos embarcados (UAV, aviones) permite obtener la información topográfica en formato digital, lo que permite un importante abanico de operaciones y aplicaciones usando la inteligencia artificial y las herramientas digitales adecuadas.
En este proyecto se recopilarán un número elevado de cárcavas de la campiña andaluza y se analizarán sus redes con métodos de identificación en campo siguiendo metodologías propias para disponer de una primera base de datos.
Como se dispone de varias secuencias de ortofotos aéreas digitalizadas por el Instituto Geográfico Nacional, IGN, junto con la topografía, meteorología, edafología y vegetación de la zona de estudio, se analizará la evolución de las cárcavas, especialmente antes y tras las lluvias de 2010, por ser un año especialmente lluvioso, interpretándola en función de algunos parámetros sencillos (densidad de avenamiento, orden, longitud y número de tramos de cárcavas, y superficies desaguadas). Está previsto identificar en campo las cabeceras de las cárcavas seleccionadas, geolocalizándolas, para completar con 3.000 cárcavas nuevas, en fincas de todo tipo de cultivo. Todo el procesamiento y análisis de los datos LiDAR se realizará con el conjunto de programas del proyecto open-source R.
Posteriormente, a partir de los datos del PNOA se descargará la nube de puntos 3D procedentes de vuelos LiDAR. A partir de la clasificación de la nube de puntos LiDAR se filtrarán aquellos correspondientes a la clase 2 (puntos pertenecientes a suelo desnudo) para la generación de Modelo Digital de Elevaciones (MDE) en formato ráster con resolución espacial 2x2 m. Con métodos sencillos como el algoritmo D8 o el algoritmo matemático de barrido en árbol propuesto por nuestro grupo de investigación, y la estimación de valores de umbrales topográficos, bien sea a través de la superficie que vierte a la cárcava, de la pendiente media o de una combinación de ambos, se desarrollará un código para representar las redes de cárcavas conectadas en un MDE, distinguiendo entre los distintos tramos y los atributos de estos que componen la red. La información de la red de cárcavas por los tramos permitirá optimizar las propuestas de actuación para su control.
Adicionalmente, en las cárcavas seleccionadas en las fincas de estudio se realizará una campaña de vuelos UAV a lo largo de los tres años de duración del proyecto para la generación de ortomosaicos y MDE de las zonas de estudio con equipos propios del equipo de investigación. La plataforma de vuelo a emplear será un DJI Matrice 300 RTK. Los sensores embarcados serán un DJI Zenmuse L1, integrado por un módulo LiDAR Livox, una IMU de altas prestaciones y un sensor RGB de 20 Mpx. Los vuelos para obtener el MDE-LiDAR se harán a una altura media de 80 m sobre el terreno, con una velocidad horizontal estimada de 8 ms-1, frecuencia de escaneado repetitivo 160 KHz y solape transversal del 20%, consiguiendo así una nube tridimensional con más de 150 puntos por m2.
Además, se volará a la misma altura con un solape transversal y longitudinal del 70% y 80% para emplear el sensor RGB y obtener ortomosaicos con resolución espacial de 3 cm. Esta información permitirá evaluar la eficacia de las medidas de protección de suelo y corrección de cárcavas implantadas para realizar recomendaciones útiles para otros agricultores.
8.- ¿Qué conocimientos y experiencias han extraído del encuentro entre el grupo de investigación "Hidrología e Hidráulica Agrícola" de la UCO y Jean Poesen, profesor de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica (KU Leuven), uno de los mayores expertos en erosión del suelo?
Durante dos días del pasado mes de junio, el grupo de investigación AGR127 “Hidrología e Hidráulica Agrícola” de la Universidad de Córdoba ha contado con la presencia del Dr. Jean Poesen, profesor de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica (KU Leuven) y uno de los mayores expertos mundiales en erosión del suelo, con el que se han mantenido sesiones de trabajo en un seminario internacional organizado por el proyecto CARCAVA.
Los trabajos se desarrollaron en dos jornadas el 3 y 4 de junio, visitando cárcavas en olivares y fincas de cereal de Castro del Río, La Rambla y Córdoba y un Seminario Internacional en la ETSIAM de la Universidad de Córdoba con más de 20 investigadores de grupos de investigación de la UCO y del IAS-CSIC.
El aprendizaje ha sido mutuo. Durante las visitas de campo, el Dr. Poesen ha podido comprobar los avances en la lucha contra la erosión por cárcavas que viene llevando a cabo nuestro grupo de investigación, como el uso de cubiertas en calles de olivar, la utilización de albarradas construidas con piezas modulares de bajo peso desarrolladas en proyectos previos como Innolivar y el Go Hidrolivar, y prácticas basadas en la naturaleza (SBN) como el uso de empalizadas vegetales en el fondo de cárcavas o la revegetación de sus taludes mediante especies herbáceas y arbustivas bien adaptadas al clima mediterráneo, autogerminativas y resistentes a condiciones climáticas extremas.
Durante el seminario internacional, ambos grupos de expertos hemos tenido la oportunidad de intercambiar conocimientos y experiencias sobre estos elementos erosivos cada vez más frecuentes en la campiña andaluza y otras partes del territorio español.
En varias ponencias, jóvenes investigadores pre y postdoctorales de la Universidad de Córdoba han presentado aspectos relacionados con la erosión hídrica, como herramientas para predicción del inicio de cárcavas o la generación automática de redes topológicamente conectadas, el estudio de los procesos de ensanchamiento de cárcavas o indicadores para cuantificar la salud del suelo.
Por su parte, el Dr. Jean Poesen impartió la conferencia “Sunken lanes: multifunctional road gullies from the Antropocene” en la que ha desgranado el origen y formación de una interesante evolución de regueros y cárcavas que dan lugar a “caminos hundidos” presentes en muchos lugares del mundo, que aparecen inicialmente como erosión en carriles agrícolas o antiguas vías de comunicación y que, favorecidas por el tipo de suelo más ligero y el paso de la maquinaria, han evolucionado a estas formas permanentes del paisaje que hoy día constituyen incluso atracciones turísticas en muchos lugares del planeta.
En las conclusiones, ambos grupos de investigación que ya han colaborado previamente tanto en proyectos como en intercambio de estudiantes de doctorado, han insistido en la necesidad de seguir avanzando en el estudio de la pérdida de suelo y, sobre todo, en la implementación de medidas para prevenir su aparición o crecimiento que, cuando es muy importante, hace prácticamente imposible su recuperación y provoca grandes pérdidas no solo de un recurso, el suelo, que no es renovable, sino de producción agrícola de las propias fincas, o de infraestructuras hidráulicas como embalses que acaban colmatándose y perdiendo su utilidad.
También tuvimos la oportunidad de conocer algunos de los múltiples trabajos que el grupo del Profesor Poesen está realizando en África, donde muchos terrenos no solo agrícolas sino poblacionales están seriamente afectados por este fenómeno. Profundizamos en los diferentes procesos de formación y de control de cárcavas, como la presentación de los diques modulares patentados por la UCO para este fin.
En definitiva, hemos compartido la preocupación por un problema que es generalizado y un campo en el que es necesario seguir investigando y ampliando el conocimiento de los procesos de avance y formación de las cárcavas. Actualmente, ya estamos colaborando en un estudio en el que se ha generado un nuevo índice de iniciación de cabeceras de cárcavas, a partir de la estancia de la doctoranda Paula González 3 meses en Leuven, junto a Jean Poesen y Matthias Vanmaercke, que aplicaremos a la zona de olivar de la cuenca del Guadalquivir para conocer mejor la dinámica de las cárcavas y su origen, con el fin de preservar el suelo que es el soporte necesario de la producción agrícola y esta, la responsable de alimentar al mundo.
EN NOMBRE PROPIO:
Un lugar de vacaciones: cualquier lugar, pero con la familia y los amigos.
Una comida: más una salada que un dulce.
Actividad para desconectar: leer (y apagar el teléfono móvil).
Un sueño para el sector: que su esfuerzo y su papel esencial para la “vida” sea justamente reconocido por la sociedad.
Un valor: ¿pueden ser tres? Esfuerzo, honestidad y generosidad.