Una empresa desarrollará en Extremadura un proyecto mediante el que recogerá, almacenará y procesará la paja de arroz para convertirla en envases sostenibles a partir de la pasta conseguida, con el objetivo de sustituir a los de plásticos.
Así lo ha anunciado en la Comisión de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio el director general de Agricultura y Ganadería, Antonio Cabezas, que ha comparecido para abordar, a pregunta de Unidas por Extremadura, la quema incontrolada de rastrojos que se está produciendo en las Vegas del Guadiana.
Cabezas ha asegurado que la quema de rastrojos le parece "una practica ancestral, desfasada y anacrónica", no solo por el perjuicio de las emisiones sino por el empobrecimiento a la larga del propio suelo, y ha añadido que las razones que se argumentan para su defensa "no justifican su práctica salvo en casos extremos".
Ha asegurado que desde su Dirección General se intenta concienciar con argumentos técnicos a los agricultores de la necesidad de terminar con las quemas de rastrojos, que pese "a lo llamativo de algunos casos", está disminuyendo en Extremadura.
También ha precisado que al ser una práctica prohibida se inician los correspondiente expedientes, con sanciones que en algunos casos conllevan reducción de las ayudas a percibir, pero no ha ocultado que ese proceso a veces se encuentra con el obstáculo que supone la legislación nacional y europea a la hora de imputar al infractor.
No obstante, ha precisado que en las zonas de regadío esa quema no corresponde con la de rastrojos, sino de restos de cosecha, como pueden ser tomatera, poda de frutales o paja de arroz, que sí esta permitida hasta que se encuentre una alternativa viable.
Cabezas ha explicado que este es un problema compartido con el resto de CC.AA arroceras y ha indicado que "no por comprender la causa hay que cejar en el empeño de reducirlo", ya que la paja de arroz, de no retirarse o quemarse, se descompone y genera tal cantidad de metano que es más perjudicial para el medio ambiente que las quemas.
Por ello, ha destacado "la puerta de esperanza" que puede suponer para solucionar el problema en Extremadura el proyecto en marcha en la región, con una empresa que ha comprado ya instalaciones y desplazado maquinaria recolectora de paja, con la que luego generará envases sostenibles.
"Estamos en la vía de solución de problemas con proyectos integrados", ha dicho Cabezas.
Por su parte, Irene de Miguel ha lamentado los problemas que la inhalación de humos genera en los ciudadanos y ha considerado que desde la administración no se hace lo suficiente.