Unión de Uniones considera que la Presidencia española de la UE, que concluye a final de año, ha resultado intrascendente en relación con los grandes problemas inmediatos que afectan al sector agrario europeo y lamenta que se haya dejado pasar la oportunidad de avanzar en asuntos como las cláusulas espejo en las relaciones comerciales.
“Con más pena que gloria, centrada en temas alejados de la crisis que hoy se vive en el campo y sin sentirnos defendidos ni frente a la competencia desleal de países terceros, ni ante la progresión de las cada vez mayores exigencias que se nos imponen a los agricultores y ganaderos”, esa es la principal conclusión de la Presidencia española de la UE para Luis Cortés, coordinador estatal de la Unión de Uniones.
Para el semestre de Presidencia de España de la Unión Europea, el ministro Luis Planas ya fijó unas prioridades que para Unión de Uniones eran poco ambiciosas y alejadas de las graves dificultades que afectan al sector agrario europeo y, por lo tanto, al español, con motivo de las consecuencias de la guerra en Ucrania y la sequía.
El impulso a tecnologías como las nuevas técnicas genómicas para una agricultura más resiliente frente al cambio climático, la modificación de la regulación de las indicaciones geográficas y la revisión de las normativas sobre la información alimentarias fueron los principales elementos incorporados por el ministro a su agenda de presidencia.
“No ponemos en cuestión que son asuntos de interés, pero desde luego no responden a la situación crítica que estamos atravesando los agricultores y ganaderos” señalan desde Unión de Uniones. Por otro lado, las aspiraciones de Planas de cerrar alguno de ellos, como el de las nuevas técnicas genómicas, ni siquiera se han cumplido y se pasan a la Presidencia Belga.
Por el contrario, sí que se ha avanzado, pero en la mala dirección, en cuestiones como la directiva de emisiones industriales que, en un acuerdo provisional del Consejo y Parlamento, rebaja los umbrales aplicables a las granjas avícolas y de porcino. “Ahora pequeñas granjas que apenas generan ingresos para mantener en la actividad a un ganadero estarán sometidas a vigilancia y prácticas de control que antes no tenían, con más costes y una inmensa burocracia, pero sin apenas impacto medioambiental positivo”, critica la organización.
Asuntos "muy gravosos" para el sector agrario, como el reglamento de Restauración de la Naturaleza, la reforma del Bienestar Animal o el reglamento de usos sostenible de fitosanitarios, han sufrido "una cierta contención" en su tramitación, pero no ha sido gracias a la Presidencia Española, según Unión de Uniones.
De hecho, en el reglamento de Restauración de la Naturaleza el texto que salió del Parlamento Europeo dejaba fuera de las restricciones productivas a los terrenos agrícolas y fue en la negociación con el Consejo, cuando se han vuelto a incluir en el borrador de reglamento.
Algo parecido ha sucedido con el reglamento de usos sostenible de fitosanitarios, que persigue recortar aún más el uso de estos productos en la UE, una regulación que ha sido frenada de momento por el Parlamento Europeo y sobre el que la posición del Consejo, expresada por su presidente de turno, Luis Planas, es favorable a su aprobación.
En cuanto al tema del bienestar animal, ha sido la propia Comisión Europea la que se ha tomado un tiempo para reflexionar a la vista de los informes disponibles sobre el tremendo impacto negativo que tendrían para el sector ganadero europeo algunas medidas como la prohibición de producción en jaulas.
De este paquete sigue adelante, no obstante, la propuesta de bienestar animal en el transporte que reduce los tiempos de desplazamiento a unos límites que va a hacer imposible la comercialización de animales vivos desde algunas zonas productoras tradicionales.
“Tenemos la impresión de que los 6 Consejos, con todas sus reuniones preparatorias y los 20 eventos y conferencias organizados durante la Presidencia española, nos han rentado bien poco a los agricultores y ganaderos”, opinan desde Unión de Uniones.
Por otro lado, la organización critica que durante la Presidencia no se haya adelantado nada en la concreción de las cláusulas espejo en las relaciones comerciales internacionales, “algo fundamental para defender el modelo agrícola europeo” y un asunto sobre cuya necesidad el propio Planas se pronunció poco antes de asumir la Presidencia del Consejo de Agricultura, pero del que “lamentablemente no se ha producido ningún avance”.