Los datos personales para la seguridad alimentaria y la nutrición pueden proporcionarse cuando un individuo lo considera necesario, pero la reventa de esa información "debe considerarse inmoral e incluso ser procesada como ilegal", según la Organización de las Naciones Unidas.
Así lo indica en un informe en el que la ONU insta a mejorar el uso de los datos para la seguridad alimentaria y la nutrición y en el que se muestra la necesidad de establecer un marco legal global que permita la circulación de esta información relevante, preservando los derechos de las personas.
"Los datos personales, como la sangre, son algo que las personas pueden decidir dar cuando sea necesario para obtener un servicio personal (por ejemplo, cuando se da sangre para pruebas médicas), pero que también se debe animar a la gente a donar, cuando hay un claro indicio de que su uso puede contribuir a un bien mayor (como salvar la vida de alguien)", se explica en un comunicado.
"Lo que debería quedar muy claro es que cualquier reventa de dichos datos debe considerarse inmoral e incluso ser procesada como ilegal", se añade en la nota sobre el informe realizado por el Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria y la Nutrición (Ganesan, o HLPE-FSN por sus siglas en inglés) del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA).
El español José María Sumpsi, uno de los 15 expertos que forman el Ganesan de Naciones Unidas, explicó hoy a Efe que "el elemento más novedoso es sin duda el hecho de que se propone considerar los datos y la información relacionada s con la seguridad alimentaria y la nutrición como un bien público".
"Eso facilitaría su circulación y revolucionaría los actuales marcos legales y sistemas de protección de datos", añadió.
El informe exige un replanteamiento de las herramientas de recopilación y análisis de datos para garantizar el uso adecuados de los datos existentes, al "analizar los desafíos y las oportunidades que existen para aprovechar al máximo la revolución de los datos e incluye recomendaciones para los responsables políticos".
Asimismo, proporciona numerosos ejemplos de buenas prácticas de iniciativas de recopilación y análisis de datos sobre seguridad alimentaria y nutrición que podrían mejorarse y utilizarse en el desarrollo de iniciativas similares.
Entre las recomendaciones se encuentran la de crear una mayor demanda de datos para la toma de decisiones entre los Gobiernos, los responsables de formular políticas y los donantes o la de aumentar y sostener las inversiones para la recopilación de datos esenciales en la esfera de la seguridad alimentaria y la nutrición, entre otras.
“Los datos de alta calidad y su análisis preciso y oportuno son esenciales para la toma de decisiones sobre seguridad alimentaria y nutrición", indicó el presidente de HLPE-FSN, Bernard Lehmann.
Y alertó de que "si bien una gran cantidad de datos sobre alimentos puede brindar grandes oportunidades para transformar los sistemas alimentarios, también puede crear nuevos riesgos y profundizar las desigualdades”.
“Las buenas decisiones han de basarse en la evidencia cientifica. Debemos abordar la brecha en la calidad de los datos, ya que es esencial para monitorear el progreso y comprender dónde se encuentra el mundo para lograr nuestros Objetivos de Desarrollo Sostenible", dijo, por su parte, el el director general de la FAO, QU Dongyu.
El presidente del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de las Naciones Unidas, el español Gabriel Ferrero presidió el evento y subrayó la importancia de los datos para los formuladores de políticas, especialmente para los gobiernos y otros que se ocupan de los Caminos Nacionales hacia sistemas alimentarios sostenibles.