El nuevo contrato-tipo para el limón ecológico fija en 40.000 kilos/hectárea el rendimiento de referencia

El nuevo contrato-tipo para el limón ecológico establece un rendimiento de referencia de producción total fijado en 40.000 kilos/ha, de forma que, en caso de superarse, deberá comunicarse previamente tanto a Ailimpo, como al organismo oficial de control de la Comunidad Autónoma donde radique la explotación, con el fin de realizar las comprobaciones oportunas y, de esta forma, garantizar el correcto funcionamiento del sistema.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) recogió ayer las cinco órdenes por las que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) homologa los contratos-tipo para la campaña 2018/19, tres de ellos relativos al limón -fresco, fresco ecológico y transformación- y otros dos para la compraventa de pomelo. Las normativas (APM/557/2018, APM/558/2018, APM/559/2018, APM/560/2018 y APM/561/2018) incluyen un anexo el texto del modelo de cada contrato. 

Desde la Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo destacaron que "esta campaña la gran novedad es la homologación del primer contrato tipo en España que regula la compraventa de un producto ecológico", y que "permitirá aportar transparencia y mayor garantía al sector en la organización de la producción ecológica", según explicó el director de Ailimpo, José Antonio García.

En este sentido, destacó que "para la interprofesional, que cuenta con una dilatada experiencia en la solicitud de homologación de contratos tipo de compraventa para limones y pomelos, tanto para destino a fresco como para industria, estos contratos constituyen una herramienta clave para dar cumplimiento a la ley 12/2013 de la cadena alimentaria y ofrecen la garantía de cumplimiento de las obligaciones que establece en materia de contratación".

 Ailimpo ha sido pionera en España en este tipo de contratos que, a juicio de la asociación, "constituyen un instrumento oficial equilibrado, sencillo y útil, que está consensuado por el conjunto del sector, por representantes tanto de la producción, como del comercio que forman parte de la interprofesional".

Por tanto, añadió, "son contratos que defienden los intereses de ambas partes, comprador y vendedor, que libremente pactan las condiciones de entrega, volúmenes, precios, especificaciones de calidad, plazos de pago, etc., pero en un marco global que ofrece la máxima garantía".

Igualmente, García subrayó que estos contratos "se convierten en una herramienta que permite al sector dar las máximas garantías de calidad y seguridad a los clientes, mejorando la imagen y prestigio de nuestros productos en los mercados tanto de fresco como de productos industrial, puesto que tienen como objetivo disponer de una mayor información, seguridad y garantía contractual sobre la trazabilidad, tratamientos fitosanitarios, abonados y certificaciones de las fincas, así como los requisitos de calidad de la fruta y el procedimiento para realizar los análisis de pesticidas".

El sector de limón y pomelo es el que cuenta con más empresas adheridas al Código de Buenas Prácticas Mercantiles en la Contratación Alimentaria impulsado por el Ministerio de Agricultura, que demuestra un compromiso con la ley y el uso de los contratos-tipo.