Un informe aconseja doblar el consumo verduras y reducir un 50% la carne roja y el azúcar

Un informe avalado por 37 científicos de la Fundación EAT-Lancet aconseja "cambios sustanciales" para alcanzar "dietas saludables" en 2050 y ello requiere doblar el consumo de alimentos como los frutos secos o las verduras y reducir a la mitad el de otros como la carne roja y el azúcar.

Este es uno de los mensajes que recoge el informe, consultado por Efeagro, en el que se señala que los alimentos no saludables y producidos de manera no sostenible representan un "riesgo global" para las personas y el planeta.

En ese sentido, indican que más de 820 millones de personas no tienen suficientes alimentos y "muchos más" consumen una dieta poco saludable que contribuye a una muerte y morbilidad prematura.

Además, remarcan que la producción mundial de alimentos es la mayor presión causada por los seres humanos sobre la Tierra, que "amenaza" a los ecosistemas locales y la estabilidad del sistema terrestre.

Por tanto, ven necesarias las dietas saludables y sostenibles para alcanzar además los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el Acuerdo de París sobre cambio climático.

Entre las conclusiones, ven "probable" que los cambios a ese tipo de dietas beneficien "sustancialmente" a la salud humana, evitando "aproximadamente" entre 10,8 y 11,6 millones de muertes por año.

Los beneficios para el planeta vendrían de no usar tierra adicional para la producción, salvaguardar la biodiversidad existente, reducir el consumo de agua y de las emisiones de nitrógeno y fósforo así como producir cero emisiones de dióxido de carbono o no aumentar las del metano.

La transformación hacia una producción sostenible de alimentos para 2050 requerirá al menos una reducción del 75 % de las brechas de rendimiento, una redistribución global del uso de fertilizantes con nitrógeno y fósforo o una mejora "radical" en la eficiencia del uso de fertilizantes y agua.

El estudio concluye que estos fines están al alcance pero requerirán la adopción de objetivos científicos por parte de todos los sectores para estimular acciones a todas las escalas, a nivel individual y colectivo.