Organizaciones agrarias y de productores
El cierre del trasvase Tajo-Segura hasta mayo provocó pérdidas en hortalizas de hasta un 50%, según Asaja Alicante

El incremento de jóvenes agricultores y del incremento del precio del limón en un 25%, notas positivas de un 2018 lastrado por "precios ruinosos"

martes, 22 de enero de 2019


Joven agricultor moderización regadíos cultivo campo (Foto Junta de Andalucía)


El balance del año agrario 2018 en la provincia de Alicante ha presentado algunas notas positivas. Por un lado, la tendencia alcista de los jóvenes agricultores que se han incorporado al sector, hecho que ha provocado el aumento de la superficie cultivada en 0,5% con respecto al 2017. Y, por otro, la clara rentabilidad que dejó el limón en los productores, ya que vio aumentado su precio en campo en un 25%. 


Sin embargo, el balance global realizado por Asaja Alicante se ha visto lastrado por tres factores: los bajos precios para la mayoría de los cultivos; el cierre del trasvase Tajo-Segura hasta el mes de mayo del 2018, hecho que provocó pérdidas en hortícolas de entre el 30% y el 50%; y la continuidad del plan de Contención por parte de la Conselleria de Agricultura para acabar con el avance de la Xylella Fastidiosa, lo que en términos de producción se traduce en una pérdida de unos 350.000 kilos del fruto.


Desde la organización agraria explicaron que el año agrícola 2018 "ha estado plagado de sombras, pero también ha habido algunas luces". Así, apuntaron, en el anterior ejercicio el mal dato viene de la mano del valor económico de las plantaciones, que ha descendido en un 8,2%, pasando de 711.446.756,17 millones de euros en 2017, a 652.994.627,24 millones de euros en 2018.  Aun así, el balance global de precios en campo del 2018 cierra con un incremento del 5,22% debido al incremento de la cotización del limón en un 25%, cítrico más representativo en la provincia. 


Sin embargo, advirtieron desde Asaja Alicante, "este incremento es dato engañoso, ya que la lectura global de los datos de precios es que, eliminando el efecto del limón, los precios percibidos en origen por el agricultor han sido ruinosos y han afectado de forma muy negativa a la capacidad adquisitiva de nuestros productores, algo que puede condicionar las hectáreas cultivadas y la planificación de cultivo para el 2019, puesto que el empresario agrícola está sujeto a una incertidumbre de precios que influye negativamente en la expansión de cualquier explotación".


La tónica general del año ha sido que las expectativas iniciales de cotizaciones elevadas "se iban desinflado conforme avanzaban las campañas", añadieron las mismas fuentes, detallando que "cultivos que se vendieron a precios irrisorios, por debajo incluso que, en 2017, han sido la granada, la almendra, la oliva, la alcachofa, la uva de mesa o la miel, algunos ni siquiera cubrieron costos de producción".


El caso de los cítricos merece mención aparte. Y es que, "las naranjas y las mandarinas tempranas y de media estación tuvieron cotizaciones insultantemente bajas, como consecuencia directa de la crisis de precios que hay instalada desde que desde hace dos años la Unión Europea firmara con Sudáfrica el acuerdo que le permite la importación de cítricos sin aranceles hasta el 30 de noviembre, fechas en las que en España estamos en pleno inicio de nuestra campaña citrícola, produciéndose una sobreuinundación y saturación de producto en los mercados y entrando en juego una competencia desleal sin precedentes".


CAE LA PRODUCCIÓN UN 12,8%


Con respecto a los datos de producción, el cómputo global del 2018 ha descendido en un 12,8%, pasando de 1.625.759,00 en 2017, a 1.418.127,12 en 2018, destacando fundamentalmente el efecto arrastre de los cítricos en la provincia.


A pesar de esto, uno de los aspectos más positivos y que ha marcado el año agrario 2018 ha sido el de la superficie cultivada, ya que no solo se ha mantenido, sino que ha aumentado en un 0,5%, pasando de 129.155 hectáreas en 2017, a 129.860 en 2018, motivado principalmente por la incorporación de jóvenes agricultores al sector y por la puesta en marcha de numerosos planes de mejora en las explotaciones agrarias. 


Y es que, Asaja Alicante considera que el año 2018 "ha marcado un antes y un después con respecto al movimiento del relevo generacional y la incorporación de nuevos empresarios agrícolas, variante que ha logrado frenar la tendencia de disminución de hectáreas cultivadas que venimos registrando años atrás".


En este sentido, destacaron la Primera Jornada Joven organizada por la asociación, que reunió a más de 280 jóvenes emprendedores agrícolas y ganaderos de la provincia y la constitución la Sectorial Joven de la organización, integrada por 15 empresarios que representarán y defenderán los intereses de los agricultores, ganaderos y apicultores de las nueve comarcas que componen la provincia de Alicante.


"En los dos últimos años 132 jóvenes de entre 18 y 40 años han presentado expedientes para solicitar las Ayudas de Primera Instalación y, de estos expedientes de ayuda a la primera instalación, Asaja Alicante ha tramitado el 62% de los admitidos (81 expedientes en total)", destacó el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte.


TAJO-SEGURA: LA ESPADA DE DAMOCLES


Un año más, sobre la cabeza del sector agrario "ha vuelto a pender la espada de Damocles que supone la incertidumbre de continuidad del trasvase Tajo-Segura", describieron desde la organización profesional agraria alicantina. En este sentido, indicó que la situación hídrica del año 2018 estuvo marcada, principalmente, por el cierre del acueducto, que dejó de enviar agua en mayo del 2017 y no volvió a reabrirse hasta abril del 2018, por encontrase las reservas de Entrepeñas y Buendía por debajo de umbral mínimo trasvasable.


"La escasez de este recurso y una nefasta gobernanza del agua en nuestro país, provocaron durante el invierno y la primavera una situación histórica de emergencia en cuanto a la escasez de recursos hídricos, y entró en grave riesgo la subsistencia y continuidad del sector de frutas y hortalizas en la provincia de Alicante y el sureste español, donde se localiza el 70% de la producción hortofrutícola y el 90% de la producción del limón español", agregaron desde Asaja Alicante


En opinión de Aniorte, "la no disponibilidad del agua del acueducto provocó que en la Vega baja se contabilizaran pérdidas hortícolas de entre el 30% y el 50%, y la producción de limón se viera comprometida al límite, perjudicando a muchos calibres del fruto".


'XYLELLA FASTIDIOSA'


Junto con el agua, la plaga de la 'Xylella Fastidiosa' que afecta a los almendros de las comarcas del norte de Alicante, El Comtat, Marina Alta y Marina Baixa, ha sido el otro "gran caballo de batalla" de Asaja Alicante. Así, durante el año 2018 se han publicado cuatro nuevos brotes.


En estos momentos, en total ya hay 9 brotes con 395 parcelas afectadas y 440 positivos, a falta de 7.000 muestras que aún están pendientes de analizar, por lo que se prevé que los brotes y positivos "van a seguir aumentando en los próximos meses", auguraron desde la organización agraria.


El protocolo de Erradicación que ha adoptado la Conselleria de Agricultura para acabar con la 'Xylella Fastidiosa' implica la destrucción, la cual ya está en curso, de 72.420 almendros de secano, lo que, en términos de producción, se traduce en una pérdida de unos 350.000 kilos del fruto (350tm). 


Por ello, Asaja Alicante estima que si en 2019 se mantiene este protocolo "está en riesgo la desaparición de 4.300 hectáreas de almendros, lo que supondrá prácticamente el 100% de los ejemplares del norte de Alicante, la mayoría de ellos no afectados por la bacteria".


Finalmente, reiteraron que, "ante los nuevos positivos y lo escandaloso del último brote publicado", la Plataforma de Afectados de la 'Xylella Fastidiosa' (AXFA) y Asaja Alicante insistieron en que es necesario y urgente sustituir el Plan de Erradicación por uno de Contención menos agresivo con el territorio.


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