Ganadería y Pesca

Proponen invertir en vacunas y limitar el uso de antibióticos en animales

jueves, 11 de abril de 2019


Sanidad ganadera (Foto Junta de Andalucía)


Invertir más en vacunas y limitar el uso de los antibióticos en los animales son algunas de las sugerencias que propuso el grupo de coordinación entre agencias internacionales para evitar la resistencia a los antimicrobianos.


La experta Dame Davies, coordinadora de ese grupo establecido por el secretario general de la ONU, señaló en un acto en Roma que se deben acelerar los avances en todos los países e innovar en alternativas "seguras" a los antibióticos, cuyo mal uso hace que cada vez sean menos eficaces.


Para eso, animó a los países a poner en práctica sus planes de acción, eliminar gradualmente esos medicamentos como estimuladores del crecimiento de los animales en granjas y aumentar las inversiones en nuevas vacunas, pruebas de diagnóstico, el manejo de residuos y otros antibióticos.


"Necesitamos colaborar con el sector privado y la sociedad civil para ayudar a los países en desarrollo", dijo Davies, miembro de ese grupo, en el que participan la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).


Esos países suelen tener más dificultades en acceder a las citadas alternativas, como explicó el representante de Indonesia Gustav Sirait, que precisó que necesitan recursos para recopilar más datos científicos y medir el resultado de sus políticas.


En una primera evaluación, las autoridades indonesias descubrieron que el 80 % de los productores daban antibióticos a los pollos para prevenir enfermedades y, desde que prohibieron en 2017 su uso para fomentar el crecimiento animal, están recibiendo continuas quejas porque "ha caído la productividad".


El director del Instituto sueco de Veterinaria, Jens Mattsson, recordó que en su país la prohibición de los antibióticos como promotores del crecimiento en 1986 también hizo disminuir la producción, pero con el tiempo han mejorado las medidas de control y las condiciones higiénicas de las granjas, donde actualmente un 96 % de las infecciones reciben un "tratamiento individual".


Suecia, uno de los países europeos donde menos antibióticos para animales se venden, tiene la ventaja de estar geográficamente aislado y contar con una fuerte concienciación social y una larga tradición en la prevención y el control de infecciones, según Mattsson.


En Noruega, por ejemplo, la industria del salmón redujo el uso de antibióticos en la acuicultura tras pasar a utilizar en la década de 1990 una vacuna que había sido desarrollada para combatir la forunculosis, una enfermedad bacteriana que amenazaba el sector.


Cada año se calcula que mueren unas 700.000 personas en todo el mundo por infecciones de bacterias que son resistentes a los antimicrobianos, una cifra que va en aumento, según la ONU, que recuerda que el 60 % de los patógenos que afectan a los seres humanos provienen de los animales. 

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