COAG prevé campaña aceite de oliva media-baja por las altas temperaturas

Las altas temperaturas y la falta de lluvias auguran que la próxima campaña de aceite de oliva será media-baja, según COAG-Andalucía, que recomienda a las cooperativas no vender el aceite a los precios que actualmente ofrece el mercado, que no permiten cubrir costes de producción.

Según ha informado la organización agraria, la situación comienza a ser preocupante porque lo que se preveía como una cosecha media puede transformarse en media-baja debido a la ausencia de precipitaciones y a las altas temperaturas.

Esto ha provocado que el olivo tire más fruto de lo esperado, dándose problemas de cuajado irregular y zonas con flores totalmente abortadas donde no merecerá la pena recoger la cosecha, explica.

Con estas previsiones y ante la "ilógica" situación de los precios en origen del aceite de oliva (cotizaciones desplomadas cuando la producción mundial está por debajo del consumo y cuando España cuenta con casi el 80% de las existencias totales), la cosecha andaluza es la que permitirá abastecer el mercado, por lo que COAG recomienda "no ceder a las maniobras especulativas y no malvender el producto".

Según COAG, en Jaén se ha perdido en torno al 50 % del fruto y los secanos, que suponen la mitad del olivar de la provincia, presentan desde cosecha nula hasta la mitad de una cosecha media.

Algo mejor se encuentra la zona de regadío, aunque después de un cuaje bueno también se están abortando frutos.

En la provincia de Sevilla se da una situación similar, y las expectativas son de cosechas medias bajas o muy bajas; en Málaga también se prevé que la cosecha puede reducirse a la mitad de un año normal, y en Cádiz, de momento, la pérdida puede rondar el 30%.

Por lo que respecta a Córdoba, hay situaciones dispares en las distintas comarcas, con mejor situación en la zona de la Subbética (porque sus variedades son más tardías y su floración y cuaje de momento son normales) y en el Medio Guadalquivir, que al disponer de riego soporta mejor la ausencia de lluvias, pero que aún así presenta una floración y polinización inferior respecto a un año normal, con una merma que ronda el 10 por ciento.