El sector del pollo prevé que aumente su consumo por la jornada laboral continua

La creciente implementación en España de la jornada laboral continua impulsará el consumo de pollo, según el sector, debido a que es un ingrediente habitual en táperes y ensaladas para llevar a la oficina y está muy presente en los menús del día de los restaurantes.

Así lo indica en una entrevista con Efeagro el secretario general de la Interprofesional de la Avicultura de Carne de Pollo (Propollo), Ángel Martín, quien destaca el efecto beneficioso que puede suponer para los miembros de esta industria que una mayoría de trabajadores coman fuera de casa.

Recuerda que ya se observa un cambio de patrón en el consumo de pollo, con un trasvase de dentro a fuera del hogar vinculado precisamente a ese mayor número de empleados que ya no vuelven a su domicilio para almorzar y optan por restaurantes con menús del día a precios "competitivos", donde "es raro" que esta carne no aparezca al menos "dos o tres veces" por semana.

Según Martín, la creciente presencia de la carne de pollo en el canal Horeca es "indiscutible" y lo asocia a su imagen de producto saludable bajo en calorías.

Dentro de las carnes avícolas, la que más espacio está ganando en la cesta de compra de los españoles es la de pavo gracias a la apuesta por presentaciones más versátiles (salchichas, chuletas o fiambres), más allá de la imagen del pavo fresco en pieza completa.

"Antes, en España sólo se consumía pavo en Navidad y por eso había poca producción, pero ahora se ha reconvertido con otras presentaciones" en los supermercados.

Al calor de esta tendencia han surgido nuevas granjas y algunas incluso se han reconvertido para pasar de producir pollos a pavos, según Martín.

Los índices de exportación son otra de las buenas noticias para el sector, ya que las ventas fuera de España han crecido en torno al 80 % en los últimos seis años, según sus cálculos, gracias precisamente al impulso del pavo.

En el pasado sus ventas al extranjero se centraban sobre todo en huevos de incubar, pollitas de un día y material genético, pero ahora ha dado el salto a la exportación también de carne fresca y congelada.

La UE sigue siendo su principal destino, aunque también cobran importancia los países africanos del Golfo de Guinea y los asiáticos Vietnam, Hong Kong o Corea del Sur.

Sobre la polémica generada por el uso de "falsos autónomos" en la industria cárnica, el responsable de Propollo admite que también dentro del sector avícola hay algunas salas de despiece que han contado con trabajadores procedentes de cooperativas de trabajo asociado.

Asegura, no obstante, que su uso "no estaba tan generalizado" como en otras áreas y que algunas de esas salas ya han integrado en sus plantillas a los operarios, como pedían las organizaciones sindicales.

Martín, asimismo, se reconoce preocupado por asuntos como el "brexit", especialmente si la salida es abrupta, ya que España exporta "mucho" a Reino Unido y tiene una elevada dependencia de material genético de ese país.

"Está todo muy en el aire y es extraordinariamente confuso", advierte.

Dentro de las relaciones internacionales el sector está atento a la resolución definitiva del tratado de libre comercio entre la UE y los países del Mercosur, sobre el que muestra reticencias.

Desde Propollo insisten en que sólo lo respaldarán si se obliga a que la carne avícola que se importe de esos países cumpla con los mismos requisitos de bienestar y seguridad alimentaria exigidos para los productores comunitarios.

Son "líneas rojas" que no se pueden pasar, según incide Martín.

El valor de la producción de carne de ave supera los 2.500 millones de euros en España (datos de 2017), lo que lo sitúa como el cuarto sector ganadero en importancia a nivel nacional.

Las exportaciones rebasan los 236.000 toneladas, de las que la mayor parte (65 %) tienen como destino un país de la UE.

España cuenta con cerca de 19.000 explotaciones de aves para carne y destaca el crecimiento de las destinadas a los pavos, que aumentaron un 13 % en 2017.