Análisis y estadísticas

El Estatuto de las Mujeres Rurales y del Mar de Andalucía fomentará la igualdad de trato y oportunidades

miércoles, 3 de julio de 2019


Mujer en el campo (Foto Junta de Andalucía)


El Estatuto de las Mujeres Rurales y del Mar de Andalucía promoverá actuaciones para reconocer los derechos de las trabajadoras en los sectores agrario y pesquero, facilitar su autonomía, fortalecer su posición social y económica y eliminar la discriminación en este ámbito. 


El Consejo de Gobierno ha acordado instar a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible a iniciar la tramitación del Anteproyecto de Ley de dicho estatuto, una norma que abordará de manera transversal las políticas de igualdad en el medio rural y el sector pesquero. El Estatuto de la Mujer Rural y del Mar es uno de los objetivos del Gobierno autonómico para esta legislatura.


En este texto se recogerán las medidas necesarias para lograr la igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres rurales y del mar, así como para incorporar la perspectiva de género en todos los ámbitos del sector. Esto supondrá también garantizar su reconocimiento profesional, tanto entre las que viven y trabajan en los sectores agrario, pesquero, marisquero y acuícola, como entre las que llevan a cabo la transformación de los productos derivados de dichos sectores de forma artesanal o a través de pequeñas empresas y actividades auxiliares.


Es frecuente que en el medio rural y pesquero las mujeres sufran una triple discriminación al ejercer una actividad económica invisibilizada o sometida a grandes incertidumbres, en un entorno muy masculinizado y en un medio con poco apoyo social. Las situaciones sociodemográficas se traducen en falta de oportunidades para desarrollarse personal y profesionalmente.


No obstante, las mujeres juegan un papel fundamental en el desarrollo sostenible y el mantenimiento del medio y la sociedad rural, y sin ellas no puede entenderse el avance de los territorios rurales. De hecho, la ONU se ha propuesto erradicar durante la próxima década la discriminación que sufren las mujeres, tal y como se recoge en la Agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.


El actual Gobierno andaluz ha demostrado su implicación en la lucha por la igualdad a través de varias medidas, entre las que se encuentra la puesta en marcha en 2019 de una programación de sesiones formativas para explicar el funcionamiento del Registro de Explotaciones Agrarias y del Registro de Titularidad Compartida. 


De esta forma se espera seguir incrementando el número de inscritos en Andalucía en este segundo censo, que actualmente asciende a 24 titulares y sitúa a la comunidad autónoma por delante de la mayoría de los territorios de España en un tiempo récord, ya que en enero de 2019 el registro contaba con tan sólo una explotación inscrita.


Asimismo, la Consejería de Agricultura avanza en esta línea a través de la inclusión de criterios de igualdad en numerosas órdenes de ayudas del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía. Junto a ello, se respalda a las mujeres que trabajan en la pesca y la acuicultura a través de la concesión de un incentivo para la asociación que las representa. Esta subvención, que en 2018 ascendía a 18.000 euros, se ha incrementado este año hasta alcanzar los 44.000.


Finalmente, el Gobierno andaluz ejecuta en la actualidad el I Plan de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la actividad agroalimentaria y pesquera de Andalucía Horizonte 2020.


PORCENTAJE DE OCUPACIÓN


En la agricultura, las mujeres sólo representan el 25,5% de las personas ocupadas. El envejecimiento de la población rural les afecta especialmente, ya que hay más población femenina en el tramo de mayores de 65 años que en el de menores de 15 años, según los datos facilitados por la Junta de Andalucía.


De los contratos registrados a mujeres andaluzas en 2018, el 21,78% correspondió a ocupaciones vinculadas a la agricultura, la ganadería o la pesca, con predominio de la de peón agrícola. De hecho, es el sector primario donde la brecha salarial es más pronunciada (hasta un -66,4%).


Si la media de mujeres empresarias se sitúa en el 32,6%, en la agricultura supone el 23% del empresariado. Sólo un tercio de las agricultoras son titulares de la explotación en la que trabajan y sólo el 11,2% de los puestos fijos en las explotaciones está ocupado por mujeres.


En el caso del sector pesquero, las mujeres representan el 18% de las personas ocupadas, mientras que en las actividades auxiliares suponen un 23%. Cuanto más avanzado es el proceso productivo, mayor es la presencia de mujeres: el 2% en el sector productor, el 25% en la comercialización y un 52% en la industria de transformación.

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