Ciencia

Tratan de crear un microbioma para evitar pérdidas millonarias en el tomate por hongos patógenos

viernes, 18 de octubre de 2019

Invernadero tomate (Foto HortiEspaña)


Un proyecto de investigación trata de desarrollar un microbioma sintético con el fin de reforzar el sistema de defensa del tomate para evitar las pérdidas millonarias que suponen cada año la afectación por hongos patógenos del 15% de la cosecha a nivel mundial.


Este trabajo científico se desarrolla dentro del proyecto de investigación 'Marie Curie Directio', en el que participa el Grupo de Genética Molecular de la Patogénesis Fúngica de la Universidad de Córdoba, que analiza los microbios que conforman la barrera defensiva en los cultivos de tomate.


La meta a largo plazo, según ha destacado el catedrático de Genética y responsable principal del estudio, Antonio Di Pietro, es desarrollar un microbioma sintético a partir de los microorganismos principales que lo componen, con el fin de reforzar el sistema de defensa de las plantas, según ha informado hoy la Universidad cordobesa.


El tomate, al igual que otros muchos cultivos, se ve afectado por distintos patógenos, entre ellos 'Fusarim oxysporum', un hongo con una alta capacidad de mutación que ataca más de un centenar de especies distintas colonizando su sistema vascular.


Con el objetivo de poner freno a esta problemática, el grupo de científicos ha obtenido distintas muestras de suelo en zonas de cultivo de tomate en Córdoba y ya ha aislado cerca de un millar de microorganismos que componen el microbioma, presentes tanto en la raíz de la planta como en la rizosfera, la parte del suelo inmediata a las raíces vivas del cultivo.


En la actualidad, según concretó Di Pietro, se están identificando las especies de estos microbios mediante secuenciación genética, con lo que se pretende seleccionar aquellos microorganismos que son dominantes y que juegan un papel principal en la defensa de la planta para crear con ellos un microbioma artificial, una especie de probiótico que promueve la salud de la planta.


El producto podría aplicarse al plantar la semilla o añadirse con un sustrato al suelo para que ayude al propio microbioma natural a ejercer sus funciones defensivas, como, por ejemplo, competir con los patógenos por el espacio o los nutrientes, o incluso atacarlos mediante la generación de compuestos antifúngicos, además de ayudar a las plantas a crecer y asimilar los nutrientes del suelo. 

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