OPINIÓN

La peste porcina en China deja en la cuerda floja a industria de elaborados

lunes, 18 de noviembre de 2019

La viabilidad de una pyme a la que el coste de la materia prima se le encarece un 52 % en un año se antoja difícil... y eso es justo lo que le ha sucedido a la industria de elaborados del cerdo (como chorizo o salchichón), que afronta una crisis derivada de la peste porcina en China para la que pide ayuda.


El gigante asiático lleva inmerso en una crisis de producción de carne de cerdo desde hace más de un año por la extensión de focos de peste porcina africana, que conllevan miles de sacrificios de ganado, causa un gran vacío en la oferta mundial y deja desabastecido al mercado chino, que busca desesperadamente esa materia prima en todos los rincones del mundo, entre ellos España.

Este escenario ha conducido al sector español a una situación "dual", según señala a Efeagro el secretario general de la Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic), Josep Collado: mientras ese desajuste entre oferta y demanda está encareciendo el cerdo y por tanto reportando mejores precios en origen al ganadero, también está perjudicando a las pymes que sólo se dedican a los elaborados, al subir el valor de la materia prima.

En España, el 99 % de las empresas de este sector son de pequeño tamaño (unas 2.500), dan trabajo a más de 40.000 personas y facturan por encima de los 10.000 millones de euros al año, con volúmenes de producción que rondan los 1,4 millones de toneladas.

Son cifras que están en juego por esta situación que, según Collado, puede prolongarse otros cuatro años más; un periodo prolongado que a su juicio hace necesario implementar medidas.

Entre ellas, apuesta por explorar nuevos mercados (sobre todo Latinoamérica) para reforzar las exportaciones -ahora mismo suponen 160.000 t al año-, potenciar el consumo interno, aumentar la producción nacional o reintroducir para un periodo concreto las restituciones a la exportación para determinados productos.

También es partidario de conseguir que la Comisión Europea (CE) adopte programas de intervención en los mercados que palíen la situación, y recuerda que hay herramientas para combatir los precios bajos (como el almacenamiento privado), pero no para cuando suben.

Fecic mantuvo recientemente una reunión con las patronales cárnicas francesa e italiana -que sufren también el problema- y coincidieron en pedir que la Unión Europea (UE) facilite en algunos de sus acuerdos de libre comercio la entrada de contingentes arancelarios de los productos que necesita la industria cárnica, con la idea de incrementar la oferta disponible.

Por el momento, no se ha repercutido el precio en la distribución y el consumidor final, según Collado, y no por "miedo" al efecto en la compra, sino porque es "dificultoso": mientras la distribución se enrola en "grandes grupos" la industria de elaborados está "bastante atomizada", lo que le dificulta tener fuerza negociadora.

Splendid Foods es una mediana empresa (70 empleados) con sede en Seva (Barcelona), dedicada a la elaboración de salchichón y fuet; su gerente, David García-Gassull, señala a Efeagro que el encarecimiento de la carne es tal que los precios han llegado a repuntar hasta 25 céntimos/kilo en algunas semanas.

"¿Cómo soportas y repercutes ese coste?", se pregunta, para a continuación admitir que es la industria la que intenta asumirlo y, si "ya no es posible", repercutirlo al consumidor, que puede aceptar "ciertas subidas".

Para Gassull el "principal problema" es el "desconocimiento" sobre la "magnitud y la duración" de esta situación, ante la falta de transparencia de China; en su opinión, si se prolonga varios años se acelerarán procesos que, en condiciones normales, hubieran requerido más tiempo, como integraciones verticales, disoluciones, fusiones o absorciones empresariales.

En el caso del grupo de elaborados cárnicos catalán Argal, su consejero delegado, Antoni Escribà, califica de "grave" el encarecimiento de la materia prima, pero admite que la situación es más favorable para empresas como la suya por la diversificación del negocio, con distintas líneas de producto.

Aunque teme que si la carestía se mantiene en el tiempo, y "no se consiguen" repercutir precios, vayan "cayendo los más pequeños".

"Hasta ahora, las empresas han absorbido las subidas, pero si en enero no se consigue repercutir de una forma más relevante, habrá auténticos problemas el año que viene", vaticina.

Un futuro de incertidumbres para los derivados del cerdo, que puede marcar el devenir de su industria en los próximos años, en función de las noticias que lleguen China sobre peste porcina africana. 

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