Comercio Exterior e Interior

Trump se anota una gran victoria comercial con el T-MEC con México y Canadá

lunes, 20 de enero de 2020

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se apuntó el pasado jueves un gran triunfo con la aprobación por parte del Senado del nuevo tratado comercial con México y Canadá, conocido como T-MEC (USMCA en inglés), una sus principales promesas electorales.


Por 89 votos a favor y 10 en contra, el Senado se sumó a la Cámara de Representantes, y ahora pasa a la mesa de Trump para su ratificación.


El mandatario de EE.UU ha asegurado en reiteradas ocasiones que el T-MEC es "el acuerdo comercial más importante" firmado por el país.


"Este histórico pacto no solo moderniza y reequilibra nuestra relación con Canadá y México, promueve el crecimiento, la creación de empleo y ofrece una fundamental certidumbre para agricultores y fabricantes. Cumple otra promesa hecha por el presidente Trump para negociar acuerdos justos y recíprocos", subrayó Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, en un comunicado.


Después de meses de negociaciones y retrasos, la Cámara de Representantes había dado su visto bueno al acuerdo comercial en diciembre con el apoyo de la mayoría demócrata, que había exigido la inclusión de protecciones a las leyes laborales y al medio ambiente en el T-MEC.


El amplio respaldo bipartidista en el Congreso es una rareza dado el contexto de aguda polarización que vive el país desde la llegada de Trump a la Casa Blanca a comienzos de 2017.


De hecho, el Senado se vio obligado a acelerar la votación para evitar que coincidiera con el juicio de destitución al presidente Trump, que está previsto que comience el próximo martes.


Entre los inusuales apoyos figuró el de la senadora y aspirante a la candidatura presidencial demócrata, Elizabeth Warren, representante del ala más progresista del partido, quien indicó que suponía un "leve mejoría", ya que ofrecerá "algo de alivio a los trabajadores estadounidenses".


Uno de los escasos votos en contra provino del líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quien se opuso, al considerar que "aunque incluye muy buenas provisiones laborales" no "encara el cambio climático, la mayor amenaza actual para el planeta"


Pese a las grandilocuentes declaraciones, no obstante, los expertos auguran un impacto positivo pero modesto en la actividad económica.


"Ha sido una negociación impulsada, diseñada y marcada por EE.UU: no ha cedido nada. México es quien ha entregado más, ya que es la que tiene unas cadenas de suministros más densas con EE.UU y Canadá, en cierta medida, puesto que ha tenido que abrir su mercado lácteo a Estados Unidos", señaló a Efe Monica DeBolle, investigadora del centro de estudios Peterson Institute de Washington.


Según un informe de la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos, se espera que con el T-MEC el crecimiento económico aumente en 0,35 puntos porcentuales del producto interior bruto (PIB) anual al sexto año de su entrada en vigor y genere la creación de 176.000 puestos de trabajo.


Entre las novedades, refuerza el porcentaje de componentes de automóviles que deben producirse en la región (del 62,5 % previo al 75 %), se exige que, en gran parte del sector automovilístico, el salario mínimo de los empleados suba progresivamente hasta los 16 dólares la hora en 2023 (para frenar la mano de obra barata en México) y cuenta con una cláusula de posible revisión del pacto a los 6 años.


El nuevo pacto es fruto de un proceso de renegociación del antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se firmó en 1994, a iniciativa de Trump, que lo consideraba obsoleto.


Para entrar en vigor, el acuerdo sólo requiere ahora de la firma de Trump, que se espera se produzca la semana próxima, así como la ratificación por parte del Parlamento de Canadá, ya que las autoridades mexicanas ya le dieron su visto bueno en junio de 2019.


El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firmó en la capital mexicana esa nueva versión con el representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, y la viceprimera ministra de Canadá, Chrystia Freeland. 

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