Laboral

El campo murciano busca unos 36.000 trabajadores para recolección y manipulado ante la falta de jornaleros

lunes, 6 de abril de 2020

Agricultores recogiendo ciruelas en Extremadura (Foto Joaquín Terán)



 

El campo murciano está en plena ebullición en los meses de abril y mayo. En condiciones normales, se suelen emplear a unas 90.000 personas en distintas labores --aclareo, recolección y almacenes--, pero el sector calcula que un 40% de esta oferta, esto es, unos 36.000 trabajadores, no podrá cubrirse este año ante la falta de jornaleros.


El responsable de COAG en en Campo de Cartagena, Vicente Carrión, explicó que los principales problemas para cubrir esta demanda de empleo son las restricciones al transporte debido al estado de alarma y el miedo de la población al contagio del Covid-19, a lo que habría que añadir el cierre de fronteras para poder contratar trabajadores en origen.


Así, relató que normalmente los jornaleros se desplazan el furgonetas o en vehículos particulares, en los que ahora sólo pueden viajar 2 ó 3 personas, según el modelo. Además, muchos de estos trabajadores no tienen carnet de conducir. Desplazar a estos trabajadores en autobús, que pueden llevar 18 pasajeros, supondría movilizar una flota enorme --2.000 autobuses--, con el consiguiente coste económico.


"Las empresas de manipulado y los almacenes están con autobuses actualmente, pero el vehículo compartido, fundamentalmente la furgoneta, era el medio de transporte más habitual para ir al campo", apuntó Carrión, quien abogó por flexibilizar las condiciones de los desplazamientos en este ámbito, "con todas las medidas de protección necesarias".


Igualmente, indicó que "la situación va de mal en peor conforme pasan los días, porque las fechas se vienen encima". En este sentido, detalló que "la patata está a punto de empezar, quedan por recoger lechuga y brócoli, producción de cítricos y otros productos de invernadero, y al mismo tiempo en la Vega Media empieza la campaña de fruta de hueso,  con el aclareo, también muy intensiva en lo que respecta a mano de obra, sin olvidar las plantaciones de melón y sandía temprana".


Por ello, las organizaciones agrarias plantean la posibilidad de que las personas acogidas a un ERTE puedan emplearse en el campo para paliar falta de mano de obra, principalmente de los sectores más afectados por el cierre de negocios, como son la hostelería, el turismo y el comercio, cuya apertura no parece próxima en el tiempo. "Se les podría dar trabajo y habría que ver cómo articularlo para no causar perjuicio a nadie", añadió Carrión.


No obstante, el responsable de COAG en el Campo de Cartagena reconoció que "el miedo es algo muy personal y puede que a algunos les eche para atrás salir de casa", lo que dificultaría la contratación. Por ello, recalcó que es muy importante garantizar las medidas de protección y seguridad, y recordó que el sector no ha parado desde el inicio del Covid-19 "y se está trabajando con todas las exigencias y precauciones, como no podría ser de otra manera".



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