La patronal del vino prevé una caída de ventas de entre el 20 y el 40% por la pandemia

La Federación Española del Vino (FEV) ha estimado que las bodegas cerrarán el ejercicio 2020 con una caída de las ventas de entre el 20 y el 40% como consecuencia de la pandemia, sobre todo por su impacto en la hostelería.

El descenso será más o menos pronunciado en función de cuándo y cómo se produzca la desescalada, según ha destacado este lunes el director general de la patronal, José Luis Benítez, quien ha instado al Gobierno a estudiar ya la apertura de bares y de restaurantes en algunas zonas del país (como Canarias o Baleares).

"Yo creo que hay algunas regiones turísticas donde se podría ir abriendo el canal Horeca con determinadas limitaciones sanitarias. Hay que trasladar a las administraciones que el cierre de la hostelería hace un daño tremendo", ha señalado Benítez durante la presentación de la memoria anual de la FEV correspondiente a 2019.

El retroceso en ventas para este año rondará entre el 20 y el 40%, según Benítez, quien ha recordado, no obstante, que la situación es "cambiante" y es pronto para hacer pronósticos más detallados.

Las bodegas sufren por la pérdida del negocio destinado a hostelería, canal que representa casi la mitad de sus ventas en volumen y dos terceras partes de su facturación.

Por el contrario, la exportación continúa funcionando a un ritmo razonable, de acuerdo con la FEV, que indica que cerca del 90% de las ventas al extranjero se destinan a tiendas y supermercados, lo que contribuye a que el impacto de la enfermedad Covid-19 sea menor en este capítulo.

Ha apuntado que a la crisis sanitaria se suma el Brexit y los aranceles impuestos por Estados Unidos, dos cuestiones clave que siguen generando turbulencias.

Desde la patronal han explicado que en España hay más de 3.000 bodegas y una parte de ellas -que no ha precisado por falta de cifras- ya han aprobado Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

"No sabemos cuántas bodegas desaparecerán por esta crisis, dependerá. Pero también nos preocupa la previsible caída de consumo que habrá después", ha advertido Benítez.

Como dato positivo ha citado el fuerte aumento de las ventas de vino a través de Internet, que en el caso de algunas bodegas concretas ha servido para compensar parcialmente la caída de actividad.

Aun así, ha incidido en que a nivel general el canal "online" apenas representa el 1% de toda la facturación del sector, por lo que por mucho que crezca no dejará de ser residual.

También se detecta desde la FEV un incremento en el número de bodegas que apuestan por producir bolsas de vino contenidas en cajas ("bag in box"), una práctica muy demandada en mercados como los escandinavos y que hasta ahora despertaba reticencias en parte del sector.

El presidente de la patronal, Miguel A. Torres, ha abogado por su parte por estimular la salida de la gastronomía española al exterior con la instalación de restaurantes por todo el mundo, a imagen y semejanza de lo que han hecho países como Francia o Italia, como vía para promocionar el vino nacional de mayor calidad.

La memoria recoge datos de 2019 -hasta el mes de octubre concretamente- y apunta a que el consumo de vino es de unos 22 litros por persona y año en España, lo que refleja que esta cifra ha dejado de caer en los últimos años después de varias décadas a la baja e incluso sube levemente.

Además, las cifras apuntan a que España vende fuera más del doble de lo que consume internamente, señal de que las exportaciones son clave para el sector.

De hecho, las ventas al exterior de vino español generaron más de 3.000 millones de euros entre octubre de 2018 y octubre de 2019, de los cuáles tres cuartas partes procedían del envasado y el resto, del granel y otros productos.

En volumen, sin embargo, la mayor proporción viene del granel, que supone el 44% de los más de 27,4 millones de hectolitros comercializados en el extranjero.