El sector de las bebidas espirituosas pide "auxilio" y niega un 'boom' de ventas en los supermercados

El sector de bebidas espirituosas ha pedido "auxilio" por la delicada situación financiera que afronta como consecuencia del cierre de la hostelería y ha negado que la compra de alcohol en los supermercados se haya disparado, al contrario de lo que apuntan algunos estudios.

La patronal ha avanzado este miércoles en un encuentro telemático que se han dejado de vender nueve millones de botellas en hostelería desde que se decretara el estado de alarma (el 14 de marzo, y en este período se comercializaron 172.000 botellas más en los supermercados que hace un año, lo que equivale a que el trasvase de un canal a otro apenas ha compensado el 2% de las pérdidas en volumen registradas.

"Las pequeñas empresas tienen problemas por no poder acceder a financiación y las grandes sí pueden acceder a créditos, pero tienen problemas de tesorería. Si no reabre la hostelería, el 100% de las empresas del sector están en riesgo", ha alertado el director general de Espirituosos de España, Bosco Torremocha.

"Si no se toman medidas estamos abocados a la desaparición (...) Hay que parar esta sangría ya", ha reclamado el responsable patronal, quien ha lanzado duras críticas hacia el Gobierno por su "falta de sensibilidad".

Torremocha ha exigido al Ejecutivo suspender de forma urgente el impuesto especial que grava las bebidas espirituosas (las que superan los 15 grados), que según sus cálculos supone a las empresas del sector "adelantar" el pago de 84 millones de euros.

Además, le ha pedido que siga el protocolo creado por Hostelería de España en colaboración con otras asociaciones -está previsto que el documento se presente esta misma semana- para reabrir los bares y restaurantes de forma segura y que recuperen su actividad cuanto antes.

En esta misma línea, ha declarado sentirse "perplejo" por que el Ejecutivo no haya accedido todavía a la petición de permitir que los empleados incluidos en los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) se incorporen de forma gradual conforme se vuelva a la normalidad, ya que existe el riesgo de que si no se hace así numerosas empresas de hostelería quiebren.

Torremocha ha afirmado que entre las cerca de 3.800 compañías productoras de espirituosos en España ha habido un escaso porcentaje que hayan recurrido a un ERTE, y ha reconocido que la apuesta por fabricar gel hidroalcohólico se convertirá en una línea de negocio a medio plazo por la demanda existente.

Desde FEBE también han refutado las cifras facilitadas en diferentes informes difundidos en las últimas semanas sobre fuertes subidas en las ventas de espirituosos en los supermercados.

"Son datos que no son reales. Desmentimos categóricamente que el consumo de alcohol entre los españoles esté subiendo, en nuestro país está muy asociado al disfrute social", ha argumentado.

El dirigente patronal ha citado como ejemplo el Panel de Consumo en el Hogar elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que reflejaba subidas semanales en este período de confinamiento de hasta el 112%.

"Hemos contactado con el Ministerio y esperamos una rectificación. No somos los únicos, sabemos que otros sectores también se han quejado. Sus datos no miden la venta en línea de caja y llevan a confusión", ha subrayado.

"Estas cifras están provocando un alarmismo injustificado", ha insistido Torremocha, quien ha recordado que en España el 70% del consumo de bebidas alcohólicas se realiza en hostelería.

Según las estadísticas que maneja la patronal -elaboradas junto a asociaciones del sector de la distribución y la consultora Nielsen-, durante las tres primeras semanas de confinamiento las ventas de este tipo de bebidas en el supermercado se mantuvieron planas y en las tres siguientes crecieron un 7%.

De acuerdo a sus datos, hay categorías con caídas incluso a doble dígito, como son los licores (-10%), ginebra (-11%), vodka (-15%) o brandy, con retrocesos dentro de este segmento de hasta el 48%.

Desde FEBE han avanzado que en 2019 el sector registró una caída de ventas del 3,5% respecto al año anterior, descenso que vinculan con la incertidumbre y la inestabilidad política.

Su director general ha puesto en duda una recuperación de la economía tan pronunciada como se vaticina (por encima del 6% en 2021, tras caer en torno a un 9% este año) por la dependencia de la hostelería y el turismo, y ha advertido el riesgo de que España vuelva a la normalidad más tarde que países competidores como Turquía, Grecia, Francia o Italia.