Tecnología

La recuperación de energía en las redes de distribución de agua de riego podría suponer un ahorro anual del 12,8%

viernes, 22 de mayo de 2020

Ahorro energu00eda riego (Foto UCO)



Un estudio conjunto entre el equipo de investigación de Hidráulica y Riegos de la Universidad de Córdoba (UCO) y el Trinity College de Dublín, ha expuesto que la recuperación de energía en las redes de distribución de agua de riego podría suponer un ahorro energético anual del 12,8 por ciento.


La UCO ha explicado que el estudio analiza en dos provincias andaluzas el potencial que tendría la producción de electricidad mediante la recuperación de energía hidráulica con la implantación de una tecnología incipiente basada en bombas funcionando como turbinas.


Los datos obtenidos a partir de un modelo de predicción que ha analizado el potencial que podría tener en las provincias de Córdoba y Sevilla esta tecnología incipiente, un sistema que obtiene energía gracias a los excesos de presión en las redes de distribución de agua y que emplea bombas como turbinas para generar electricidad.


El equipo ha realizado 177 observaciones en 18 redes de riego y ha estudiado distintas variables como la configuración hidráulica del sistema de distribución, la superficie de tierra regada, requerimientos de agua de los cultivos, la lluvia o la pendiente topográfica.


Mediante técnicas de inteligencia artificial, el trabajo del investigador Miguel Crespo y codirigido por los profesores Juan Antonio Rodríguez y Jorge García, ha podido extrapolar los resultados a más de 164.000 hectáreas de superficie regada.


Según los datos obtenidos, el empleo de la energía recuperada durante la campaña de 2018 habría supuesto un ahorro en estas provincias de 21,05 de Gigavatio-hora, lo que equivale a un 12,8 por ciento de la energía consumida por estas instalaciones de riego en la campaña de estudio.


Este tipo de tecnología, por lo tanto, podría suponer un alivio importante para los bolsillos de las comunidades de regantes ya que, según los datos que maneja el equipo de investigación, el coste energético supone por término medio el 40 por ciento del total del agua.


Además del ahorro energético, este sistema podría suponer una ventaja competitiva al reducir la huella de carbono en los productos agrícolas, algo cada vez más valorado en los mercados.


Aun así, según señala el investigador Juan Antonio Rodríguez, la mayor ventaja de esta tecnología es que "podría obtenerse energía para el riego en lugares en los que no llega la red eléctrica", y en los que suelen usarse generadores diesel como suministro energético.


No obstante, este nuevo sistema de riego, cuya amortización por ahorro energético podría oscilar entre los 5 y 6 años, presenta ciertas desventajas ya que las bombas que funcionan como turbinas son eficientes en un "rango de caudales bastante estrecho", por lo que las oscilaciones típicas de las redes de riego "podrían bajar su rendimiento".


Con el objetivo de sacar el máximo partido a este sistema, el grupo de investigación continúa trabajando en esta línea en el marco de un proyecto internacional sobre eficiencia energética y aprovechamiento del agua que tiene como objetivo fomentar la adopción de esta tecnología de recuperación de energía hidroeléctrica en redes de distribución de agua en la zona atlántica. 

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