EN NOMBRE PROPIO

Berenguer (Riegos de Levante): "La Administración Central debe cambiar la actual política hídrica hacia el consenso con todos los agentes y fijar una defensa clara y definida del regadío español”

viernes, 10 de julio de 2020

Foto javier 2


Javier Berenguer Coves es el presidente de la Comunidad General de Regantes Riegos de Levante, Margen Izquierda del Segura. En Agrodiario hemos querido conocer sus preocupaciones y reivindicaciones a través de nuestra entrevista ‘En nombre propio'.


¿Cuándo y por qué nació la Comunidad General de Regantes Riegos de Levante, Margen Izquierda del Segura? ¿Qué importancia y riqueza ha aportado vuestra institución a vuestra zona de competencia?


La Comunidad General de Regantes Riegos de Levante, Margen Izquierda del Segura nace para dar una respuesta estructural y organizada al suministro de agua de riego en una amplia zona de la provincia de Alicante. El aprovechamiento de las concesiones de agua del Río Segura inicialmente al que se suma la autorización para disponer agua procedente del Trasvase Tajo-Segura, requieren de una organización ajustada a la Ley de Aguas que regula y protege los derechos de los regantes.


La estructura actual como Comunidad General es el resultado de la evolución de la antigua Sociedad Riegos de Levante S.A., del histórico grupo de Hidroeléctrica Española en la Comunidad Regantes Riegos de Levante, Margen Izquierda del Segura y su posterior transformación en Comunidad General, englobando a nueve Comunidades de Regantes (ocho en la actualidad)


La actividad de la Comunidad, garantiza la protección y el mantenimiento  de un sistema de regadío que incluye decenas de kilómetros de canales y sistemas de bombeo y elevaciones que permiten distribuir el agua desde la Vega Baja hasta l´Alacantí, regulando la distribución de los recursos de forma equitativa entre los comuneros que la integran.


Su importancia dentro de la generación de riqueza de los municipios en los que radica su actividad es máxima, debido al peso de la actividad agraria así como a su contribución a evitar el despoblamiento rural.


¿A cuántos regantes representa la comunidad? En superficie agrícola, ¿qué extensión supone en el campo? ¿Qué municipios comprende?


Los regantes que se integran en la Comunidad en la actualidad rondan los 22.000 y las hectáreas superan la cifra de 25.000. Somos una de las Comunidades más grandes de España y de Europa tanto por número de regantes como por superficie.


Comprende los municipios de Albatera, Alicante, Benferri, Callosa de Segura, Campello, Catral, Cox, Crevillente, Elche, Granja de Rocamora, Mutxamel, Orihuela, Redován, Santa Pola y San Juan.


El pasado año se cumplía el centenario de vuestro nacimiento, ¿cuáles son los retos que os faltan por cumplir?


El sector agrícola a pesar de englobarse como “sector económico tradicional” es un sector en constante evolución. La agricultura que se desarrollaba hace cuarenta años, poco tiene que ver con la actual. Se han implantado complejos sistemas de modernización de regadíos, regulados por telecontrol que ahorran agua y recursos humanos. Muchas de las explotaciones agrarias que requieren de energía han implantado sistemas de energías renovables, y se sigue investigando e implantando mejoras tecnológicas en los sistemas de cultivos (tecnología 5G, uso de drones,…)


Pero el reto fundamental que se une a estas fuertes inversiones y apuestas por el sector, es contar con garantía de abastecimiento de nuestro principal recurso: el agua.


Nuestro país cuenta tradicionalmente con una importante discriminación hídrica por zona geográfica contra la que se ha luchado poco o nada. Esto supone que los agricultores tienen al inicio de cada campaña una total incertidumbre sobre si dispondrán de recursos hídricos suficientes para afrontar su planificación. Esto complica enormemente poder asumir compromisos de empleo, comerciales e incluso financieros. Y esto en pleno siglo XXI, convirtiendo al sector en uno de los más vulnerables de nuestra economía. Es necesario contar con una auténtica política de Estado que acometa importantes  infraestructuras y estrategias que garanticen el derecho al agua para todos los ciudadanos, siendo este un derecho fundamental y cada vez más difícil de obtener.


En esta historia centenaria, uno de los momentos clave fue la llegada en los años 70 del agua del Trasvase Tajo-Segura, que cambió los tipos y extendió la superficie de cultivos. ¿Qué supuso en aquella época este hecho para el campo de Campo de Elche y los regadíos del Segura?


El Trasvase Tajo-Segura supuso una herramienta fundamental con la que intentar garantizar estos recursos hídricos al Levante Español, marcando un hito en la historia y evolución de nuestra agricultura. Pero no olvidemos que parte de esta agua que viene a través del acueducto, se destina al abastecimiento, por lo que da garantía y seguridad de suministro a nuestros hogares, a las industrias y a otros sectores esenciales como el turismo.


Nuestra Comunidad antes del Trasvase, sólo recibía agua a sobrantes de la desembocadura del Río Segura, una Cuenca Hídrica que presenta sequías estructurales, por lo que el agua al final del recorrido era y es escasa y de muy baja calidad, limitando mucho los cultivos.


En la actualidad, ¿qué importancia tiene el trasvase para vosotros?


El trasvase después de 40 años de funcionamiento, no sólo no ha perdido importancia en nuestra actividad sino que se ha convertido en un elemento clave para nuestra subsistencia. No me cabe ninguna duda que sin el Trasvase, la agricultura del Levante desaparecerá, y con ella, nuestros pueblos, árboles, nuestro medio de vida y el futuro de nuestras familias. 


FOTO CULTIVOS MODERNIZADOS


¿Considera que el trasvase está en riesgo por la política hídrica del ministerio de Medio Ambiente?


Echo de menos una política clara y comprometida con el sector agrario del Levante Español. Acabamos de demostrar en esta situación de emergencia sanitaria sufrida por la COVID 19 que tenemos la gran suerte de contar con un sector agrario cercano, serio, seguro y comprometido. No han faltado frutas ni verduras en las estanterías de nuestros supermercados. Los agricultores abandonaron las protestas en las carreteras contra la política de precios vigentes para ponerse a trabajar para toda la ciudadanía, y así han estado, están y estarán siempre.


Creo que el Ministerio debería ante todo, defender a la agricultura y al regadío del Levante y considerarlo como un sector esencial y estratégico en cualquier foro de reconstrucción que se vaya a abordar en la actualidad. Sólo tenemos que valorar si queremos un país que dependa de terceros países y de las cadenas de suministros exteriores para algo tan básico como la alimentación. Si dejamos que desaparezca nuestra agricultura, en la siguiente pandemia, estaremos hablando de una crisis alimentaria en lugar de una crisis sanitaria. En lugar de disputar en los mercados internacionales mascarillas o respiradores, lucharemos por abastecer nuestros hogares. No entendería que los gobiernos no hubieran aprendido la lección.


A finales del pasado año, el ejecutivo nacional decidió reducir el envío de agua al trasvase Tajo-Segura para el regadío, ¿qué opina de esta decisión? ¿cómo ha afectado a su comunidad la decisión?


Realmente, es muy difícil de entender. La reducción en los aportes se ha justificado con la existencia de un problema ajeno a la mayoría de las Comunidades afectadas y que existe desde hace muchos años.


Soy partidario de construir en lugar de destruir. Creo que la búsqueda de soluciones debe ser consensuada y bien trabajada. Y hablo de soluciones en plural, ya que los problemas en acuíferos y en el Mar Menor no requieren de una única solución y desde luego el recorte en aportes hídricos a las 80 Comunidades usuarias del Trasvase, desde mi punto de vista, no es una de ellas.


Esta actuación me sugiere el símil del que utiliza dejar a un niño sin comer como medida disciplinaria en su educación.

Creo que hay que buscar un camino en el que en lugar de penalizar, hay que contar con la participación de todos los afectados, y disposición por nuestra parte siempre va a haber.


Esta comunidad va a realizar una importante inversión para desalinizar agua y de esta forma, mejorar la garantía de recursos.  A su juicio, en el futuro ¿las desaladoras podrán sustituir los envíos de agua desde la cabecera del Tajo o pueden ser complementarias ambas acciones para el regadío?


En ningún modo el agua desalinizada puede sustituir al agua del Tajo. Y esto por muchos motivos: primero por la calidad; la riqueza del agua del Tajo en nutrientes esenciales para los productos no es comparable con el agua desalinizada a la que se le han eliminado la mayor parte de estos nutrientes, con el agravante del alto nivel de boro que presenta. En segundo lugar por el precio: el elevado coste de producción, que multiplica por seis el precio del agua del Trasvase, por  impide que este recurso se pueda considerar como principal recurso para nuestros mercados sin elevar los precios a un nivel no competitivo en nuestros mercados. En tercer lugar por la ausencia de infraestructuras suficientes para sustituir un recurso por otro, tanto a nivel de plantas como a nivel de conducciones y regulación.


Los recursos procedentes de plantas desalinizadoras deben ser siempre un recurso complementario del agua de Trasvase. Las mezclas de agua pueden ayudar en momentos de escasez de recursos, y siempre dependiendo de qué cultivos, pero para ello, hay que trabajar todavía mucho en infraestructuras de conducción y regulación, así como en buscar la fórmula para la rebaja de los actuales precios del agua desalinizada.


Por lo que respecta a la inversión en nuestra Comunidad en una Planta Desalinizadora, es precisamente este el objetivo que se persigue: contar con recursos adicionales a un precio aceptable para poder mezclar tanto con el agua del Trasvase como con el agua del río segura en situaciones de escasez hídrica.


En su opinión, ¿cuál es la solución para afrontar el déficit hídrico de la zona?


Yo no hablaría de solución, sino de soluciones. Hay muchos campos en los que se puede actuar tanto desde la Administración Central como desde la Administración Autonómica como, por supuesto, desde la actuación de nuestros agricultores.


La Administración Central como ya he dicho antes, debe cambiar la actual política basada en la definición de límites y máximos hacia una política consensuada con todos los agentes afectados donde se fije una defensa clara y definida del regadío español. A partir de ahí, desarrollar la planificación de infraestructuras y políticas necesarias para garantizarla.


Parece increíble que nos cueste tanto acceder a los foros, mesas y comités donde se decide nuestro futuro y en los que nunca se solicita nuestra participación. Creo que tenemos mucho que aportar a la definición de nuestro futuro.


La Administración Autonómica tiene mucho que decir en políticas de reutilización y regeneración de aguas. Todavía caben muchas actuaciones en este sentido y es urgente abordarlas.


Finalmente nuestros agricultores deben seguir invirtiendo en infraestructuras de modernización y nuevas técnicas de ahorro de agua. Para motivar esta inversión, sólo hay que garantizarles los recursos hídricos mínimos necesarios.


FOTO ELEVACIONES HONDO ELCHE


¿Cuál es la aportación de la comunidad en la protección del medio ambiente? ¿Qué supone la conformación de El Hondo de Elche en este sentido?


Los agricultores de nuestra Comunidad construyeron hace muchos años los dos embalses principales de lo que actualmente constituye el Parque Natural de El Hondo de Elche y Crevillente. Estos embalses reguladores del agua que se recibía del Río Segura, son hoy un hábitat natural perfecto para numerosa flora y fauna, incluyendo algunas especies en peligro de extinción.


Nuestra Comunidad contribuye desde hace muchos años a la defensa de este hábitat en  colaboración con la Consellería de Agricultura de la Comunidad Valenciana, así como participa en numerosas iniciativas para su mejora.


Creo que la colaboración en esta defensa del ecosistema, es un claro ejemplo de la simbiosis que puede reinar entre agricultura y medio ambiente para el beneficio de ambos, en contra del enfrentamiento de intereses que se atribuye desde muchos medios de la opinión pública.


¿Cómo cree que puede afectar el cambio climático al trasvase Tajo-Segura?


El cambio climático afecta ya a nuestra realidad, y evidentemente el Trasvase Tajo-Segura no queda al margen de esta influencia. Los prolongados periodos de sequía que afectan a todo nuestro país, afectan también a la capacidad de almacenamiento y regulación de agua existente en los embalses de cabecera de la Cuenca del Tajo. Son los niveles de almacenamiento en los embalses de Entrepeñas y Buendía  los que determinan la posibilidad o no de trasvasar agua hacia el Levante Español en función de lo regulado en el Ley del Memorándum, que dicta las normas de funcionamiento de esta infraestructura.


Todos tenemos claro que hay que actuar contra el cambio climático para minimizar o evitar sus efectos sobre nuestro ecosistema. Para ello, hay que actuar a través de políticas de uso sostenible de los recursos, incluyendo a la agricultura entre las víctimas de sus efectos y no señalando a la agricultura como agente determinante del mismo.


Precisamente infraestructuras como el Trasvase Tajo-Segura pueden ayudar a evitar parte del efecto del cambio climático, redistribuyendo los recursos hídricos entre el territorio nacional, equilibrando la escasez de cuencas hidrológicas. Si España tuviera interconectadas todas sus cuencas e invirtiera en infraestructuras para captar el agua que se vierte al mar en los fenómenos de lluvias torrenciales estaría en mejor posición de enfrentarse al cambio climático, y esto habrá que hacerlo antes o después.


¿Cree justificadas las críticas al regadío?


Considero que las críticas al regadío se producen por la falta de información.  Hay falta de divulgación de datos no sólo de lo que el regadío aporta a nuestro país bajo indicadores como el PIB o el nivel de empleos que genera, sino también de la contribución a reducir la huella de carbono a través de los millones de árboles que se mantienen gracias al regadío así como la reducción de la desertificación que aportan nuestras superficies cultivadas.


Además son hechos demostrados que los municipios agrícolas reducen el despoblamiento rural y ofrecen un trabajo digno a muchos españoles y extranjeros, que en otro caso, no contarían con un modo de vida alternativo.


¿Detecta una cierta paralización en la política de modernización de regadíos en el resto del país?


Sí; efectivamente el fomento institucional a la modernización de regadíos tuvo una época de oro, al cierre del siglo XX, y estuvo auspiciado y apoyado directamente desde la Administración Pública.


Sin embargo, por las crisis económicas recientes y debido a la falta de presupuesto público para apoyar estas inversiones, se han cerrado las vías de financiación y las ayudas directas a los pequeños agricultores que quisieran acometer este tipo de modernización en sus cultivos.


No hay que olvidar que son inversiones costosas, que evolucionan tecnológicamente en el corto plazo y que requieren de un periodo de retorno de la inversión elevado. Es necesario retomar esta política de fomento de la modernización y debe hacerse desde la Administración Pública.


Por último, ¿cree que los ciudadanos conocen el grado de tecnificación hídrica y agraria del Levante?


En absoluto. El sector agrícola es un sector silencioso y trabajador que no suele divulgar sus logros ni presumir de sus avances, pero se encuentra situado entre los sectores punteros en la búsqueda e innovación de nuevos métodos de cultivo y en aumentar cada vez más el grado de tecnificación a pie de campo.


Existen numerosas Universidades en el Levante e incluso Cátedras específicas con un grado total de dedicación a nuestra agricultura. Se participa en Asociaciones Nacionales e Internacionales para avanzar juntos con agricultores de otras regiones y países, no sólo en el campo puramente agrario, sino también medio ambiental, agroalimentario, de transformación...


Me gustaría aprovechar para trasladar a nuestra sociedad el alto grado de orgullo que para mí supone representar un colectivo como el que se integra en nuestra Comunidad General. Gracias a nuestros regantes alicantinos, disfrutamos de una vida de mejor calidad y contamos con la tranquilidad de saber que no nos va a faltar lo esencial para poder afrontar el resto de retos a los que nos enfrentamos continuamente.


EN NOMBRE PROPIO


Libro: Origen

Película: La Roca

Color: Verde

Una afición: Cocina

Un deseo: Garantía de agua

Un día de la semana: Jueves

Una estación del año: Otoño

Una comida: Arroz de Conejo y Caracoles

Un destino: Mediterráneo

Un refrán: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

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