El agua: caudal de vida, motor económico, soporte de ecosistemas naturales y eje vertebrador de Castilla-La Mancha

El agua supone una fuente de vida para nuestro planeta y el motor de desarrollo para numerosas zonas de España. Este elemento es el componente más abundante en los medios orgánicos y, en promedio, todos los seres vivos están constituidos en un 70 % de agua . Además, el agua es capaz de regular los ecosistemas terrestres, manteniendo un equilibrio necesario para la subsistencia animal y vegetal.

Del mismo modo, el agua sirve para regenerar los ecosistemas acuáticos y terrestres y es, ante todo, un bien público y un patrimonio natural, limitado, frágil e imprescindible que hay que conservar y proteger ahora, para garantizar nuestro futuro y el de las generaciones venideras.

En Castilla-La Mancha, con casi 80 mil km2 y siendo la tercera comunidad autónoma más extensa de España, este elemento significa también motor de desarrollo y soporte esencial para mantener y fijar la población y para revertir el vaciamiento de los pueblos de la comunidad autónoma.

El agua como apoyo para impulsar la economía

Con un territorio eminentemente rural, el agua en Castilla-La Mancha como elemento generador de empleo y de riqueza es un recurso imprescindible para la viabilidad del medio rural y decisivo para evitar el despoblamiento de la región.

Así, el sector agroalimentario castellano manchego, dependiente del agua, representa más de un tercio (34,2 %) de las exportaciones de Castilla-La Mancha. Del mismo modo, da empleo a 24 mil personas de la región y su peso en el PIB de la región es del 14%, uno de los más altos de España (en España el peso del sector agroalimentario en el PIB es del orden del 6%).

Por otra parte, la agricultura de regadío contribuye a la fijación de población. Aunque es la principal consumidora del agua en la región, el 60% de la superficie útil agrícola de Castilla-La Mancha se riega mediante la modalidad de riego localizado, sistema por goteo, con un total de 309.234 hectáreas (un 63 % de incremento respecto de la superficie que se regaba por este método en 2004, que era de 189 mil ha).

Como ejemplo de iniciativa para una buena gestión del agua en Castilla-La Mancha, hace unos años la localidad ciudarrealeña de La Solana puso en marcha un proyecto que contempla la reutilización de las aguas residuales para destinarlas a regadío. Esta iniciativa ha supuesto la modernización del campo aprovechando un recurso tan escaso como es el agua en esta zona, dando una mayor garantía a los regantes a partir de agua más disponible y barata.

Hay que recordar que esta comunidad es la primera región por superficie ocupada en las cuencas de los ríos Tajo, Guadiana y Júcar. Alrededor de 7.000 millones de metros cúbicos de agua recorren anualmente Castilla-La Mancha en su camino hacia el océano Atlántico (Tajo, Guadiana, Guadalquivir) o hacia el mar Mediterráneo (Júcar, Segura, Ebro y Turia).

Eje vertebrador de Castilla-La Mancha

España posee nueve demarcaciones hidrográficas intercomunitarias, de las cuales siete de ellas afectan a Castilla-La Mancha. En concreto, son las referidas al Tajo, Guadiana, Júcar, Segura, Guadalquivir, Ebro y Duero. La Región ocupa una parte importante de la cabecera de cuatro de las principales cuencas españolas.

Así, la demarcación del Tajo ocupa 26.699 km2 en un territorio que abarca las provincias de Toledo, Guadalajara y Cuenca en la que viven 903.000 personas. Por otro lado, la demarcación del Guadiana comprende el sur de Toledo, el oeste de Albacete y Cuenca y casi la totalidad de Ciudad Real, ocupando 26.646 km2 en los que viven 583.000 personas.

La demarcación del Júcar, que ocupa 15.737 km2 comprendidos entre las provincias de Albacete y Cuenca, supone una población de 425.000 personas. También podemos encontrar la demarcación del Segura, ubicada en el sur de Albacete y que ocupa 4.759 km2 en la región, donde viven 64.000 habitantes; la del Guadalquivir, ubicada en el sur de Albacete y Ciudad Real, que ocupa 4.100 km2 en la región, y en la que residen 79.000 personas; la del Ebro, situada en el noreste de la provincia de Guadalajara, y la demarcación del Duero, ubicada en una pequeña extensión del noroeste de Guadalajara, compuesta únicamente por tres municipios de dicha provincia.

Agua y espacios naturales

Las cuencas de Castilla-La Mancha otorgan a esta comunidad autónoma exclusivos paisajes y una biodiversidad única que suponen además un motor económico para el turismo de la región, otro de los sectores estratégicos, al igual que el agroalimentario, vinculado también al agua. Entre ellos, destacamos los siguientes:

Las Lagunas de Ruidera

Castilla-La Mancha posee un lugar parecido a los Lagos de Plitvice de Croacia. Se trata de las Lagunas de Ruidera, un conjunto de 15 lagunas repletas de miradores, cascadas, playas naturales y aguas increíblemente transparentes.

Ruidera fue declarado Parque Natural en el año 1979 y en la propia singularidad de sus paisajes radica su mayor atractivo. No nos vamos a encontrar simplemente con 15 bellas lagunas. Las Lagunas de Ruidera son un conjunto kárstico modelado por la acción de las aguas del Alto Guadiana durante siglos y cuentan con una extensión de 30 kilómetros. Un gigantesco sistema lagunar cuyo rasgo más característico, las barreras tobáceas, permiten la comunicación entre todas ellas a través de cascadas y bellísimos saltos de agua.

Tablas de Daimiel

Las Tablas de Damiel se encuentran en el entorno comprendido entre Puerto Lápice, Daimiel o Malagón, en Ciudad Real. Este humedal, único en Europa, representa al ecosistema llamado tablas fluviales, característico de la llanura central de España.

En el se pueden contemplar las características de una llanura de inundación, producida por los desbordamientos de los ríos Guadiana y Cigüela, con la de un área de descarga de aguas subterráneas procedentes de un acuífero de gran tamaño. Además, cuentan con una potente cubierta vegetal y con una determinada fauna ligada al medio acuático.

Las Tablas de Daimiel fueron declaradas Parque Nacional, lo que supuso un gran paso para la conservación de este valioso y exclusivo enclave regional en el que podemos contemplar la fauna que utiliza este lugar para invernar huyendo del centro y norte de Europa, y la avifauna que lo utiliza para criar, como el pato colorado, la garza imperial o el avetorillo, y 250 especies más.

Nacimiento del Río Mundo

Situado entre los términos municipales de Cotillas, Molinicos, Riópar, Vianos, Villaverde de Guadalimar y Yeste, en las Sierras de Alcaraz y del Segura de Albacete, se encuentra el Parque Natural de Los Calares del Mundo y de la Sima. Este espacio proporciona el disfrute de una gran diversidad paisajística con una enorme conservación que le otorga a este lugar de una exclusividad en relación con el patrimonio geológico, biodiversidad y paisaje de Castilla-La Mancha.

Sorprende por sus formaciones hidrogeológicas y su estructura se compone en torno a cinco grandes unidades como son el Calar del Mundo, donde tiene su nacimiento el río Mundo, el Valle del río Tus, el Calar de la Sima, la Sierra del Cujón y el río de la Vega.

Se trata de un entorno en el que se puede contemplar más de 1.300 especies de flora y alrededor de 174 especies de fauna vertebrada.

El agua como elemento de unión de la sociedad castellano manchega

Además del valor económico y social que el agua supone para Castilla-La Mancha, este bien tan necesario es símbolo de unión en toda la región. Se trata de un elemento que discurre por todo el territorio y que está presente en la mayoría de actividades que se realizan a diario: desde el abastecimiento para consumo humano y cuidado personal, a su uso para determinadas actividades económicas o fines lúdicos. Porque el agua, para Castilla-La Mancha, lo es todo.

En definitiva, la existencia de agua líquida en nuestro planeta ha sido determinante para el desarrollo de la vida. En Castilla-La Mancha, el agua contribuye de forma decisiva al progreso de la economía regional y ayuda a afrontar el reto demográfico.