Aceite

La depreciación del aceite oliva hizo retroceder casi un 3% las ventas en cooperativas

miércoles, 8 de julio de 2020

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La depreciación en origen que viene arrastrando el aceite de oliva hizo retroceder, ya en 2018, un 2,7 % la facturación general de las cooperativas agroalimentarias españolas en comparación con 2017, hasta quedarse por debajo de los 30.000 millones de euros (29.365 millones).


Es uno de los datos recogidos en el informe socioeconómico sobre 2018 presentado este martes en rueda de prensa telemática por el director general de Cooperativas Agro-alimentarias, Agustín Herrero, y por su presidente, Ángel Villafranca, quienes han hecho un balance de la evolución del cooperativismo desde 2006, cuando comenzaron estos registros.


Ese retroceso cercano al 3 % en facturación directa lo vincula Herrero "fundamentalmente" a la bajada del precio en origen del aceite, lo que absorbió el incremento de ventas que sí habían registrado el vino, la alimentación animal y el lácteo.


Ha recordado que las cooperativas están "muy influidas" por la evolución de los mercados en origen ya que su "principal actividad" es la de vender productos agrarios y el aceite de oliva es uno de los principales junto a los hortofrutícolas.


No obstante, desde 2006, las ventas de las cooperativas agroalimentarias han crecido un 46 %, pasando de 20.095 a esos 29.365 millones de euros, lo cual revela una "tendencia muy positiva".


La facturación global (incluyendo el negocio que reportan sociedades mercantiles en la que las cooperativas tienen capital invertido) casi llegó a los 33.000 millones de euros, eso es un -0,9 % anual y un +20,7 % desde 2013 -primer año con datos-.


España cuenta con 3.669 cooperativas (30 menos que en 2017), de las que 3.190 son agrarias y 479 son Cooperativas de Explotación Comunitaria (CEC).


El 75 % del cooperativismo agrario se concentra en seis comunidades autónomas, encabezando la lista Andalucía (713), Castilla-La Mancha (431) y Castilla y León (337).


También el 78 % de la facturación cooperativa se encuentra en seis regiones y Andalucía sobresale al resto con una cuota del 38 % del total nacional de ventas.


El número de socios roza los 1,16 millones, un -1,1 % anual y un -0,1 % respecto a 2007, una situación "estable", según Herrero.


Son entidades que generan más de 111.000 empleos directos (+22 % desde 2007 y +5 % 2018-2017) pero es una cifra que no incluye a los trabajadores que hay en las explotaciones de los socios cooperativistas por lo que su repercusión en el mercado laboral sería "más elevada".


Se trata de un empleo "fijo, estable y de calidad" y que también marca una progresión "positiva.


Por sectores, el hortofrutícola representa el 29 % del volumen de facturación, aceite de oliva (14 %), suministros (13 %), vino (8 %), alimentación animal (8 %) y herbáceos (6 %).


Casi la mitad de las entidades ofrece servicios de suministros (input para los socios), una actividad que suele compaginarse con otras como la venta de aceite de oliva (un 35 % lo hace) o frutas y hortalizas (24 %).


El 31 % de las cooperativas exporta de tal forma que el 31,5 % de las ventas ya se obtiene de ese negocio en el extranjero.

Se produjo asimismo un descenso del 4,1 % anual del valor de esas exportaciones por la "importante caída de facturación" en el aceite de oliva, según el informe.


Comparado con 2011, el negocio exportador ha crecido un 71 % y el sector cooperativo representa el 16 % de las ventas al exterior del sector agroalimentario español.


Herrero ha detallado otros datos como el importante impulso a la producción ecológica: el número de cooperativas que tienen alguna línea dedicada a esos cultivos se disparó un 199,2 % desde 2011 (ahora hay 362 entidades en ecológico) y la cifra de negocio lo hizo un +501,5 % (582,9 millones).


Las mujeres representan un 26 % de la base social, un 7,4 % de los consejos rectores y un 3,6 % de las Presidencias.

Ha habido algún "ligero incremento" en la representatividad de los consejos en los últimos años pero Herrero ha indicado la necesidad de seguir con planes de acción "activos y proactivos" para "reducir las barreras" que les puedan impedir acceder a puestos directivos.


En 2018, el 41 % de las cooperativas era micro (menos de 10 trabajadores y menos de dos millones de euros de facturación); el 39 % eras pequeñas (10-50 empleados y 2-10 millones de euros); el 15 %, medianas (20-250 trabajadores; 10-50 millones de euros) y el 5 % restante grandes cooperativas (más de 250 empleados y más de 50 millones en facturación).


Sobre esa estructura, Herrero ha señalado que hay una evolución hacia el "crecimiento" empresarial cooperativo, algo "clave" para "la mejora de la competitividad".


Villafranca, por su parte, ha destacado el papel de la cooperativas como "empresas sostenibles, estables y radicadas al 100 % en el territorio".


Con su facturación, "mantenemos la sosteniblidad económica, en gran parte, y la utilizamos para hacer sostenibilidad ambiental", ha dicho.


Además, no se ha olvidado de la crisis generada por la pandemia del coronavirus porque cree que será "muy diferente" a la recesión económica de 2007-2008.


Ha resaltado que el sector cooperativo tiene "la cintura suficiente" para adaptarse a ese cambio y ha pedido también esa misma capacidad de adaptación a las circunstancias para la PAC y a las normativas que aprueben las administraciones. 

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