Regadíos y Abastecimientos
Fenacore pide incrementar un 25% la capacidad de los embalses para "no desperdiciar" el agua de las nevadas

Las abundantes nieves dejadas por 'Filomena' en la cabecera del Tajo aseguran los trasvases hasta primavera

miércoles, 13 de enero de 2021

Embalse de Buendu00eda nieve (Foto Miteco CHT)



Las abundantes precipitaciones en forma de nieve en la cabecera del río Tajo por el paso de la borrasca Filomena garantiza agua suficiente en los embalses de Entrepeñas y Buendía para trasvasar a la cuenca del Segura hasta, al menos, la próxima primavera.


Así lo ha asegurado el presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE) y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), el catedrático Jorge Olcina.


Según Olcina, antes de Filomena esos pantanos desde donde se suministra al trasvase (Entrepeñas y Buendía) tenían un volumen embalsado de 615 hectómetros cúbicos, cifra que con toda probabilidad se elevará a los 650 "o incluso más" en las próximas semanas por el proceso de deshielo.


"Por lo tanto se garantizan los envíos del trasvase" ya que "el umbral mínimo (sumados los dos embalses) está situado en 400 hectómetros cúbicos, a partir del cual se interrumpen los envíos".


De esta manera, ha proseguido el experto, "con lo que hay y lo que se seguirá almacenando en las próximas semanas está garantizado hasta la primavera, seguro", el trasvase del Tajo a la cuenca del Segura.


"La cantidad de nieve acumulada estos días en la montaña ibérica garantiza caudales abundantes en la cuenca del Tajo y especialmente en la cabecera del río para todo este año, lo cual es una buena noticia también para el sureste peninsular", ha incidido.


Filomena también ha repercutido favorablemente en la cabecera del Segura y ayudará a elevar las reservas de sus pantanos, pese a que en esta zona geográfica "la nevada no ha sido tan importante".


Olcina ha señalado que esta borrasca responde a una nueva situación meteorológica en la que "los fenómenos extremos cada vez son más frecuentes y son consecuencia indudable del calentamiento de la atmósfera".


Para el presidente de los geógrafos españoles, la causa es la alteración de la circulación atmosférica en el hemisferio norte, que ocasiona llegadas de masas de aire contrastadas "cada vez más enérgicas que provocan eventos más violentos".


De Filomena, ha destacado que para Madrid ha sido un episodio histórico que "por mucho que se quiera comparar con la ola de frío de las navidades del 1970-71, no tiene comparación ni un antecedente histórico próximo: Como poco habría que remontarse al temporal de nieve de 1904 en Madrid". 


GARANTÍA DE AGUA


A su vez, las nieves de la borrasca 'Filomena' pueden asegurar que los agricultores de regadío de las cuencas hidrográficas del Ebro, Duero, Segura, Tajo o Júcar "tengan garantizada el agua" en la campaña 2021, según la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore).


El presidente de Fenacore, Andrés del Campo, ha declarado que Filomena tiene consecuencias positivas para los regantes y da "muchas garantías" a los agricultores de regadío, sobre la posibilidad de tener agua disponible para sus producciones este año.


Ha aludido a las reservas de la cuencas del Ebro, Duero, Segura, Tajo o Júcar, mientras que las del Guadalquivir están en peor situación porque ha llovido menos. Del Campo ha explicado que en los canales de riego se acumularon bloques de hielo, lo que podría causar problemas pero "se han solucionado" con maquinaria pesada o excavadoras.


Si el deshielo se produce lentamente, por temperaturas bajas, como puede ocurrir con la nieve de montañas como las del Pirineo, se convertirá en agua y se almacenará un volumen que podría equivaler "a un gran embalse" o "muchos embalses acumulados".


Dicha acumulación es especialmente positiva en zonas como la del Segura, normalmente afectada por la sequía, según Fenacore.


Además, la nieve tendrá un efecto positivo en la tierra y facilitará la nascencia de cultivos en muchos suelos, en las cuencas del Ebro, Duero y Segura.


"Esto supone que los agricultores de regadío tengan casi garantizada el agua esta campaña si luego hay una pluviometría normal; de momento pueden respirar tranquilos, porque se podrán defender", ha añadido.


Respecto a la recarga de acuíferos, ha explicado que la borrasca tendrá un efecto positivo, que se notará de aquí a un tiempo, incluso cinco o seis meses.


En la zona del Duero, si los fríos retienen el deshielo "la reserva hídrica se puede multiplicar tres o cuatro veces respecto a un año normal", según Del Campo.


MAYOR CAPACIDAD DE EMBALSE


A este respecto, ha añadido que si la nieve se derritiera rápido y lloviera mucho ahora podría haber mucho desperdicio hídrico y solo se aprovecharía el agua de los embalses. Por ello, Fenacore ha pedido incrementar un 25% la capacidad de los embalses para "no desperdiciar el agua de nevadas como las causadas por Filomena".



En este sentido, ha insistido en la reivindicación de aumentar las presas y pantanos porque de esta forma "podrá haber sequía meteorológica, pero no hidráulica", ante los efectos negativos del cambio climático.



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