OPINIÓN

Hacia una convergencia necesaria en 2025

martes, 9 de febrero de 2021

FOTO OPINION FRANCISCO MARTINEZ ARROYO min



Comienza un nuevo periodo de la Política Agraria Común en España, con la apertura del plazo hasta el 30 de abril para que los agricultores y ganaderos puedan realizar la presentación de la solicitud única.


Un año de transición, el primero de dos previstos, y en el que comenzamos a andar el camino del proceso de convergencia en los derechos de pago de la PAC. Una iniciativa adoptada que no es posible aplazar más.


La equiparación de las ayudas directas entre los beneficiarios, es irrenunciable. Y se da el pistoletazo de salida con el objetivo puesto en la convergencia total, que debe producirse, como tarde, en 2025 y sustituir, así, el actual sistema de pagos por superficie, eliminando los derechos históricos.


Y es que estos derechos, han garantizado ayudas en función de las producciones de hace 20 años sin tener en cuenta las producciones reales actuales, generando grandes ingresos para unos pocos agricultores. Y no es entendible, ni justo. Ante una misma superficie y un mismo cultivo, no puede ser que unos cobren el doble que otros. Es una desigualdad que hay que corregir.


Dicho esto, la PAC, con la reforma que se está fraguando y en la que las comunidades autónomas trabajamos con el Ministerio para cerrar una posición nacional, debe partir de la premisa de apoyar un modelo de agricultura y ganadería basado en la explotación familiar, elemento vertebrador de nuestro sector, en todas las regiones. Una PAC que apueste por los agricultores y ganaderos profesionales de todo el país.


Diez serían los elementos imprescindibles que se debería recoger en la futura PAC en España a partir de 2023.

Agricultor genuino: deben ser aquellos agricultores y ganaderos que acrediten que al menos el 20-25% de sus ingresos proceden de la actividad agraria.


Puesta en marcha de un régimen flexible de pequeños agricultores por el cual todos los beneficiarios con derecho a menos 2.000€ de ayuda quedarían exentos de la comprobación de la condición de agricultor genuino. Ningún agricultor, por pequeño que sea, debe quedar fuera de las ayudas de la PAC.


Igualdad para todos los agricultores, estén donde estén sus explotaciones. Desaparición de los derechos históricos y convergencia de las ayudas en las diferentes regiones productivas. Delimitación de 5 regiones según su orientación productiva: herbáceos de secano y regadío, leñosos de secano y regadío; y pastos. Posibilidad de aplicar dos regiones territoriales adicionales, una en la Cornisa Cantábrica, y otra en Baleares, debido a sus especificidades.


Aplicación de un  techo por explotación a partir de 100.000 euros de ayuda, con una modulación o degresividad a partir de 60.000 euros, hasta los 100.000 que supondrían el techo máximo, incrementándolo en función de los costes del empleo de calidad creado en las explotaciones.


Ayuda redistributiva complementaria a la renta para la sostenibilidad de los agricultores más profesionales, aquellos con al menos un 50% de sus ingresos procedentes de la actividad agraria. Se financiaría con las cantidades ahorradas a través de la aplicación de la modulación y el techo de explotación mencionados y, si fuera necesario, trasladando fondos de los pagos directos para que esta ayuda suponga una cuantía relevante.


Ayuda complementaria a la renta para jóvenes, destinando un 2% mínimo de los fondos dedicados a los pagos directos para los jóvenes, con el objetivo de impulsar el relevo generacional, imprescindible en esta nueva PAC.


Acción positiva para las mujeres, aumentando las ayudas para las chicas jóvenes, en un 5% respecto a la de los chicos. De esta forma, se visibilizaría el papel de las mujeres en el sector agrario y se incentivará la presencia de mujeres jóvenes para favorecer el relevo generacional efectivo y el repoblamiento.


Ayudas asociadas para olivar de bajo rendimiento, frutos de cáscara en secano, cultivos proteicos y, de manera prioritaria, la ganadería -ovino, caprino y vacuno-, preferentemente extensiva.


Mantenimiento de los programas sectoriales apícola, vitivinícola y de frutas y hortalizas. Creación de un programa específico de apoyo al olivar de bajo rendimiento.


Puesta en marcha de una oferta de eco-esquemas suficiente para que puedan optar todos los agricultores y ganaderos. Con la inclusión de un ecoesquema específico para el mantenimiento de la agricultura ecológica, tal y como recomienda la Comisión Europea y que, ahora mismo, no se contempla en la propuesta preliminar que se ha hecho a las Comunidades Autónomas con nueve tipos de eco-esquemas. Y tiene que estar presente. No tiene sentido de otra forma, menos aún, en un país como el nuestro que es el primer productor de agricultura ecológica.


En definitiva, se trata de un decálogo para una PAC que priorice a los profesionales, apueste por la agricultura familiar y que no deje atrás a ningún pequeño agricultor o ganadero, como ocurrió en España en la anterior reforma. Queremos una nueva PAC que responda a lo que necesita nuestro sector. Se lo debemos a ellos y ellas, agricultores y agricultoras, ganaderos y ganaderas, que son quienes imprimen vida y generan riqueza en nuestros pueblos.


Francisco Martínez Arroyo

Consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha

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