Comercio Exterior e Interior

Los puertos norirlandeses reanudan los controles aduaneros tras las amenazas

jueves, 11 de febrero de 2021

Brexit (Foto News European Parliament Press)



Los puertos norirlandeses de Belfast y Larne han reanudado este miércoles los controles físicos a productos de origen animal que llegan a la provincia británica desde el resto del Reino Unido, después de suspenderlos temporalmente por motivos de seguridad.


Las pintadas amenazantes aparecidas en barrios protestantes de la región --con presencia de paramilitares lealistas-- contra trabajadores de esos puertos llevaron al Ministerio de Agricultura a cancelar el pasado 1 de febrero ciertas tareas de inspección.


La tensión ha ido creciendo en esas zonas desde que entró en vigor en enero el llamado Protocolo sobre Irlanda/Irlanda del Norte, una de las piezas básicas del Acuerdo de Salida de la Unión Europea (UE) firmado por Londres y Bruselas.


La nueva burocracia del Brexit ha ralentizado el transporte de mercancías a la provincia británica y está provocando problemas de abastecimiento de ciertos productos en los supermercados.


El Ministerio de Agricultura confirmó que los inspectores que dependen de este departamento, así como los que trabajan para la UE, han retomado sus actividades, después de que la Policía autónoma (PSNI) haya determinado que no hay evidencias de "amenazas creíbles".


Las autoridades locales habían alertado sobre "un aumento de comportamientos siniestros y amenazantes", con mensajes que describían a los trabajadores portuarios "como objetivos", pero la PSNI también ha indicado que no ha detectado implicación alguna de paramilitares lealistas.


Al descontento provocado por la escasez de productos se ha sumado el malestar político que despierta el citado protocolo entre la comunidad protestante-unionista, pues considera que concede a Irlanda del Norte un estatus diferente al resto del Reino Unido y pone en peligro su relación con Londres, al tiempo que podría dar alas a los partidarios de la reunificación de Irlanda.


Este mecanismo, fruto de años de intensas negociaciones, está diseñado para permitir la libre circulación de bienes entre las dos Irlandas y mantener así abierta la frontera en la isla, clave para sus respectivas economías, altamente conectadas, y el proceso de paz.


A cambio, la UE protege el mercado único imponiendo controles aduaneros en los puertos a los bienes que llegan a Irlanda del Norte procedentes de Gran Bretaña (Escocia, Gales e Inglaterra).


La creciente tensión alcanzó su punto más alto cuando la Comisión Europea (CE) consideró el 29 de enero la posibilidad de imponer en la región restricciones a la exportación de vacunas contra la covid-19, suspendiendo de manera unilateral el protocolo. 

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