La industria oleícola teme que la nueva norma del aceite afecte su competitividad

La industria oleícola española ha considerado que el nuevo decreto del Gobierno sobre la calidad y trazabilidad del aceite de oliva supone requisitos adicionales que pueden afectar su competitividad frente a otros países productores.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este martes la nueva norma, aprobada ayer por el Consejo de Ministros, que recoge novedades como la obligación de que exista un sistema de registros de trazabilidad en las instalaciones y que las almazaras, refinerías y extractoras de aceite de orujo de nueva creación estén ubicadas de manera independiente.

El director de la Asociación Nacional de Industrias Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Primitivo Fernández, ha señalado a Efeagro que "ya era hora" de que finalmente se actualizara una norma que estaba "completamente desfasada", aunque ha lamentado que se ha "perdido una oportunidad para hacer una mucho más moderna".

Ha destacado los nuevos aspectos relacionados con la trazabilidad de la calidad del producto más allá de la inocuidad, lo que aporta un "valor añadido" al aceite producido en España frente al de otros países.

Sin embargo, ha rechazado otros puntos que limitan la actividad del sector, como la futura separación de las instalaciones o la prohibición de vender como "virgen" o "virgen extra" aceites que no sean de oliva, puesto que estos se aplican a los operadores españoles pero no a los de otros países de la Unión Europea (UE).

Los operadores españoles van a tener "requisitos añadidos" que supondrán un gasto adicional que el resto de operadores europeos no tiene, según Fernández, quien ha apuntado que la normativa europea de etiquetado y comercialización de alimentos "es suficiente" y solo hace falta vigilar su cumplimiento.

El director gerente de Asociación Española de la Industria y el Comercio Exportador del Aceite de Oliva (Asoliva), Rafael Pico, ha calificado de "oportuna" la nueva norma de calidad del aceite de oliva para mejorar la percepción del producto entre los consumidores.

Pico ha echado en falta algunas de las alegaciones realizadas por la industria, como la regulación de las etiquetas "suave" e "intenso", y ha rechazado la prohibición de "refrescar" los aceites de oliva, mezclando categorías para pasar a una superior.

También se ha mostrado en contra de la separación de las nuevas instalaciones, entre otras "limitaciones superiores que no figuran en los reglamentos comunitarios y que ponen a la industria española en una situación comprometida en el comercio internacional".

En ese sentido, ha precisado que países productores como Italia, Grecia y Portugal no tienen que afrontar esas obligaciones, que llevarán a sobrecostes y a un "encarecimiento del producto final" para los operadores españoles, por lo que ha pedido que ese tipo de reformas se realicen mediante reglamento comunitario para que "todos estén en la misma línea".