El MAPA dotará "suficientemente" la Reserva Nacional para que el sector hortofrutícola acceda a ayudas directas de la PAC

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) dotará "suficientemente" la nueva Reserva Nacional de Pago Básico para que sectores que no han tenido hasta ahora ayudas directas del primer pilar de la Política Agrícola Común (PAC), como es el caso del hortofrutícola, puedan acceder a ellas.

Así lo ha apuntado la directora general de Producciones y Mercados Agrarios del MAPA, Esperanza Orellana, en su intervención en el foro "La nueva PAC y los retos del sector hortofrutícola" que esta mañana se ha celebrado en la feria Fruit Attraction, en las instalaciones de Feria Madrid.

"La intención del MAPA es que los sectores que históricamente quedaron fuera de la asignación de ayudas del pago básico tengan a partir de 2023 acceso a la nueva ayuda básica a la renta a través de la Reserva Nacional", ha afirmado.

"Para ello, nuestra pretensión es dotarla suficientemente para que a lo largo del periodo puedan ir teniendo acceso todos los productores de frutas y hortalizas que sean profesionales, en el sentido de estar de alta en el régimen agrario de la Seguridad Social y tener un porcentaje de la renta significativo, el 25 %, procedente de la actividad agraria".

Orellana ha avanzado que la cuantía de la próxima Reserva Nacional podría rondar en torno al 3% del presupuesto del primer pilar de la PAC para España -unos 100 millones de euros solo para 2023-, una cifra que aún no está cerrada y que no ha descartado que se corrija al alza en ejercicios posteriores.

Ha precisado que el futuro acceso a las ayudas directas del productor de frutas y hortalizas "con hectáreas elegibles" ha de contar con que a la vez "se mantienen los requerimientos que la legislación comunitaria establece respecto al acceso a la Reserva Nacional".

Como ejemplos, ha citado que "los jóvenes o los nuevos productores son prioritarios".

Ha confirmado que el Plan Estratégico que España diseña de cara a la implementación de la próxima PAC integrará los programas operativos (OP) del sector de frutas y hortalizas y que "esta intervención se va a extender en España al olivar tradicional".

También, que están ya con la "letra pequeña" para el desarrollo de los ecoesquemas, que se traducirán en ayudas para aquellos agricultores que realicen prácticas medioambientales ambiciosas y sobre los que el Ministerio ha querido dar el "enfoque" para que "cualquier agricultor pueda al menos poder acogerse al menos a uno de ellos".

La directora general ha recordado que España aplicará a esta práctica el 23 % del presupuesto del primer pilar de la futura PAC, en torno a 1.100 millones de euros, y ha dejado claro que "el acceso a un ecoesquema no estará vinculado al cobro de la ayuda básica a la renta".

Sobre el acceso a los ecoesquemas, ha apuntado que los análisis que hasta ahora ha hecho el MAPA indican un "grado de penetración del 70% para el sector hortofrutícola para 2023", ya que mientras el sector hortícola está muy profesionalizado no ocurre lo mismo en otras actividades como, por ejemplo, la citrícola.

Ha destacado la importancia de la superficie agropecuaria como "sumidero de carbono" para alcanzar los objetivos marcados en Europa sobre las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero.

También ha anunciado que el Gobierno preparará normativas para regular la contaminación de aguas por minerales y nutrientes utilizados en la actividad agrícola y la fertilización sostenible en el campo y que habrá cambios en lo concerniente a las ayudas medioambientales del segundo pilar de la PAC.

El vicedirector del Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD-CSIC), Tomás García Azcárate, ha sostenido en su intervención que "las cosas han venido bien desde Bruselas para el sector de frutas y hortalizas, ya que pueden entrar en la PAC y disfrutar de los ecoesquemas, de los que hay varios a los que se pueden adaptar con facilidad.

"Ahora hay que transformar el ensayo", ha asegurado haciendo un guiño a su afición al rugby, ya que "el Gobierno y las comunidades autónomas tienen que tener en cuenta" en el diseño del Plan Estratégico "las necesidades del sector hortofrutícola o aspectos como la importancia de la cobertura vegetal en leñosos" de cara a los ecoesquemas.