Regadíos y Abastecimientos

Aspersores de baja presión para reducir huella de carbono sin afectar cultivo

viernes, 26 de noviembre de 2021


Regadio aspersión (Foto MAPA)


La sociedad pública Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (Intia) ha desarrollado un estudio que concluye que el uso de aspersores de baja presión para reducir la huella de carbono no afectaría al rendimiento del cultivo.


En el estudio, tras varios años de ensayos de riego, se analiza y se propone una serie de medidas para conseguir una mayor eficiencia del agua en los cultivos.


Enmarcado en el proyecto LIFE-IP NAdapta-CC y encargado por el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, propone distintas medidas de adaptación en el contexto del cambio climático.


Aunque aún no ha finalizado, según indica el Gobierno Foral, los resultados arrojados hasta el momento concluyen que el uso de aspersores de baja presión es una alternativa viable que, además de contribuir a reducir la huella de carbono, no afectaría al rendimiento del cultivo.


La estrategia de riego deficitario controlado permitiría ahorrar hasta un 38% de agua y tampoco afectaría al resultado del cultivo, según el estudio que destaca que la monitorización a través de nuevas tecnologías o una planificación más eficaz, son claves para la eficiencia del agua de riego.


Para reducir el consumo de agua se puede limitar la cantidad aplicada o distribuirla con mayor eficiencia y para conseguirlo conviene tener presentes ciertas prácticas que pueden suponer una mejora en la eficiencia del uso del agua y, por tanto, una mayor disponibilidad del recurso.


La actividad realizada por Intia se ha centrado en combinar los avances tecnológicos en el mundo del riego con diferentes técnicas de ahorro de agua y así se están probando materiales más eficientes como son los aspersores de baja presión. Este material permitiría un ahorro energético y de la huella de carbono en nuevos regadíos dependientes de energía además de ahorro de agua.


Por ejemplo, en redes dependientes de energía, disminuir la altura de bombeo en 10 metros de columna de agua por el uso de aspersores de baja presión supondría un ahorro energético de 0.045 KWh por cada m3 de agua bombeada.


Tomando como referencia una superficie de 1 hectárea de maíz, esta disminución de presión de bombeo implicaría un importante ahorro en la huella de carbono, equivalente al viaje en avión de una persona de Madrid a París.


Otra de las líneas estudiadas es el denominado riego deficitario controlado, que consiste en aportar menos dosis de riego en aquellas fases en las que el cultivo no sea muy sensible a la falta de agua, de manera que la producción no se vea comprometida.


Esta estrategia se ha probado en cultivos de regadío como son maíz, guisante, brócoli, alfalfa y tomate y el ahorro de agua ha sido de hasta un 38% de agua en brócoli y de hasta un 8% en el caso del maíz.


Esto demuestra que las estrategias de riego deficitario están suponiendo una reducción del consumo específico de agua en los cultivos ensayados, lo que permite optimizar el uso del agua de riego. Intia continuará los próximos 4 años con estos ensayos para confirmar estas conclusiones. 

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