Tecnología

Desarrollan biofiltros con residuos de olivar para tratar agua con fármacos

martes, 30 de noviembre de 2021


Biocarbon de alperujo (Foto Fundación Descubre)


Un equipo de investigación del CSIC en Granada ha diseñado un biofiltro a partir del alperujo, un material capaz de retirar de las aguas residuales tres de los medicamentos habituales en las depuradoras que además lo hace de manera más barata y más efectiva


Investigadores de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC), en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid, han desarrollado un biocarbón que depura tres de los diez fármacos más habituales en las aguas de las depuradoras urbanas.


Se trata de un filtro compuesto por restos de hojas y poda del olivo al que se adhieren estos productos químicos para evitar que se disgregan por el medio natural.


Los investigadores han diseñado un sistema de filtrado que, por primera vez, utiliza sustancias obtenidas de residuos del olivar para limpiar el agua de productos farmacéuticos.


"Hemos logrado un biocarbón de bajo coste, con propiedades similares al carbón activo, que permiten la eliminación de restos que escapan a los tratamientos que actualmente existen en las plantas de tratamiento", ha explicado la investigadora de la EEZ-CSIC Laura Delgado.


Según ha detallado la Fundación Descubre, estos biocarbones elaborados con alperujo presentaron altos rendimientos en la eliminación de tres de los diez compuestos más habituales en las aguas residuales, dos medicamentos para personas y un compuesto usado como bactericidad en productos de cosmética e higiene.


Se trata del diclofenaco, que se consiguió eliminar en un 75%, el ibuprofeno (44%) y el triclosán (96%), cifras que convierten a estos biocarbones en una alternativa económica y sostenible.


En el estudio de laboratorio realizado, con 1 kilo de alperujo podría producirse biocarbón para tratar 250 litros de agua, cálculos que se deben revisar pero que sirven para evidenciar la viabilidad del producto.


Actualmente, la mayoría de las EDAR no se encargan de eliminar estos compuestos de aguas porque los tratamientos disponibles son costosos, por lo que estos biofiltros sería una alternativa de bajo coste.


El estudio se ha desarrollado durante tres años y se ampliará ahora a otros compuestos, entre ellos los antibióticos. 


Laura García laboratorio 2 (Foto Fundación Descubre)


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