El origen del cacao se hace Belén

Han pasado más de dos décadas y la empresa Galleros Artesanos de Rute (Córdoba) sigue sorprendiendo cada Navidad con su tradicional Belén de chocolate, que este año han dedicado al origen del cacao representando lugares simbólicos de Centroamérica y África.

Para crear el dulce e imponente belén, que abarca más de 50 metros cuadrados y que consta de entre 90 y 100 figuritas, han sido necesarios más de 1.400 kilogramos de chocolate, según subraya Jorge Garrido, maestro pastelero y responsable del proyecto creativo del belén.

El proyecto para construir el belén comienza en el entorno de la Semana Santa que es "cuando empezamos a maquetar y preparar el montaje", un proceso en el que intervienen "hasta siete maestros pasteleros" y que culmina "a finales de agosto o principios de septiembre".

"Mayormente utilizamos chocolate blanco ya que nos permite dar color y hacer formas hasta lograr este efecto visual que buscamos", explica Garrido, quien destaca que el de este año supone un "homenaje al cacao", una materia prima "tan noble y tan importante para nosotros a la que teníamos que rendir tributo".

Para ello se han representado "diferentes culturas y lugares relacionados con el cacao" y "todos los oficios y vidas cotidianas de estos lugares", como es el caso "de un pueblo maya", una parte central "dedicada a Centroamérica", donde se descubrió el cacao, y una tercera parte en la que se muestra una aldea africana inspirada "en países como Costa de Marfil o Ghana", principales productores a nivel mundial.

Entre los detalles que se pueden encontrar en el belén, Garrido subraya la representación del puerto de Cartagena de Indias y la llegada al Nuevo Mundo de los españoles encabezados por Cristóbal Colón, que es recibido "por indígenas que les ofrecen un haba de cacao".

Y es que Garrido recuerda que el Descubrimiento de América fue el punto de partida esencial para el "movimiento de materias primas desde América hasta Europa" siendo el puerto de Indias el más destacado desde entonces.

Hasta Rute llegan cada año miles de visitantes, con la excepción del pasado año por la pandemia, procedentes de provincias cercanas como Jaén, Sevilla, Granada o Málaga, si bien la proximidad del aeropuerto de la Costa del Sol hace "que vengan personas de medio mundo para contemplar el belén".

"La pandemia afectó ya que debido a los cierres perimetrales tuvimos prácticamente cero vistas entre octubre y noviembre y algo en diciembre cuando se abrió, aunque no es un año que sirva para valorar. Este año se está volviendo a niveles precedentes y llegan los visitantes con muchas ganas y muy buena actitud", afirma Garrido.

Sin embargo, tras la crisis sanitaria ahora en el horizonte amenaza una crisis logística que le ha impedido a Galleros Artesanos "contar con una máquina que está paralizada en los puestos", pero sobretodo con la crisis energética que "incrementa los costes estructurales".

"Gracias a nuestra política de sostenibilidad, hace dos años incorporamos equipos de placas fotovoltaicas que ha ayudado a amortiguar los sobrecostes", si bien para la "tienda, las exposiciones y el belén se han visto incrementado los costes estructurales".

Y es que las zonas expositivas suponen un elemento importante para Galleros Artesanos ya que, además del belén de chocolate, los visitantes pueden contemplar las figuras del Papa Francisco, en chocolate blanco, o varios miembros de la familia real española.

También se puede ver una réplica reducida del Guernica de Picasso o una colección de diferentes tronos procesionales en chocolate y azúcar, y todo ello hasta el próximo 5 de enero.

Y una vez cierren las puertas del belén, llega la fase "triste" de fundir todo el chocolate que, si la pandemia lo permite, se ofrecerá como cada año a todos los escolares de Rute en una "gran chocolatada".

Paso previa a la "nueva fase ilusionante" de crear un nuevo proyecto en chocolate en el que ya se han expuesto monumentos y maravillas de todo el mundo y lugares y ciudades históricas, aunque el belén "más dulce" seguirá "sorprendiendo año tras año", concluye Garrido.