El ministro alemán de Agricultura carga contra los precios de la carne frente a los bajos ingresos de los ganaderos

El ministro de Agricultura de Alemania, el verde Cem Özdemir, cargó el pasado viernes contra los precios de la carne, que calificó de "cochinada" y marcó como objetivo aunar productos de calidad, bienestar animal e ingresos suficientes para los ganaderos.

"Si, de un euro que paga el cliente en la tienda por la carne de cerdo, los ganaderos reciben 22 céntimos, es sencillamente una cochinada. Esto se puede cambiar, se debe cambiar y esta coalición lo cambiará," aseveró durante un debate parlamentario.

Özdemir se mostró contrario a seguir tolerando un "sistema explotador" del que salen perdiendo "las personas, los animales, el medio ambiente y el clima" y aseveró que la solución no pasa por enfrentar a unos colectivos con otros.

"La política alimentaria es también política social, lo digo como hijo de trabajadores," sentenció el ministro verde, que adelantó que su Gobierno apoyará a los ganaderos en la remodelación de sus instalaciones para garantizar el bienestar animal.

Özdemir destacó que el objetivo de su Gobierno, el tripartito entre socialdemócratas, verdes y liberales liderado por Olaf Scholz, es lograr que el 30 % del sector agrícola sea ecológico, tanto en la extensión de la superficie destinada a la producción, como en lo que se refiere a los productos a la venta en los supermercados.

Además, prometió que antes de finales de año será introducido un nuevo sistema de etiquetado, "transparente y vinculante" que informe a los clientes sobre las condiciones en que se crían los animales.

"Si los animales están mejor, nuestros campesinos y campesinas deben notarlo en la cartera," sentenció el ministro, que señaló que ello no quiere decir que la carne se deba convertir en un producto de lujo, puesto de debe seguir siendo asequible.

La antecesora de Özdemir en el cargo, la conservadora Julia Klöckner, creó una comisión integrada por una treintena de organizaciones del sector que en julio del año pasado recomendó remodelarlo en profundidad, reduciendo la cabaña ganadera y apostando por precios más elevados.

Según dicha comisión, los costes de las reformas ascenderían a entre 7.000 y 11.000 millones al año, pero continuar con el modelo actual, por otro lado, acarrearía pérdidas de hasta 90.000 millones en concepto de emisiones dañinas y polución del medio ambiente.