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AdBlue, el aditivo que da una nueva vida a tu coche y al planeta

martes, 26 de abril de 2022


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Los automóviles se han convertido en una pieza central e indispensable en nuestro día a día. Sin embargo, y aunque cada vez existen más modelos de coches que están apostando por evitar este problema, la contaminación de los vehículos sigue siendo un hecho más que patente, y de lo más nocivo para el medio ambiente.


Afortunadamente, incluso para los coches tradicionales, se están planteando soluciones que permiten reducir las emisiones y las partículas que salen de los coches cuando estos están en funcionamiento. Una de las más efectivas y extendidas es el Adblue, un aditivo que encaja perfectamente con las nuevas legislaciones sobre reducción de emisiones y tránsito de automóviles por todo el continente europeo.


AdBlue, la clave para unos coches mucho menos contaminantes


La utilización de un aditivo para diésel es una de las medidas que han adoptado los fabricantes de vehículos para superar la nueva normativa Euro 6, la más estricta hasta la fecha, que pretende reducir las emisiones contaminantes drásticamente tanto en vehículos agrícolas e industriales como en turismos. En ese terreno es justo donde entra el AdBlue, ya que se combina con combustibles fósiles para que sean menos dañinos.


Este líquido no contaminante es inodoro, incoloro y no inflamable, además de que no tiene ni un componente tóxico. De hecho, está compuesto por agua desionizada que tiene un 32,5% de urea. Gracias a esto, funciona perfectamente bien a la hora de transformar las partículas contaminantes que salen del tubo de escape en una combinación de nitrógeno y agua. Su capacidad para reducir las emisiones es enorme, y esa es la principal razón por la que se está estandarizando en tantos países de todo el mundo.


Es una sustancia que conserva sus propiedades durante doce meses, cuenta con fecha de caducidad. Por eso, lo habitual es que se revise al menos una vez cada 12 meses y, además, se cambie siguiendo ese mismo patrón de tiempo para evitar que pierda calidad y no consiga los resultados adecuados. De hecho, en caso de no renovarse, puede acabar causando problemas en el filtro de partículas o incluso en el catalizador del vehículo. Sí, es algo especialmente bueno, pero requiere ser meticuloso y no descuidarlo con el paso del tiempo.


Son varios aspectos que se deben tener muy en cuenta a la hora de usar este aditivo que se combina con el combustible de los vehículos, al igual que su facilidad para congelarse. Afortunadamente, estos detalles son nimios en comparación con las grandes bondades que plantea. De hecho, a continuación vamos a ver cuáles son los principales beneficios del AdBlue para el medio ambiente, lo que terminará de dejar claro por qué se está apostando tanto por él. Es algo que poco a poco se va a convertir en lo habitual, al menos, hasta que los motores eléctricos pasen a ser el nuevo estándar de la conducción.


¿Cuáles son los beneficios del AdBlue?


Hay un beneficio principal y clave, que es fácil de deducir viendo lo que hace este aditivo. El AdBlue reduce considerablemente las emisiones contaminantes de cualquier vehículo en el que se utilice, principalmente en motores diésel, haciendo especial hincapié en las emisiones de óxido de nitrógeno, que suelen ser las más nocivas que provienen de los vehículos. Según los cálculos, la reducción es del 90% de este óxido y, además, del 99,9% de las partículas que se desprenden.


A eso hay que sumar un claro beneficio para nuestra salud, ya que la contaminación ambiental generada por los vehículos es mucho menor, y eso nos permite respirar un aire más limpio. Se ha demostrado que la exposición a los óxidos de nitrógeno y las partículas procedentes de la combustión del diésel y otros combustibles puede derivar en enfermedades respiratorias, y esto es algo que reduce dicho riesgo enormemente.


Por otro lado, es algo que ayuda a que coches demasiado antiguos puedan seguir circulando. Las normativas modernas sobre emisiones y contaminación son cada vez más estrictas y, de no ser por este tipo de aditivos, muchos vehículos no podrían circular siquiera. ¿En quñe se traduciría esto? En tener que hacer una mayor inversión por la necesidad de adquirir un automóvil nuevo, lo que plantea otra ventaja importante: alarga la vida útil de los vehículos y genera un mayor ahorro en quienes apuestan por él.


Al final, apostar por el AdBlue es apostar por no solo alargar la vida de nuestros vehículos, sino también por alargar nuestras vidas y, en definitiva, la del planeta. Hay cientos de millones de automóviles en marcha a diario en todo el mundo, con el enorme impacto que esto supone para el medio ambiente. Por suerte, están naciendo soluciones como estas que, sin necesidad de apostar por los motores eléctricos, por tener que cambiar unos coches y afrontar unos gastos titánicos, requieren muy poco para ofrecer mucho.

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