Aceite

La autorización para usar el barbecho y el calor con las plantas afloradas augura una buena campaña de girasol

sábado, 18 de junio de 2022


Campo de girasoles (Foto Junta de Andalucía)


La autorización de la UE para plantar en tierras de barbecho y las altas temperaturas con la mayoría de las plantas ya en floración auguran una buena campaña para el girasol andaluz, que repartirá casi al 50% sus variedades de pipas de alto oléico y linoléico (convencional).


Según ha explicado a EFE el responsable de herbáceos de COAG-A, Ramón García, son varios los factores que pueden incidir en que se lleve a cabo una buena campaña, aunque no será posible compensar las toneladas que Ucrania exporta cada año a España, que por la invasión rusa no se han podido recibir este año.


Concretamente, se va a producir una parte proporcional de producto que no habrá que importar, después de que en los últimos cinco años hayan llegado desde Ucrania 632.000 toneladas de semillas de girasol, 421.027 toneladas de aceite de girasol y 325.964 toneladas de harina de este producto.


Las siembras adicionales, autorizadas por Bruselas, fueron aprobadas por el Gobierno el 29 de marzo en un real decreto-ley que permite utilizar estas superficies para pasto o cultivo en la campaña 2022, con el propósito de aumentar la producción y contrarrestar el freno de las importaciones de cereales y oleaginosas desde Rusia y Ucrania.


Ramón García ha precisado que ha habido un incremento de la superficie plantada que se concretará en las próximas semanas con el aforo previo al inicio de la cosecha, y que se espera romper la tendencia, hasta el año pasado, de tener malos precios, porque “en esta temporada, los precios deben acompañar”.


Sobre las altas temperaturas de estos días, ha indicado que los que ya han abierto la flor no sufren, aunque sí los que todavía no han aflorado, aunque eso se verá en concreto cuando pasen los días y comience a recogerse toda la cosecha.


Por provincias, el 50 % de la superficie se concentra en Sevilla, seguida de las de Cádiz y Córdoba, con la premisa de que entre las tres engloban el 90 % de las hectáreas de girasol en la comunidad.


El año pasado, España cultivó 644.308 hectáreas de girasol, un -2,45 % respecto al año anterior. 

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