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Asaja C-LM urge a incluir los golpes de calor en el riesgo principal del seguro de la uva

viernes, 12 de agosto de 2022


Vendimiadores empleo jornaleros (Foto Asaja)


La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha ha dirigido sendos escritos a Agroseguro y Enesa para solicitar una reunión con el fin de abordar la inclusión de los golpes de calor como riesgo principal a la hora de contratar el seguro de la uva de vinificación.


En nota de prensa, la organización agraria ha señalado que las altas temperaturas han afectado al ciclo vegetativo normal de la planta y han producido un "estrés hídrico severo" que se traducirá en una reducción de la producción.


En este sentido, ha explicado que una temperatura por encima de los 35 grados ya repercute en el normal desarrollo de la planta y, este año, debido a las olas continuas de calor son muchas las comarcas agrarias que se han incluido en nivel amarillo, e incluso naranja, por temperaturas máximas.


De esta manera, las continuas olas de calor han afectado a la maduración del fruto y han influido en los primeros estadios de floración de la planta, lo que se verá reflejado no solo en una merma de la producción sino en una bajada de la graduación de la uva, ha advertido.


En la actualidad, según Asaja, el seguro de uva de vinificación cubre los daños en producción por helada, marchitez, pedrisco o riesgos excepcionales tales como la fauna silvestre, incendios, inundación o lluvia torrencial, además de las adversidades climatológicas que, no siendo controlables por el agricultor, sean constatables tanto en la explotación asegurada como en la zona en que se ubique, entre las que se incluirían la afectación por los golpes de calor.


El problema, no obstante, es que cada riesgo asegurado tiene un tratamiento diferenciado a la hora de fijarse el daño mínimo asegurable o la cobertura máxima y en el caso de las pérdidas por golpe de calor se establece una franquicia del 30 por ciento y una cobertura máxima del 60 por ciento de la explotación.


Sin embargo, en el caso de la helada, el daño mínimo indemnizable es del 10 por ciento y la cobertura máxima el 80 por ciento de la explotación.


Por ello, Asaja ha considerado necesario que se revise el seguro de uva de vinificación y se adapte a las necesidades de los viñedos con el objetivo de que, si ocurre algo, los agricultores estén cubiertos, al tiempo que ha apuntado que el riesgo de golpe de calor es más una realidad que un hecho excepcional.


A este respecto, ha apuntado que debería reducirse la dimensión de la superficie dañada, a nivel de parcela y no de explotación, ya que es muy difícil que un agricultor pueda cobrar la indemnización por golpe de calor al tener que demostrar que está dañada toda la explotación y el siniestro está generalizado en la zona.


Además, ha aseverado que esta actualización no debería suponer un aumento del precio del seguro sino adaptarlo a las necesidades reales.


La contratación del seguro en Castilla-La Mancha se sitúa en torno a las 185.000 hectáreas aseguradas, con un incremento también de la producción asegurada, y la implantación del seguro en en la actualidad de un 41 % en superficie, siendo Ciudad Real la provincia con la tasa de implantación más alta, con el 50,5 %. 

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