Ciencia

Un menor rendimiento de cultivos puede dañar la tecnología de mitigación del cambio climático

sábado, 10 de septiembre de 2022


Campo de cultivo ayudas PAC (Foto Cooperativas AgroAlimentarias)


Los efectos negativos del cambio climático en el rendimiento de los cultivos pueden reducir la capacidad de utilizarlos para capturar y almacenar carbono como medio para limitar el calentamiento global, según un artículo que publica Nature.


El estudio se centra en la bioenergía a gran escala con captura y almacenamiento de carbono (BECCS), que consiste en capturar el CO2 de la combustión de cultivos específicos o de residuos agrícolas de cultivos alimentarios y almacenarlo en yacimientos geológicos.


El equipo, señala que los efectos negativos del cambio climático sobre el rendimiento de los cultivos específicos pueden reducir la capacidad de las BECCS y amenazar la seguridad alimentaria, creando así un bucle de retroalimentación positiva no reconocido sobre el calentamiento global, indica la publicación.


A medida que aumentan las temperaturas, “se va cerrando la ventana de oportunidad para maximizar el uso de la biomasa procedente de plantas, madera y residuos como fuente de energía renovable y alternativa a la petroquímica”, según un comunicado de la Universidad de York (Reino Unido), una de las firmantes del estudio.


En la investigación participó también la Unidad de ecología global del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales y la Universidad Fudan (China).


El equipo señaló que, si no se toman “medidas urgentes” para reducir los combustibles fósiles en favor de la bioenergía y otras energías renovables, el cambio climático disminuirá el rendimiento de los cultivos, reduciendo la disponibilidad de materias primas de biomasa.


Además, la reducción de la producción de alimentos también puede incentivar la expansión de las tierras de cultivo, aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero por el cambio de uso de la tierra y acelerando aún más el ritmo del cambio climático.


Los investigadores utilizaron datos globales para modelar las respuestas del rendimiento de los cultivos al aumento de las temperaturas medias, la concentración atmosférica de CO2, la intensidad de la fertilización nitrogenada y las precipitaciones.


Descubrieron que si el cambio a la BECCS se retrasa hasta la segunda mitad de este siglo, la producción de biomasa se vería reducida en gran medida por el cambio climático, lo que provocaría que no se alcanzara el objetivo de los 2 grados centígrados y pondría en peligro la seguridad alimentaria mundial. 

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