Especias y condimentos

La siembra del ajo, pendiente del agua y los costes de cultivo y exportación

lunes, 10 de octubre de 2022


Campo ajos recolección cosecha (Foto Mesa Nacional del Ajo)


La incertidumbre sobrevuela la siembra del ajo temprano y morado en España, ya que está condicionada por la disponibilidad de agua y la evolución de los actuales altos costes de producción y de exportación, en un sector que exporta el 70 % del volumen que se cosecha a mercados exteriores como el de Brasil.


Tanto la Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo (Anpca) como la Mesa Nacional del Ajo muestran su preocupación por la situación que atraviesa en la actualidad el sector.


Esta última institución, que agrupa a cooperativas y asociaciones agrarias, calcula que la superficie de siembra, a día de hoy, puede bajar entre un 15 % y un 20 % respecto a la anterior campaña, según ha indicado a Efeagro su presidente, Julio Bacete.


Ha explicado que las siembras se están retrasando todo lo posible a la espera de saber la disponibilidad de agua y las predicciones de lluvias para otoño en las zonas productoras, centradas sobre todo en Castilla-La Mancha, Andalucía y Castilla y León.


"El que tiene disponibilidad de agua ya está sembrando, pero los que no, tienen que decidirlo antes del 20 o 25 de octubre para el ajo temprano y antes de mediados o finales de enero para el morado", ha apuntado.


Bacete, que ha cuantificado en un 40 % el alza de los costes de producción en el último año, ha lamentado la pérdida de rentabilidad del productor y el descenso de la competitividad de las empresas comercializadoras frente a la entrada de ajo de otros países terceros.


A finales de septiembre, una delegación de la Mesa viajó a Bruselas para reclamar a las autoridades comunitarias medidas para frenar la picaresca de China, que exporta a la Unión Europea (UE) ajo fresco como congelado para eludir pagar los aranceles del cupo de entrada que la primera categoría tiene asignada.


Los integrantes de la Mesa también mostraron su preocupación por la creciente exportación a la UE de ajo procedente de Egipto sin cupos ni aranceles gracias al acuerdo de Asociación entre ambos.


El director y gerente de Anpca, Luis Fernando Rubio, se ha mostrado más preocupado por la falta de dotaciones de agua y los costes de producción y los de exportación, sobre todo por el hándicap que supone el menor precio de los fletes marítimos desde China respecto a los que salen de Europa.


Llevar un contenedor con 25 toneladas de ajo desde Valencia a Nueva York cuesta a día de hoy unos 12.300 dólares -el pasado mes de julio eran 11.000-, mientras que el viaje desde Qingdao a Valencia -un trayecto más largo- vale unos 4.000 dólares (8.500 dólares en julio).


En julio, Anpca hizo ya una consulta a la Dirección General de Competencia sobre la diferencia de los costes internacionales de los fletes marítimos para este negocio.


También pidió a la Organización Mundial de Aduanas que emitiera una nota aclaratoria junto al código Taric del ajo chino congelado para que se compruebe en frontera que verdaderamente llega a una temperatura por debajo de -24 grados centígrados, como está estipulado para esa categoría.


Ha precisado a Efeagro que el 70 % del ajo que se produce en España se vende en mercados exteriores, con Estados Unidos, Brasil, Canadá, Haití y Japón como los cinco principales destinos de la cosecha de la campaña 2021/22.


Respecto al ajo egipcio, Rubio ha señalado que más que la competencia en el mercado comunitario -que es un producto muy diferente al español, ya que se vende con tallo- le preocupa su venta en mercados como Brasil, donde está ganando mucha cuota en detrimento de la del producto español.


Según los datos que maneja Anpca, en 2022 la cosecha española de ajo se situó en 286.694 toneladas, un 7,5 % por debajo de la récord alcanzada en 2021 (310.000 toneladas); ese descenso obedeció en parte a la reducción de superficie (-2 %) tras el aumento del precio de los arrendamientos de tierras para su cultivo.


La sequía y la falta de dotaciones de agua apuntan, según Rubio, a que la superficie plantada de ajo temprano en Andalucía para la campaña 2023 se recorte de nuevo este año y solo alcance el 50 % de la de la anterior temporada.

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